Parte I Capitulo 9

Maxine, observando el lado tierno de Ominis, se ríe y sugiere amigablemente: "Creo que podemos verlo en la semana, ¿no? Volvamos antes de que nos castiguen, Ominis." La complicidad y el entendimiento crecen entre ellos, marcando el comienzo de una nueva etapa en su relación.

Ominis Gaunt, con una sonrisa encantadora, toma las manos de Maxine con delicadeza, expresando su respuesta con un toque de ternura. "Por... por supuesto...", comienza, creando una pausa que añade un matiz de anticipación. "...pero...", agrega, deteniéndose momentáneamente antes de mirar a Maxine directamente. "¿Podemos...?... ¿Podemos darnos otro beso...? ¿Por favor?" solicita, buscando profundizar en la conexión que están forjando.

Maxine Borage, decidida, niega con la cabeza y le responde con un tono juguetón. "Mmm, no, Ominis. Tendrías que ser mi novio para eso, aún no lo eres...", desafía con una mirada traviesa.

Ominis, ante la respuesta de Maxine, levanta las cejas, mostrando una breve decepción. "A... a... a bueno...", responde, pero enseguida se da cuenta de que la idea de tener a Maxine como su novia le agrada, y vuelve a sonreír con encanto. "¿Cuándo... te... cuando te... cuando podríamos... ser novios?" pregunta, expresando sus deseos con un toque de impaciencia y expectativa.

Maxine, sonrojada y aún indecisa, responde con sinceridad. "No lo sé, jajaja", murmura entre risas, y tanto Maxine como Ominis regresan a sus respectivas habitaciones para dormir, cada uno sumido en sus pensamientos.

Ominis, recostado y mirando el techo de su cuarto, sonríe al recordar los momentos compartidos con Maxine. Sus pensamientos lo acompañan hasta quedarse dormido, imaginando la felicidad que podría traerle tener una relación con ella.

Por otro lado, Maxine, sonriendo en su cama, recuerda al "Tonto" de Ominis, como le gusta llamarlo. "¿Así se siente el primer amor?", murmura mientras se sume en la tranquilidad del sueño, dejando que los recuerdos y las emociones la acompañen en su descanso.

Casi al instante, Ominis se sumerge en un sueño que lleva consigo una mezcla de emociones y escenarios.

En el sueño, Ominis sonríe, pero esa sonrisa se desvanece rápidamente. Se encuentra en la gran sala junto a Maxine, y ella le entrega un beso. Luego, en un giro de eventos surrealistas, Maxine aparece en el pasillo, se voltea y le regala otro besol.

Finalmente, Ominis se encuentra de vuelta en su cuarto, y Maxine le concede un último beso antes de desaparecer en la imagen onírica.

Mientras tanto, Maxine, al despertar al día siguiente, se viste con su uniforme habitual. Aún medio adormilada, se dirige al gran comedor, listo para enfrentar un nuevo día. 

Ominis Gaunt se encuentra en el comedor, rodeado de sus compañeros, pero su ánimo se torna un tanto sombrío al no encontrar rastro de Maxine. De repente, como un destello de luz en la penumbra, la descubre a su lado y su rostro se ilumina con una sonrisa.

"¡Maxine! Hola..." saluda Ominis con entusiasmo.

Una pausa llena de significado sigue, y Ominis, con una expresión sugerente, la llama en un susurro suave. "Maxine... ven..."

A Maxine, al escuchar su nombre pronunciado de esa manera, le recorre un escalofrío. De repente, una lluvia de recuerdos de la noche anterior la abruma, cerrando sus ojos por la vergüenza. Después de un momento, los vuelve a abrir y, con voz algo entrecortada, saluda tímidamente. "Buenos días, Ominis..."

Ominis, percibiendo la reacción de Maxine, toma su mano y, con un toque de nerviosismo, confiesa sus sentimientos. "Maxine... quería decirte... que... te... te... me... me..." titubea antes de soltar un susurro apasionado. "Te queeeiro..."

Sin embargo, de repente, su tono se aclara y Ominis parece debatirse internamente, como si estuviera inseguro de cómo continuar. "I...inclu... incluso si... incluso si... no... no... no me lo permites..."

Maxine, en medio de su sonrojo y desconcierto, responde con una sonrisa nerviosa. "Yo... también te quiero, Ominis." En su mente, se pregunta por qué ha dicho eso, sintiéndose vulnerable ante la expresión de sentimientos tan abiertos. 

Ominis Gaunt, con ojos brillantes y una sonrisa que ilumina su rostro, muestra sin lugar a dudas su felicidad. Su pregunta, llena de ansias y emoción, corta el aire como una brisa fresca.

"¿Quieres que...que...que...que seamos...?" Ominis suspira, sus emociones palpables en el aire. "¿Novios?"

Maxine Borage, sorprendida por la pregunta súbita, casi se ahoga con el jugo que estaba tomando. "Ominis... no puedes preguntarme eso de repente, aún sigo dormida", responde, molesta pero con una sonrisa que indica su complicidad.

Ominis, consciente de su arrebato, se disculpa con una sonrisa sincera. "Perdón... lo sé... lo sé.... puedo ser muy... ehhh... 'excitado'.... y... puedo... exagerar... un poco... a veces...", admite con humildad. Sin embargo, sus ojos reflejan un deseo genuino. "Pero... aunque es que... Aunque es que... aunque es que me gustaría mucho..." titubea ligeramente antes de lanzarse con determinación. "si...si... si eres mi novia..."

Maxine, aún sorprendida y un tanto confundida por el término "excitado", se ahoga nuevamente. "¿Qué? Tal vez quiso decir 'emocionado', tranquilo tonto corazón", piensa Maxine. "¿Quisiste decir emocionado?" pregunta en voz alta, tratando de disipar la confusión en el ambiente.

Ominis Gaunt se cubre la cara con las manos, una sonrisa juguetona en su rostro.

"¡Puede que haya parecido eso... pero..." Ominis se detiene momentáneamente, ponderando sus palabras. Sin embargo, decide sincerarse con un toque de vergüenza. "Y... ¡sí! Me estoy emocionando."

Un sonrojo y una expresión de vergüenza se apoderan de su rostro mientras pronuncia las palabras finales.

"...por ti."

Maxine Borage, encantada por la tierna confesión de Ominis, siente una oleada de felicidad. Su corazón late rápidamente, aunque intenta disimularlo.