Hace nueve años
Por fin estaba dentro de la empresa y el tal Rubén me había aceptado como un ayudante, al mencionar el nombre de mi padre me había aceptado en su empresa casi de inmediato, eso podría explicar que algo andaba mal y que mis sospechas eran ciertas.
Habían pasado varios días y Rubén me trataba bien quizá se sentía culpable por lo que le había hecho a mi madre. Estaba archivando unos documentos cuando Rubén me llamo a su oficina, fui enseguida.
_¿Sucede algo señor?_le preguntó entrando despacio.
_Queria invitarte a cenar a mi casa ¿aceptas?_me sorprendo nunca creí que fuera hacer tal cosa. Una cosa era que me aceptará como su trabajador y otra, que tuviera la confianza de meterme a su casa.
_Claro que si, me encantaria_ acepto, el asiente satisfecho.
_Entonces prepara tus cosas, nos vamos en cinco minutos_ asiento y salgo para recoger algunas de mis pertenecías, después nos encontramos en la entrada de la empresa y salimos juntos hacia su coche.
La casa de Rubén es grande y hermosa, nunca me imagine que llegaría a estar en una casa así, entramos y una mujer nos recibió.
_Bienvenido joven_ me dice amablemente, al parecer es su trabajadora, nos dirigimos hasta la estancia del comedor donde está una mujer, su esposa Isabel.
_Querida esta noche Rodrigo cenara con nosotros_ avisa Rubén dándole un casto beso en los labios.
_¡Oh! Hasta que te conozco, Rubén me ha hablado de ti y lo hace con admiración _ me dice y me besa la mejilla.
_Espero que te agrade la cena, voy avisarles a mis hijas_ dice Rubén y sale de la sala.
_¿Como va el trabajo?_ pregunta Isabel para hacer conversación.
_Todo esta bien, me gusta lo que hago y el señor Rubén es atento conmigo_ ella sonrió.
_Mi esposo siempre es bueno_ Sonrió incrédulo si ella supiera lo que ha hecho...
_Rodrigo te presento a mis hijas, Angélica, Verónica y Alejandra_ me giro en dirección a él y me quedó sorprendido al ver a tres hermosas mujeres, pero sobre todo una me llama la atención, de piel blanca y cabello castaño, ojos cafés, figura delgada aunque la ropa que tiene puesta no le favorece, sabia que su cuerpo debía estar perfecto, ella me mira algo sonrojada y evita mi mirada, sonrió de satisfacción, siempre causo ese efecto en las mujeres, me acercó a ellas para saludarlas.
_Hola me llamo Angélica_ me dijo la primera, ella es igual delgada y con cabello cobrizo.
_Es un gusto, Angélica _ me acercó a la segunda.
_Yo soy Verónica_ ella tiene el cabello negro pero no pierde en parecido con las demás.
_Mucho gusto Verónica _ ansioso me acercó a la tercera.
_Hola...yo soy Alejandra_ dice con delicadeza, mirándome a los ojos.
_Es un verdadero placer conocerla, Alejandra_ nuestro apretón de manos dura más, unos segundos apenas pero es suficiente para sentir cierta atracción.
_¡La cena esta lista!_ avisa la mujer del servicio, Alejandra se aleja de mi a prisa junto a sus hermanas, toda la cena no perdí oportunidad para mirarla.
...
Después de esa cena con Rodrigo estaba en las nubes, era tan guapo, tan perfecto me gustaba mucho, en los siguientes días venia a cenar seguido y hablábamos de trivialidades nada serio, pero conforme pasaron los días definitivamente estábamos más unidos.
Ese día estaba arreglando el jardín cuando alguien me tocó el hombro.
_Tranquila Alejandra soy yo_ dice Rodrigo, sonriendo.
_¿Que haces aquí?
_Vine por estos papeles y pase a saludarte ¿te molesto?
_Oh no, claro que no_ él sonríe de nuevo amaba esa sonrisa que iluminaba mis días.
_Yo...quería preguntarte si te gustaría cenar conmigo_ abro la boca formando una gran O ¡jamas creí que pasaría!
_¡Claro! ¡Si!_ contestó tratando de sonar lo más fresca que puedo.
_Perfecto, nos vemos esta noche_ despues de que me da un beso en la mejilla se aleja, me quedo mirando su figura hasta que desaparece, el resto del día me quedó como flotando en las nubes ¿seria posible que tuviéramos algún futuro juntos?
Cerca de la noche estaba arreglandome para salir con Rodrigo, pero Isaac mi mejor amigo llega interrumpiendo en mi cuarto.
_¡Hola! ¿A donde iras?_ me pregunta mirando como cepillo mi cabello, ya estoy vestida, nunca he usado un vestido corto hasta las rodillas pero esta vez lo haré.
_Tengo una cita_ me muerdo el labio para no sonreír de la emoción.
_¿Con quién?
_Rodrigo.
_¡Ese tipo!_ Isaac responde con molestia.
_Si ¿por qué? ¿Acaso no puedo? Ahora deja término de arreglarme _ el sale de la habitación con bastante mal humor, pero no le hago caso, en cambio sigo alistandome, después de unos minutos bajó a la sala y me encuentro con que Isaac aun no se había ido_ Te dije que iba a salir_ le recuerdo.
_¿Por qué con él?_ pregunta algo confundido.
_Me gusta ¿entiendes?_ el se acerca a mi pero me alejó en cualquier momento podría llegar Rodrigo.
_Por favor abre los ojos, él no es para ti.
_Eso no lo sabes.
_Esta bien, adios_ me abraza y yo le correspondo por educación pero de pronto el me aprieta más a su cuerpo y comenzó a besar mi cabeza.
_¿Que haces? _ le preguntó confundida y cuando creo que me dejará me da un beso en la mejilla y luego me roba un beso en la boca.
_Me gustas_ me dijo mientras volvía a besarme trató de alejarme, pero el no me suelta, tiene más fuerza y no puedo safarme, de pronto siento como toman mi brazo y me alejan de él con fuerza.
_Disculpen la interrupción, solo que tu padre viene detrás mío y no quiero que presencié esta escena_ Rodrigo me mira con la mandíbula apretada, esta furioso lo sé, pero ha confundido las cosas.
_Lo siento_ dice Isaac y sale de la casa
_Rodrigo..._intentó decirle algo pero el me suelta del brazo se despide en un susurro y se va, mi corazón se rompe, voy detrás de él, pero ya es tarde, veo como arranca su auto y desaparece.