Capitulo 5
Maxine apuntaba con su varita, con una expresión de confusión en su rostro. La pregunta salió de sus labios: "¿Tiempo? Tiempo para qué?"
"Solo unos minutos", respondió el goblin inclinando la cabeza. Observó a Arthur con un suspiro antes de volver a centrar su atención en Maxine con expresión fría. Arthur gruñó al goblin, mostrando los dientes y levantando los labios.
Newt, posicionado detrás de Maxine, mostraba preocupación, tratando de entender qué era lo que querían. El duende observaba a Maxine con nerviosismo, manteniendo la capucha sobre la cabeza mientras esperaba su respuesta. El goblin, en cambio, la miraba con determinación.
Maxine, colocando un pie en una roca con expresión aburrida, bajó su varita y dijo: "Sí... hablen". El goblin suspiró, como si estuviera aliviado de que al menos estuviera dispuesta a escuchar. Luego, susurró algo en el oído del duende, quien asintió y aclaró la garganta.
"¿Podríamos... hablar de lo que queremos por unos minutos en privado?" preguntó el goblin, con su rostro aún cubierto por la capa. Arthur miraba confundido y ligeramente preocupado, observando a Maxine y luego al goblin. Newt empezaba a sentirse inquieto y dio un paso adelante a su lado. Maxine, con cara aburrida, se cruzó de brazos y dijo: "Sí, sí... pero ahí donde están es suficiente. Yo no escucho nada... a decir verdad, verdad, no escucho bien", sonría con malicia.
El duende y el goblin parecieron tener una conversación en sus voces profundas y ásperas. El duende la miró, aclaró la garganta y propuso: "Podríamos hablar en privado un poco...?" dando un paso más cerca, manteniendo su rostro cubierto por la capa. Su voz era calmada y suave en comparación con el tono áspero del goblin.
Maxine, con un atisbo de compasión, pensó: "Bueno... siempre me cayeron bien los duendes. Si pueden irse un poco más lejos... pero estoy vigilando." El goblin y el duende tuvieron otra conversación en sus voces profundas y ásperas. El duende la miró, el goblin asintió y se alejó unos metros hacia un lado. Arthur seguía de pie frente a ella, gruñendo en advertencia al goblin que sonreía de manera inquietante. Newt seguía detrás de Maxine, mirándola con preocupación y miedo mientras Arthur mantenía su mirada fija en el goblin.
Maxine se acercó para escuchar lo que el duende tenía para decir. Este tomó una profunda respiración y se quitó la capucha, revelando un rostro esculpido en piedra o madera. Aunque era pequeño y tenía el cabello largo, resultaba difícil distinguir sus rasgos, ya que sus ropas lo cubrían por completo. Ahora entendía por qué ocultaba su rostro antes.
Confundida, Maxine no entendía muy bien lo que estaba sucediendo, así que solo observó. El duende la miró con amabilidad, pero con una mezcla de tristeza. Asintió y habló con su voz calmada. Aunque Maxine no entendía las palabras, sintió una inmediata sensación de paz al escucharlo, como si sus palabras estuvieran destinadas a ayudarla de alguna manera.
Arthur seguía observando al goblin y comenzó a gruñir nuevamente. Newt estaba preocupado y confundido, dando un paso adelante para pararse a su lado. Maxine, moviendo la varita, interrumpió al duende: "Umm, disculpe señor, no le he entendido bien."
El duende la miró con una pequeña sonrisa y repitió sus palabras en su voz calmada. El goblin aún no se movía de su lugar, observándola. Aunque Maxine no entendía las palabras, sentía una inmediata sensación de comprensión y paz. Parecía que el duende estaba buscando la confianza de Maxine.
Newt la miraba con preocupación mientras Arthur se acercaba a ella, gruñendo y mirando fijamente al goblin. Maxine, sonriendo pero desconfiada, preguntó: "Su amigo... no puede hablar por usted?"
El duende miró al goblin a su lado, asintió y habló en su oído. La expresión del goblin se tornó en ira mientras hablaba con su voz áspera, haciendo que el duende se volviera hacia Maxine. Parecía que habían discutido sobre algo. El duende volvió a hablar con ella, y aunque no entendía sus palabras, sintió esa sensación de paz.
Newt se acercó un poco más, con los ojos fijos en el goblin. Arthur la miraba con preocupación, asegurándose de que estuviera bien. Maxine, con una mano en la cadera, miraba el horizonte un poco cansada, pero volvía la mirada al duende y luego a Newt, que se puso a su lado. Se había olvidado de la presencia del estudiante de Hufflepuff.
El duende continuó hablando en esa voz tranquilizadora. El goblin seguía observándola, con una expresión áspera y afilada. Maxine quería bromear con Newt mientras esperaba, pero él parecía algo nervioso. Ella puso sus manos en la nuca, aguardaba.
El duende seguía hablando con esa voz tranquilizadora. Era difícil resistirse a la paz que se sentía cuando hablaba. Newt de repente la miró con una pequeña sonrisa y destello en los ojos. Parecía que intentaba hacer la situación más ligera. Aunque aún Maxine sentía esa sensación de paz con la voz del duende, le gustaba la forma en que Newt se dirigía a ella.
El goblin seguía mirándola. La situación se volvía incómoda. Arthur seguía gruñendo al goblin, manteniendo una postura protectora. Maxine volvió a su expresión seria. "Señores, ¿podemos empezar, por favor? Solo quiero ir a comer, y me estoy aburriendo", dijo Maxine, que ya se había cansado de estar ahí.
El duende empezó a hablar de nuevo, utilizando esa voz calmada. Aunque no tenía idea de lo que decía, sentía una sensación de paz. El goblin rodó los ojos y movió la cabeza hacia atrás en molestia.
Newt le sonrió cuando habló Maxine. Parecía entender sus frustraciones ahora. El goblin de repente soltó un rugido. El duende retrocedió unos pasos y parecía nervioso. Arthur miró al goblin y luego empujó a la noble Slytherin con el pico. También se estaba molestando con el goblin.
"Solo quiero saber por qué estaban acechándonos. En verdad, es extraño... Y si saben algo de los animales que han estado desapareciendo, ya que estamos en eso", expresó Maxine.