Matricidio

CAPITULO: 15

>> 6 meses después >>

REBECA

Mi vida de casada es de ensueño, aunque hoy me han comunicado que el viernes sería la primera junta dentro de la empresa de mi madre.

No tengo valor para enfrentarme a mis tíos y abuela sola.

Se lo dije a Cris y él dijo que adelantaría los expedientes para que tuviera el día libre. Su compañía es lo que necesito para saber que puedo enfrentar todo.

Yo también adelante algo de trabajo para que el viernes me dieran permiso y le recomendé a Laura el bufete de abogados donde Alex trabaja para que le ayude.

Llame a Alex para decirle el caso de mi amiga y como seguimos siendo buenos amigos, me aseguró que él mismo iba a ayudarla. Se lo agradecí y me quede más tranquila.

La semana paso en un parpadeo y me encontraba vistiéndome para la junta, Cristian iría como mi esposo y abogado. Mis manos me sudaban y temblaban, ni siquiera había salido de la habitación y ya me estaba arrepintiendo.

Opte por un conjunto sastre negro con pantalón, una blusa de color palo rosa y mis zapatos cremas de charol (son los de la suerte) que los uso contadas veces.

-. Amor se nos va a hacer tarde – Cristian entra en la habitación

-. No quiero ir – hago un puchero que lo hace sonreír

-. Vamos se una niña buena y en la noche te recompensare – besa mi cuello

-. Mmm…. Eso es tentador – lo miro picara - ¿estarás conmigo?

-. No me apartare de tu lado – asiento y salimos a la empresa en su auto, no quería manejar y da igual desde que nos casamos él no me deja conducir.

Llegamos y vamos a la sala de conferencias, estoy temblando y demasiado nerviosa; mi esposo lo noto y entrelazo su mano con la mía.

Al entrar mi abuela ya se encontraba en la cabecera de la mesa y mis tíos uno a cada lado; yo me senté en la otra cabecera y una señora nos alcanzó una carpeta.

Era un balance sobre el crecimiento de la empresa (se dedicaban a construir hoteles, supermercados y demás), la empresa se encontraba muy bien económicamente hablando; pero habían muchos denuncias de los empleados por no respetar horarios, abusos y demás.

Era una empresa familiar por eso no habían más socios. Cuando está término todos me miraron

-. Rebeca – habló mi abuela ella era la que más me odiaba

-. Sí – trató de sonar segura y aprieto el muslo de mi esposo

-. ¿Cuánto deseas por tus acciones para que dejes de una buena vez la empresa? – hablo muy seria

-. Mi esposa – Cristian tomó la palabra – no venderá sus acciones – me miró de reojo – por dos sencillas razones la primera aún no se han cumplido el plazo de la cláusula del testamento y la segunda transcurrido el tiempo estimado podrá tomar su decisión.

-. Vaya – Andrés abrió su boca – te conseguiste un perrito para tu defensa.

-. Si ya no hay más temas importantes – mire en su dirección transmitiendo mi odio por la mirada – nos retiramos.

-. Piénsalo – sentenció mi abuela y salimos.

En el auto me deja caer en el asiento, esta reunión me ha dejado muy exhausta incluso mucho más que un día de trabajo normal.

CRISTIAN

-. ¿Eso fue bueno? – la miro mientras desabrocho mi saco

-. No lo sé – mira por la ventana, temo que esto la rompa

-. ¿Cómo te sientes? – coloco sus manos sobre su muslo

-. Nada bien – su voz comienza a quebrarse – vamos a casa

-. En seguida – enciendo el auto, comienza su marcha y ella sigue mirando por la ventana, sé que desea llorar; quiero que se desahogue pero no dejare que se aislé.

Llegamos y entramos en casa, caminé hacia la habitación detrás de ella, ni en bien cerramos las puertas; ella comenzó a llorar y se dejó caer en el piso.

La abrace y ella no me alejó es una buena señal; después de una hora o no sé, ella se levanto y la lleve a la cama.

-. Tranquila amor yo estoy contigo – acaricio su espalda.

-. Me odian – susurro

-. Ellos se lo pierden – beso su frente – eres la mejor persona que pueden tener como familia, son idiotas – me da una leve sonrisa

-. Mi madre murió en el parto – no lo sabía y no quise preguntar – por eso me culpan a mí

(Owen tuvo que decirle aquella mentira porque se lo había prometido a su adorada Lucía)

-. No es tu culpa – la miro a los ojos – solo fue el destino

-. Pero… - no la dejo terminar

-. No hay peros – la besó – ellos no aceptan su perdida y lo más factible es echarte la culpa a ti

-. Gracias – me da una media sonrisa y eso es lo único que necesito para saber que la voy a amar por lo que me quede de vida y no la dejare nunca

Nos desvestimos y nos metemos en la cama, la ropa es un estorbo entre nosotros; no quisimos ducharnos esa reunión nos agotó emocionalmente. Y dormimos profundamente.

ESTEBAN

Estoy feliz Rebeca encontró a alguien que es capaz de defenderla, debo hallar la forma de comunicarme con ella.

Estoy en mi despacho con un vaso de whisky, parezco encarcelado en mi propio departamento.

-. Hermanito - Andrés entra sin tocar

-. No tienes educación - espetó molestio

-. Tranquilizate, sino tu adorada noviecita sufrira las consecuencias - apreto más el vaso y creo que lo voy a romper en pedazos

-. ¿Que deseas? - sé de lo que es capaz

-. Nada - dice sonriendo - vine a ver si te estas portando bien - me encojo de hombros - mi amigo se quedara contigo, por si acaso

Tengo que escapar y lo más rápido




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