Capitulo 6
Arthur mantenía una mirada penetrante en el goblin, sus ojos brillaban con una intensidad que denotaba una determinación férrea, listo para desplegar su destreza en combate ante la más mínima orden. Mientras tanto, Maxine buscó respuestas en Newt, instándolo con la mirada a revelar lo que entendía de la situación. Newt, entre risas leves, se volvió hacia ella, sus ojos centelleaban con complicidad.
"El duende dice que..." comenzó Newt, capturando la atención de Maxine. Con gestos hábiles, se comunicaba con el duende, y el goblin parecía aguardar con una mezcla de confusión e interés. El duende, con su voz tranquilizadora, habló durante unos minutos, sumergiendo a los presentes en una conversación misteriosa.
El brillo en los ojos de Newt persistió mientras se dirigía de nuevo hacia Maxine, y con una sonrisa cómplice le comunicó: "El duende dice que necesita tu ayuda." El goblin, por su parte, mostraba una mezcla de confusión e intriga en su expresión, como si estuviera a punto de sumergirse en una trama desconocida.
La risa juguetona de Maxine rompió la seriedad del momento. "¿Eso fue todo? Bueno, está bien, sí, sí," respondió entre risas, estirándose con gracia. Curiosa por la tarea que les encomendarían, preguntó con genuina curiosidad, "¿Qué ayuda necesitan?" Sin embargo, la paciencia del duende parecía agotarse, y el goblin, frustrado, intercambiaba palabras acaloradas con su compañero. El duende, manteniendo su tono tranquilo pero elevando la voz, continuó con la conversación, envolviendo la escena en un manto de misterio y urgencia.
"¿Podrías asistirnos en la búsqueda de las criaturas que han estado desapareciendo? Por su propio bien. Es crucial", expresó el duende con seriedad. Newt intervino tras la finalización de las palabras del duende, transmitiendo el mensaje de manera concisa, "Necesita tu colaboración para localizar a las criaturas extraviadas. Es por su bien. Asegura que es de suma importancia."
Maxine, con la mano descansando en su barbilla, respondió con una expresión pensativa, "Ummm, ¿hay alguna recompensa?" Su tono, aunque ligero, ocultaba una curiosidad genuina. Newt, en silenciosa complicidad, rió suavemente mientras dirigía su mirada hacia el goblin. Este último, entre rodar de ojos resignados, asintió en respuesta. El duende, con una sonrisa intrigante, también confirmó con un gesto de cabeza.
"El duende comenta que él y el goblin estarán dispuestos a recompensarte por tu ayuda en la búsqueda de las criaturas extraviadas", reveló Newt, mientras Arthur gruñía nuevamente al goblin, quien respondió con un suspiro y otro gesto de desdén. La noticia sorprendió a Maxine; finalmente tendría una compensación financiera, aunque su mente jugaba con la idea de que tal vez la tarea sería más peligrosa de lo que aparentaba, dado el incentivo económico.
Entre risas, Maxine cedió, "Sí, sí, de acuerdo, me tienen. ¿En qué puedo ayudar? ¿Tienen alguna pista o información para comenzar la búsqueda?" Su disposición para embarcarse en la tarea, a pesar de la motivación financiera, reflejaba la mezcla de valentía y curiosidad que la caracterizaba.
La voz del duende resonaba serena, aunque sus facciones delataban una inquietud palpable. En un rápido intercambio de palabras, el duende negó con la cabeza, y enseguida, su tono se volvió áspero, transmitiendo una urgencia que no pasó desapercibida. El duende asintió después de escuchar, revelando una comprensión recién adquirida. Un suspiro escapó de sus labios, y sus ojos se posaron nuevamente en Maxine con una expresión que emitía una extraña mezcla de tristeza y esperanza, su voz resonando con una suavidad que transmitía confianza.
"Los últimos avistamientos reportados fueron en el norte, junto al río. Si puedes ayudar...", tradujo Newt, llevando la información a un plano tangible. Arthur, en un gesto protector, se acercó al duende, mientras Maxine, con una mano amorosa, acariciaba a Arthur. La idea de dirigirse al norte no parecía disuadir a Maxine, quien respondió con entusiasmo, "¿Al norte? Sí, sí, vamos..." Su mirada se dirigió a Newt, entre dudas sobre si él la acompañaría en esta nueva empresa.
Arthur, como despidiéndose, tocó a Maxine, mientras Newt dirigía su atención primero a Arthur y luego a Maxine. Asintió con la cabeza, sus ojos destellando con determinación, y extendió su mano hacia ella. "¿Podría unirse a nosotros?", propuso, ofreciendo la posibilidad de compartir el camino que se extendía ante ellos. La conexión entre sus miradas reflejaba una invitación a la aventura y, quizás, a algo más profundo que estaba por descubrirse en el viaje hacia el norte.
"Sí, sí, por supuesto", respondió Maxine, transformando su actitud con una rápida transición. Aunque no lamentaba haber enfrentado a aquellos que los amenazaban, la atmósfera actual parecía haber recobrado su equilibrio. Newt, con una sonrisa, tomó la mano de Maxine, disipando la tensión que había impregnado el ambiente momentos antes. Mientras tanto, el goblin, en un gesto de desdén, rodó los ojos, mientras el duende avanzaba hacia Maxine, revelando una amabilidad que resultaba sorprendente.
Durante un breve intercambio entre el goblin y el duende, Maxine asistió a una conversación que se deslizaba en un misterioso murmullo. El duende, asintiendo con la cabeza, se volvió hacia ella. "El duende dice que Arthur vendrá a ayudarnos y que el goblin vendrá con nosotros", anunció Newt, compartiendo información que generaba más preguntas que respuestas. Maxine asintió, aunque su comprensión era solo parcial. La compañía se preparó para avanzar, dirigiéndose hacia el río en un gesto colectivo de determinación.
Con la brisa jugueteando con la capa del duende, este lideraba la marcha hacia el río. Newt caminaba a su lado, entrelazando sus dedos con los de Maxine. A su otro lado, el goblin observaba a Maxine de vez en cuando, un gesto que despertaba una curiosidad que ella apenas lograba comprender. La armonía que surgía entre los tres, en ese momento de camino hacia lo desconocido, se tejía con la promesa de misterios por desentrañar y emociones por explorar en las sombras del romance que se gestaba entre ellos.