Era un día frío de Diciembre, ella tenía que ir a trabajar a pesar de todo.
Se levantó muy de mañana, aproximadamente a las 05:30 a.m. para preparar su ducha y su ropa de trabajo.
Después de ya listo su baño se dirige a éste con mucha pereza.
— Otro día de trabajo... Que bien. -dijo en tono irónico.
No era nuevo para ella trabajar, siempre lo hizo; además de que era la misma rutina de siempre.
•••
Ya era hora de su almuerzo, ella es muy buena para su trabajo, siendo asistente de recepción, le quedaba bastante tiempo para no estar de prisa y comer algo tranquilamente.
— Azalea tu siempre tan temprano. -dice la cocinera hacia ella.
— Es lo que hay. -dice encogiéndose de hombros.
— Ya veo... ¿Qué te sirvo hoy?
— Sandwich de queso y un jugo de naranja por favor.
— A la orden.
Ya después de comer y ver que todos se acoplaban en el lugar de almuerzo decide que al terminar su comida irá a dar un breve paseo por al rededor del edificio.
Es un día muy frío y muy nublado, a cualquier persona le gustaría un día así pero a ella no le gusta, le encanta.
Mientras caminaba se topó con una desagradable escena...
En frente de ella dos autos chocaron de frente, ella estaba asustada, pero mantuvo la calma decidió acercarse para ver si podía ayudar.
Se encontró con una mujer estampada en el parabrisas de su coche, aquella mujer estaba inconsciente, Azalea se acerco a ella, abrió la puerta y la tomó por las axilas para arrastrarla hacia fuera.
Logró su cometido, salvó a aquella mujer, después se arrimó al otro auto, y se encontró con la nada, solo un auto vacío.
Notó que los dos autos comenzaron a tirar lo qu que parecía ser gasolina, ella estaba convencida de que iba haber una exploción; rápidamente se alejó de los autos y movió a la mujer un poco más lejos de aquel lugar.
Todo fue tan rápido, solo escuchó un estruendo y se cubrió la cara con sus antebrazos.
...
Azalea se encontraba en una ambulancia siendo revisada por un paramédico.
— Al parecer todo está bien. —habló el auxiliar.
— Emmm, gracias.
Aquel hombre se fue dejando a la pobre Azalea sola.
En su mente ella pensaba en lo que había pasado, ella recibió la noticia que la mujer se estaba recuperando, al parecer solo sufrió una herida en la frente.
Pero lo que la tenía inquieta era que no encontró a nadie en el otro auto. Era raro y un tanto preocupante.
Dejó eso de lado y decidió irse a su departamento...
No tenía que preocuparse por nada con respecto a su trabajo, ya que su jefe le dió permiso para ir a su casa y descansar.
Hola!!
Gracias por seguir leyendo espero que les haya gustado el cap.
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Besitos, hasta el otro capítulo.