Mazm: Dr. Jekyll y Sr. Hyde

Capítulo 2: La historia de la puerta

"No es una buena historia"

 Utterson mira todo seriamente, el espacio parece hacerse más sombrío. 

─ ¿Qué es todo esto? ─Pregunta extrañado─ Los puestos están rotos, a plena luz del día, ¿No es eso extraño? 

─ Sr. Utterson... ─Enfield le mira a los ojos─ Este puesto se rompió anoche. Lo vi. ─Suelta la verdad.

─ ¿Lo vio? ¿Qué paso aquí? 

─ Sí, Sr. Utterson. Fue horrible ─Parece temblar, y luego mira a la calle a su derecha, parece que vio algo─ ¡Oh dios! ¿Eso sigue ahí? 

 Utterson se aproxima al objeto. 

─ ¿Por qué hay un zapato de una niña aquí? No me diga que... 

─ Preferiría no hablar sobre el tema... Pero se lo contaré, Sr. Utterson. ─El aire se vuelve pesado, Utterson despega su vista del zapato para mirarle─ Un hombre espeluznante... ¡Pisoteó a una niña aquí! ─Con su pie pisa el suelo, recreando la escena. Sujeta su cabeza entre sus manos─ ¡Todavía puedo escuchar el sonido de los huesos crujir y a la niña gritando! Hizo eso sólo porque se chocaron... 

 Utterson pone una mano en su hombro, sacándolo de su trance. 

─ Cálmese, Enfield... Así que este zapato pertenecerá a aquella niña. 

─ Debería pensar eso. Escuchamos a la niña gritar, así que todo el mundo vino corriendo. 

─ ¿Le entregó a la policía? ─Enfield niega con la cabeza. 

─ No, llegaron a un acuerdo. Le dije que le diera 100 libras al padre de la niña. Recuerdo a la gente que le estaba maldiciendo como arpías. 

 Utterson mira el lugar. 

─ Todo este desastre... ─Vuelve a acercarse a los puestos─ ¿Cree que también fue él quien lo hizo? 

─ ¡Oh! Por supuesto, Sr. Utterson. Le vi dirigirse a una puerta de esa calle. ─Mira la nombrada calle frente a ellos. 

─ ¿Así que cree que fue quién hizo esto también? 

─ Sí. Creo que destruyó todo esto cuando volvía a casa. Su casa está al final de ese callejón sin salida. 

─ Ya veo... Vayamos a esa casa. 

 La vista de Utterson accidentalmente mira el boticario. 

─ ¿...Hay algo en el boticario? ─Pregunta Enfield. 

─ Oh... Me recuerda a alguien... ─Su mirada es nostálgica. 

─...Hay todo tipo de cosas en el boticario. Incluyendo las cosas terribles sobre las que hablaba, Sr. Utterson. 

─ ¿...Opio? 

 El opio es como una droga, aunque también se usaba como medicina o analgésico, al prohibirse las restricciones se podía encontrar libremente en las farmacias. La forma más común de usarlo es mezclarlo con agua o vino. 

─ El opio se puede obtener de cualquier lado. ─Se acerca a Utterson─ Cosas más desagradables. 

─ No me diga... Veneno. 

─Eso es. ─Empieza a susurrar─ Pero escuché... Incluso el veneno no es tan difícil de encontrar. 

 Utterson permanece callado. Luego de eso, camina hacia la puerta al final de la calle. 

─ Aquí, Sr. Utterson. ¡Esta es la puerta por la que apareció el hombre! 

 Utterson queda estupefacto, sin despegar sus ojos de la puerta. 

─ ¡Esta es...! 

─ ¿Conoce esta casa? ¿O conoce de quién podría ser? ─Enfield le pregunta. 

─ N...No... ¿El hombre escapó a esta casa? 

─ No escapó ─Niega─ El padre de la niña, el doctor y yo le seguimos hasta aquí... Y el hombre entró por la puerta y trajo dinero cuando salió. ¡Pero el problema no es el dinero! ─Exclama exaltado. 

 Ambos se colocan a un lado de la puerta, para hablar con más comodidad. 

─ ¿Qué quiere decir? ¿Qué hizo? 

─ Trató de pagar el resto del dinero con un cheque. ─Enfield saca el cheque de su saco─ Miré el cheque... ¡Y el nombre no era el suyo! 

─ ¿Cómo lo sabía? ¿Le dijo su nombre? 

─ Sabía que no era su nombre incluso antes de presentarse. Era el nombre de una persona muy famosa, así que le reconocí en seguida. ─Él empieza con sus conclusiones─ O amenazó al dueño del cheque para escribirlo... O lo tomo por la fuerza. 

─ ¿Quién era el dueño del cheque? ─Enfield traga.

─ Bueno... era el nombre de un amigo suyo. Creo que no debería decirle el nombre para proteger su honor. ─Desvía la mirada. Utterson le mira en silencio. 

 Ambos vuelven por la calle, antes de llegar a la principal, Utterson se gira. 

─ Umm. ─Aclara su garganta─ ¿Le ha preguntado a alguien más sobre esa puerta, Enfield? 

─ No, creo que cuanto más complicada sea la cosa, menos preguntas debería hacer. Así que no lo investigué una vez resuelto el incidente. 

─ Umm. Bien. Buen trabajo. ─Suspira.

 Y antes de irse vuelve a hablarle a Enfield

─ ¿El cheque estaba falsificado? 

─ Fui al banco para saber más, y descubrí que era real. ¡Así que no podía decir nada! 



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En el texto hay: drogas, violencia, suicidos

Editado: 11.03.2019

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