Capitulo 8
El profesor de pociones no se dejó engañar fácilmente. En un tono educado pero firme, le indicó a Maxine que no debería estar en ese lugar. "No te lo volveré a preguntar, señorita", advirtió Snape. Dio un paso adelante, mostrando su desaprobación. "Entrégame ese libro", le ordenó a Maxine, "yo me encargaré de eso".
Maxine Borage se desplazó elegantemente hacia un lado, su sonrisa iluminando su rostro con una chispa traviesa. "Solo quería saber… que edad tiene profesor", comenzó, su voz dulce como el susurro del viento entre los árboles. Sus ojos, vivaces y curiosos, buscaban los de Snape con astucia.
Snape, alzando las cejas con una expresión que denotaba una leve sorpresa, posó su mano en la varita y soltó un pequeño suspiro. "¿Por qué quieres saber cuántos años tengo, señorita?" inquirió, con un tono severo. "Eso parece una pregunta extraña, en primer lugar."
Maxine, sin embargo, no se dejó intimidar. "Solo quería saber..." repitió, con una risa traviesa danzando en sus labios. Sus movimientos, gráciles como los de una bailarina, revelaban una confianza intrigante. Snape, imperturbable, aguardó para ver qué más tenía Maxine que decir ante su respuesta.
Severus Snape observó a Maxine, quien aún parecía interesada en conocer su edad. "Tengo veintiún años, señorita", dijo en voz baja.
"¿Puedo preguntar por qué necesitas saber eso?" Snape tenía una expresión curiosa en el rostro mientras esperaba su respuesta. Se preguntaba por qué la joven de Slytherin de repente le había preguntado cuántos años tenía en primer lugar.
Maxine Borage parpadeó, aparentemente desconcertada. "¿Entonces, no tengo oportunidad con usted?" preguntó, con un deje de tristeza en su voz. Sus pestañas, largas y oscuras, ocultaban momentáneamente la mirada que revelaba una mezcla de vulnerabilidad y determinación.
Severus Snape alzó una ceja, su expresión reflejando incredulidad y confusión mientras miraba a Maxine.
"¿Disculpe, señorita? ¿Está insinuando que tiene un interés romántico en mí?" preguntó, aparentemente sorprendido. "¿Qué le hizo pensar así, si puedo preguntar?"
El semblante de Snape parecía haberse ensombrecido, y la mirada que le dirigía a Maxine era severa. "Soy mayor que usted", dijo lentamente, en un tono tranquilo. "No entiendo por qué tendría un interés romántico en mí, señorita Maxine."
Maxine Borage escapó con el libro entre las manos, observando que Snape estaba momentáneamente confundido. En su huida, su mirada revelaba una combinación de astucia y curiosidad, como si estuviera disfrutando de la intriga que había desatado.
Al percatarse de que Snape estaba momentáneamente confundido, Maxine supo que tenía la oportunidad perfecta para escapar. Mientras su atención estaba distraída, ella agarró rápidamente el libro y salió corriendo.
Severus corrió tras ella y gritó: "¡Vuelve aquí, señorita! ¡Devuélveme mi libro!"
En ese instante, Severus empezó a darse cuenta de que Maxine realmente pretendía quedarse con ese libro. Y él lo quería de vuelta, a cualquier costo...
Maxine Borage, sin detenerse, se dirigió a hablar con el Profesor Binns para indagar más sobre historia. Su determinación brillaba en sus ojos mientras buscaba respuestas en el anciano profesor.
Después de arrebatarle el libro a Snape, Maxine se encaminaba ahora hacia su próximo objetivo: el Profesor Binns, encargado de la asignatura de Historia de la Magia. Tenía la esperanza de obtener información sobre el hechizo que figuraba en el contenido del libro. Así que decidió hablar con Binns, ansiosa por descubrir más información...
Maxine Borage entró en el aula del Profesor Binns.
Maxine se dirigió al aula en la que se impartía Historia de la Magia, siendo esta la clase del Profesor Binns. "Profesor Binns, ¿sería posible que me enseñara un poco sobre hechizos y maldiciones antiguas? Parece que tiene un conocimiento profundo en este tema en particular," dijo, con cortesía.
La pregunta de Maxine tomó por sorpresa y complació a Binns.
"Por supuesto, señorita Maxine, puedo enseñarle sobre hechizos y maldiciones antiguas, sí. De hecho, estoy dando clases sobre ese mismo tema en este momento. Me encantaría ayudar a una estudiante tan interesada como usted," dijo el Profesor Binns con alegría.
Pero, parecía desconcertado por su pregunta sobre un antiguo estudiante de Slytherin. Se volvió hacia ella, alzando una ceja, y preguntó:
"¿Hay alguna razón específica para tu pregunta, señorita Maxine? ¿A quién te refieres exactamente?"
Maxine Borage respondió con incertidumbre, "No lo sé, solo estoy investigando, ya que nadie puede entrar en la sala común de Slytherin". Su respuesta dejó en el aire un halo de misterio y una sutil intriga que capturó la atención de Binns.
"Ah, veo," notó el Profesor Binns, dándose cuenta de que Maxine también había oído hablar de la puerta cerrada con llave de la sala común de Slytherin. "Así que eso es lo que ha despertado tu intriga," preguntó el profesor, con curiosidad.
Estaba emocionado por poder enseñar a una estudiante tan interesada en su materia. "Bien, si estás interesada en hechizos antiguos y maldiciones, entonces comencemos con la lección," le dijo a Maxine, con alegría. "Por favor, toma asiento. Y siéntete libre de hacer cualquier pregunta."
Maxine Borage se acomodó, y el profesor Binns reveló: "Verás, hubo un estudiante en Slytherin, de hace muchos años, que intentó abrir un portal a un lugar peligroso."
"Había intentado crear un hechizo específico para hacerlo. Sin embargo, no tuvo éxito y resultó en algo diferente… Parece que el hechizo salió mal... Terminó sellando la sala común de Slytherin. Y nadie sabe qué estaba intentando hacer..."
Maxine escuchó atentamente, sumergiéndose en el misterio de la antigua historia que se desarrollaba ante ella.
"Podría haberlo escrito en algún lugar," comentó el Profesor Binns a Maxine. "Es posible que haya dejado algo que contenga la solución a este misterio."