Les digo, no les digo, les digo, no les digo.
Así estoy en estos momentos, realmente estoy algo incomoda por esto. Las acabo de conocer y si muestro las cicatrices, no lo sé, siento que me veré obligada a contarles lo qué pasó. O más bien, es mi temor que al hacerlo todo cambie, y resulte lo mismo que ocurrió en Minnesota.
Después de quedarnos un rato más platicando en mi habitación, Danny llamo a su hermano para que pasara por ella e ir a dejar a Becky a su casa.
Sentada en el escritorio de mi habitación, frente a los ventanales contemplo el atardecer. Los amo. Yo soy creyente, y al ver las obras de arte que se pintan en el cielo pienso en si así es lo que pinta, como será Él. Puedo pasarme toda la vida contemplándolos. Pero lamentablemente no puedo, tengo que hacer tarea de interpretación de planos.
Bajo mi vista al libro que tengo enfrente, a ciertas notas y a mi iPad con la información abierta que nos pidieron buscar por internet. Suelto las plumas y me levanto de la silla caminando por toda la habitación, terminando parada frente al espejo de cuerpo entero.
Dudando un poco, de si existía la posibilidad de Caleb entrando a mi cuarto como en los últimos tres años, tomo el borde de mi sudadera y con lentitud comienzo a subirla. Revelando primero mi vientre, con una pequeña cicatriz de su lado izquierdo; siguiendo con mi cintura y un poco más arriba unas costillas ligeramente saltonas, no era gorda ni nada por el estilo, mis más cercanos — como Joe y Annie — decían que tenía una buena figura, pero a mi parecer, tenerlas de esta manera no causaba favores en mi silueta. El siguiente movimiento lo hago más rápido. Paso la sudadera por mi pecho y cabeza, para que esta quedara finalmente enredada en mis brazos. Una de las partes de mi que siempre oculto.
Con un suspiro la dejo caer de mis manos, mostrando parte de mi anatomía al espejo.
Mis cicatrices.
Eso es lo único en lo que me puedo enfocar en estos momentos.
Parte de mi mano derecha, el brazo entero, mi hombro y una parte de mis clavículas y mi cuello.
Esa es el área en el que se concentran mis cicatrices. Manchas de colores blanco, tonos más claros que el mío natural. Tuve mucha suerte de que uno de los doctores que me atendió del hospital tenía conocidos que trataban con la piel de tilapia, si no vienes sido por eso, mis marcas serían otras.
Esto es lo que me da miedo enseñar.
Se que estamos en otra etapa, que convivo ahora con gente más madura que entenderá esto, o gente que por estar metido en sus problemas ni siquiera lo notará. Pero también existen los universitarios que todavía le ven lo divertido a cosas cómo estás, son gente que nunca superarán la etapa de la preparatoria.
No es fácil para mi decirles esto de golpe a Danny y a Becky apenas empezando a conocernos. Sin embargo, son etapas que tengo que superar, y se que ellas tienen una historia, una increíble que algún día debería contar, y por el simple hecho de que las tengo gracias a que sobreviví a un incendio tan grande como el que me toco, con más orgullo y sin penas debería demostrarlas.
"Danny Coleman
Danny Colman: Hey, ¿Entonces qué dices? ¿Si vamos mañana después de la USF al centro comercial? Recuerda que mi hermano nos lleva.
8:13pm.
Noah Silver: ¡Claro que si!
Ya lo pensé bien y si, creo que hacer eso me sentará bien
8:14pm"
Bien, estoy lista. Vamos a superar esto.
• • •
Bajo las escaleras del penthouse e ignorando a Caleb, tomo una manzana y salgo del edificio.
Me coloco mis audífonos y reproduzco una canción aleatoria de mi playlist. Estoy algo nerviosa, pero extrañamente de buen humor. Creo que no pensé hacer esto tan pronto.
Digo, tampoco es como que vaya a llevar con las cicatrices expuestas, no, nada de eso; llevo puesta mi ropa normal, una sudadera corta que termina a la altura de la cintura, de color gris, unos jeans negros y unos cómodos tenis blancos. Lo sé, algo básico, pero fue lo mejor que encontré para no cocerme como un pollito rostizado.
El camino a la universidad se me pasa rápido, busco las cosas que me faltan y me meto a clases donde me encuentro con Danny.
— ¡Noah!
— ¡Hey! ¿Qué tal todo? — me animo a preguntar.
— Súper bien. Oye, en el intermedio de clases hablamos con Becky para lo de hoy.
— Claro. Pero primero, tengo algo que decirles a ti y a Becky.
— Okay...
— Buenos días, clase — entra el profesor cerrando la puerta.
— Más tarde lo hablamos — susurra mi amiga a lo que yo asiento.
— Clase, anteriormente estábamos viendo las funciones. Ahora les explicaré los intervalos — mientras el maestro va hablando, yo saco mi cuaderno en su materia y me preparo para hacer anotaciones sobre la explicación — En esta materia, surgirán lo que son los intervalos, se les pone una terminología y notación específica. La desigualdad...
"a < x < b".
Escribe en el pizarrón.
— Describe un intervalo abierto, damas y caballeros — prosigue — consiste en todos los números de a y b, pero no incluye sus extremos. Y se representa...
Editado: 28.10.2020