-. Debo quitar a Rebeca del camino – digo solo para que yo me escuche – y si es necesario a su esposo, estoy tan cerca no me van a arrebatar la fortuna de mis manos.
ESTEFANO
La llamada de Cristian me tomo por sorpresa, es un gran amigo y por lo que vi esta muy enamorado haré lo posible para ayudarlo.
Me pongo en contacto con mis investigadores para llegar a quien le quiere hacer daño.
Revisaré su oficina en caso de que hayan puesto microfonos.
CARAJO
Te ayudaré hermano te lo debo
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CRISTIAN
Disimule todo lo que pude; pero ella se dio cuenta le dije que por hoy no le diría nada ya mañana se enteraría y que confiara en mí.
-. Amor – acaricia mi mejilla y la abrazó atrayéndola hacia a mi
-. Dime – mi voz aun esta como adormecida
-. ¿Qué te preocupa? – sus ojos estaban clavados en los míos
-. No lo olvidaras – le doy un beso corto en los labios y me siento - ¿verdad?
-. No – sonríe y juro que es la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida
-. Está bien te lo diré – suspiro y paso mi mano por mi cabello – pero prométeme que no te alterarás y sabes que yo estoy aquí para ti
-. No me asustes – se recuesta en mi pecho – te lo prometo
-. Lo que pasa… - le conté todo incluso de mi llamado a Estefano, ella me miraba muy seria y cuando termine, su rostro estaba como congelado - ¿amor?
-. Creo que debemos vender las acciones en la empresa – lo dijo como un robot
-. Amor – hice que me mirara – tenemos que detener a quien quiera que sea que trata de hacerte daño
-. Son esas benditas acciones – estallo en llanto
-. Amor – la abrace – te dije que no voy a dejar que nada te pase. ¿Me permitirías ponerte un guardaespaldas?
-. ¿Es necesario? – Asentí – para que estés más tranquilo, lo haré
-. Gracias – bese su cabeza – estoy pensando en Devora es mi prima y se dedica a la seguridad desde hace mucho
-. ¿Estarías celoso si fuera un hombre? – me sonríe
-. En parte si – estoy siendo totalmente sincero – pero si es ella podemos decir que se quedara una temporada con nosotros, así podrá estar en casa y podrá acompañarte a tu trabajo sin levantar sospechas
-. Piensas en todo cariño – acaricia mi pecho
-. Si se trata de proteger a mi alma gemela haría eso y más
-. No te merezco – llora
-. No digas eso – levanto su barbilla – mereces eso y más – la besó con ternura y amor. Después el beso se tornó en uno más apasionado y deseoso, mis manos acariciaban su cuerpo y mis labios dejaban besos en su cuello; un suave gemido escapo de sus labios y eso basto para que me volviera loco. Esta mujer me prende como nunca nadie antes lo había logrado.
Después de hacer el amor nos duchamos y en la sala hice las llamadas correspondientes, Devora me dijo que en 10 minutos estaría en casa; Rebeca estaba ansiosa no le gustaba que la cuidaran; pero me dio gusto que aceptara aunque solo fuera para complacerme.
Tocaron el timbre.
-. Yo abro – grité, mientras mi esposa salía de la cocina con una semi sonrisa
-. Primo – Devora me saludo con un abrazo, la quería como una hermana, era alta rubia de ojos azules, un cuerpo escultural debido a su entrenamiento y era la única en quien le confiaría la vida de mi esposa.
-. Prima, pasa – la lleve a la sala donde Rebeca nos esperaba – te presento a mi esposa
-. Mucho gusto – la abraza y ella está sorprendida
-. El gusto es mío – le da una leve sonrisa
-. ¿Bueno para que me llamaste tan urgente? – pregunto sentándose en el mueble de la sala y adoptaba la postura de un profesional listo para negociar.
-. La vida de mi esposa corre peligro y necesito que la protejas – se sorprende un poco
-. Bien ¿estás de acuerdo? – la mira con un rostro sin emoción
-. Sí, no quiero preocupar de más a mi esposo – toma mi mano
-. Supongo que la idea es ser lo más discreto posible
-. Exacto – respondo – quería que te mudaras con nosotros hasta que esto termine, y poder pasar desapercibidos
-. Me parece bien lo que han pensado – observa a nuestro alrededor – y desde ya les digo que los apoyare – con señas me pide una libreta y un lapicero, me levante y se los traje
-. ¿Para…? – hizo una señal de silencio
“Puede haber micrófonos” – escribió, ambos la miramos incrédulos; aunque siempre estamos trabajando y podrían entrar en nuestra ausencia, la idea no era muy descabellada
-. Espero no molestarlos con mi estadía en su casa primo – elevo el tono de voz mientras sacaba algo de su chaqueta era una pequeña caja negra con una antena
“vamos a buscarlos, hablen normal; yo me encargo” – se levantó y paso por toda la casa con su aparato
Tome de la mano a mi esposa y la lleve a la cocina, trate de preguntarle por su día y planes; después de una media hora Devora regresó y nos dirigió a la habitación de huéspedes.
-. Este es el único lugar sin micrófonos – dijo en un susurro
-. Si queremos hablar de este tema, será aquí – señalo el lugar con sus manos – sigan con su rutina cualquier cosa sospechosa y/o actitudes extrañas de sus cercanos me avisan.
Asentimos y nos quedamos coordinando la historia y ella nos recomendó a Ernesto un amigo y parte de su equipo para que el fuera mi seguridad. Acepte por la tranquilidad de mi esposa, no la iba a dejar sola, éramos un equipo y no me separaría de ella pasara lo que pasara.
También nos pidió que no habláramos por celular ya que podía estar contaminados, ella se encargaría de traer a unos amigos para que nos ayudaran con eso.
No había pistas de quien podría ser y en cuanto a nuestra conversación en la sala nos aseguró que nadie pudo oírnos ya que ella por paranoia siempre cargaba un aparato que bloqueaba las señales de dichos artefactos.