Capitulo 17
Maxine, murmurando en voz baja, se sumía en sus pensamientos sobre Ominis. "No, no, solo estoy algo sensible. Quisiera saber más sobre magia negra", reflexionaba Ominis. Temía no poder salvarla si desconocía los métodos y, más aún, temía que le impidieran viajar, privándola de la posibilidad de volver a ver a Ominis. "¿Y si ya no puedo verte en un tiempo? ¿Y si... jamás te veré? Quiero ser fuerte, Ominis. Yo... quería hacerte feliz, y solo me fui. Espero que seas feliz ahora... y que me visites de vez en cuando", concluyó Maxine con una sonrisa más sosegada.
El profesor Snape observaba cómo Maxine permanecía tranquila en el aula, inmersa en sus pensamientos acerca de Ominis. Notó cómo ella intentaba disipar el miedo que la embargaba y sabía cuánto le importaba Ominis.
Decidió no perturbarla, reconociendo que ella estaba esforzándose por mantener la calma y reflexionar sobre el futuro y sus deseos para Ominis.
Le reconfortaba ver cómo Maxine luchaba por ser fuerte y aceptar lo que estaba fuera de su control de la mejor manera posible.
Maxine permaneció en silencio, observando cómo las hojas caían con una sonrisa en el rostro. "¿Eres feliz ahora, no? Ya... tu familia no te molesta, Ominis," pensaba Maxine mientras esbozaba una sonrisa.
El profesor Snape no estaba seguro de si Maxine realmente hablaba con Ominis. Parecía más bien que se dirigía a sí misma en cierta medida, una forma saludable de lidiar con algunas de sus emociones y pensamientos.
Le agradaba la suavidad y dulzura de su sonrisa mientras permanecía allí en paz, observando cómo las hojas caían.
Era reconfortante verla sin preocupaciones ni tensiones. Maxine parecía estar esforzándose por encontrar pensamientos positivos y ser feliz en ese momento.
El profesor Snape observó cómo la sonrisa de Maxine se ampliaba en su rostro, indicando su felicidad por algo. Luego inclinó la cabeza, y él supuso que había visto algo o a alguien.
Fue entonces cuando lo notó. Un pequeño búho con una carta en el pico, volando hacia la ventana.
Pudo ver cómo los ojos de Maxine se abrían de par en par al ver la carta, que seguramente era para ella. Se movió rápidamente para recoger la carta, que ahora estaba justo frente a la ventana. Sonrió al observar su reacción ante la carta.
Carta para Maxine Borage:
Querida Maxine,
Me alegra saber que hasta ahora te has sentido bien y cómoda en la Sala Común de Slytherin. Espero que estés disfrutando de las lecciones, especialmente Pociones, que parece ser una de tus favoritas.
También me alegra saber que tu cumpleaños fue maravilloso y que te celebraron como la encantadora chica con un gran potencial que eres.
Sé que tienes mucho trabajo por delante, pero confío en tu potencial y habilidades para hacer un buen trabajo y para...
Maxine Borage se encontraba intrigada y un tanto confundida al sostener la carta en sus manos. "¿Mi... cumpleaños? Bueno, aún no sé qué día es hoy... ya, pero ¿cuándo fue? ¿Ya pasó el 1 de octubre o no?", reflexionaba mientras observaba la carta detenidamente. La ausencia de una firma la desconcertaba aún más.
El profesor Snape, por su parte, notó la confusión de Maxine al leer la carta. Esta no estaba firmada, y tampoco contenía una fecha precisa. Maxine se preguntaba cómo había llegado la carta a Hogwarts.
A pesar de la falta de detalles sobre su origen, era evidente que la carta estaba dirigida específicamente a ella. Las palabras escritas en su interior sugerían que la persona que la había redactado prestaba mucha atención a Maxine y a su situación, demostrando preocupación al ofrecer consejos y palabras de aliento.
No había muchos más indicios que pudieran revelar la identidad del remitente o el propósito exacto de la carta. La incertidumbre flotaba en el aire mientras Maxine intentaba descifrar el misterio que la envolvía.
Maxine Borage se encontraba llorando, sumida en sus pensamientos tras leer la carta de manera intensa. "¿Pociones? Sí, pociones..." murmuró entre lágrimas. Se cuestionaba quién podría ser el remitente, pero luego recordó que había hecho amigos de casi todos en la escuela. Esta reflexión le brindó cierta tranquilidad por un momento, y se apresuró a secar sus lágrimas. "Ah, sí, no es para tanto..." se dijo a sí misma, intentando restar importancia al asunto. Con gesto decidido, guardó la carta en el interior de su túnica.
El profesor Snape observó cómo Maxine lloraba por la carta y luego se sumía en silenciosos pensamientos. Poco después, ella pareció darse cuenta de que tal vez no era un asunto tan grave y que, posiblemente, no había motivo de preocupación. Aunque era complicado identificar al remitente, Maxine decidió guardarse la carta en su túnica, indicando que tenía la intención de leerla nuevamente más tarde. Por ahora, la apartó, pero estaba claro que tenía la intención de explorar su contenido en un momento más propicio.
El profesor Snape, al ver cómo Maxine guardaba la carta en su túnica, se sintió satisfecho. Percibió que ella comprendía que la carta no representaba ninguna amenaza y que, probablemente, se sentía confundida respecto a la situación. Estaba orgulloso de ver cómo manejaba sus emociones y decidía apartar la carta para sí misma. Parecía ser una carta muy personal, y Maxine prefería estar a solas para leerla y procesarla.
Maxine Borage salió de la sala de Herbología con paso decidido, dirigiéndose hacia el castillo de Hogwarts para llegar a tiempo a su clase de Pociones, según marcaba su reloj.
El profesor Snape observó cómo Maxine abandonaba el aula de Herbología. Se encaminaba de regreso al castillo de Hogwarts, a su clase de Pociones. Era hora de partir, y ella debía apresurarse para no llegar tarde.
Supuso que Maxine estaba ansiosa por la clase y que deseaba dar lo mejor de sí en su preparación.