"Sonreí de solo pensar en ello."
29 de septiembre.
El Sr. Hyde se encontraba en un Pub, un lugar donde la gente se reunía a beber, no había restricciones en la entrada y la gente podía jugar o intercambiar información. Aquel lugar era de pisos de madera clara, paredes de madera oscura; En el fondo se encontraba la barra, con un barman en él.
Hyde miraba el lugar, ¿Buscando algo para destrozar...? ¿Tal vez? Un camarero noto la forma de su mirar.
─ ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué miras alrededor así?
─ Qué desagradable... ─Susurra un cliente.
Una de las camareras suspira.
─ ¿Otro cliente?
Hyde se acerca al cliente.
─ ¿Qué está mirando? ¿Nunca ha visto a un cliente en un pub? ─Le mira serio.
─ Oh, dios mío... Preferiría pensar que es un fantasma... ─Tal vez lo dice por su piel... o su aspecto horripilante─ ¿Por qué me está haciendo él esto...? ─Susurra.
─ ¿Me ha comparado con un fantasma? ─Su tono es sarcástico. ─ ¿Quiere ver algo peor? ¿Huh?
Luego se sienta en la barra, y le grita a una camarera.
─ ¡Eh, usted! ─Ella se gira a verle─ ¡Necesito una bebida! ¡Necesito una bebida de verdad!
La joven le sirve, su mano tiembla notoriamente.
─ T...Tenga, señor...
Hyde también prueba un poco de la comida, su expresión es sombría.
─ ¿Qué es esto? ¿Por qué la comida está tan blanda? ¿Dónde están las especias? ─Un gruñido sale de sus labios─ ¿Me estás despreciando?
─ S...Señor, no usamos muchas especias en nuestros cocinados... ─Su mirada esta fija en el suelo.
─ ¡Cállese! Si el vino está malo, romperé la botella. ─Su sonrisa es sádica.
La joven suelta un sollozo.
─ Lo siento. Lo siento mucho...
─ ¡Bwajajaja! ─Otra vez esa risa... ama hacer sufrir a la gente.
Se levanto y se acercó al camarero.
─ Oh, nunca te había visto por aquí... ─Comenta el hombre. Sus cabellos son rojos, al igual que su bigote. ─ Bienvenido. ¿Qué te puedo dar?
─ Camarero. Deme su mejor bebida.
─ ¿A qué se refiere con mi mejor bebida? ─Él no le entendía.
─ Oh, no sé. Probablemente un vino de 50 años por lo menos. ¿Algo digno de un caballero de mi cría?
─ ¿Vino francés? No tenemos nada de eso. ─Negó con la cabeza, y señalo es estante de botellas detrás de él─ Tenemos cócteles, brandy, absenta... ¿Qué tal nuestra mejor cerveza?
─ ¡Ja! Como esperaba. ─Sonrió mostrando los dientes. Algo malo tramaba...─ ¡Sabía que no iba a encontrar una bebida digna de un caballero en este pub sórdido!
─ ¿Qué? Tienes demasiado tiempo en tus manos si vienes aquí para creer problemas. ─Contestó de mala gana el camarero─ ¡Deja de crear disturbios e interrumpir mi negocio, ─Le empujó─ y piérdete antes de que llame a la policía!
─ ¿Disturbios? ─Su sonrisa se borró. ─ ¿Quiere ver un verdadero disturbio?
─ ¿...D...De qué estás hablando? ¡Vete!
Hyde se paró frente a la barra, y empezó a golpearla con su bastón.
─ ¿Quiere que me vaya ahora? Qué pena.
En unos segundos, rompió la madera, y los vasos cayeron al suelo.
─ Bwajajaja... ¡Cobardes!
El camarero le miro en silencio, no podía hablar por la sorpresa. Hyde rompió unas botellas.
─ ¿Está asustado de hacerme algo? ─Su sonrisa era peor que antes. Y su mirada se dirigió a unos barriles del fondo─ Oh, esto parece rompible.
Con su bastón empezó a golpearlos.
─ Me subestimaste, ¿Verdad? ─Dio un golpe más fuerte─ ¡Contéstame!
Siguió golpeándolo. El camarero se acercó rápidamente.
─ E...El barril...
─ ¡Ja! Mire. ¿Cuánto tiempo va a estar ahí temblando? ─Despego su mirada del barril, y se la dirigió al camarero─ Puedo destrozar este lugar delante de tus ojos, si lo deseas. ¿Todavía no puedes tratar a un caballero con debido respeto?
─ L...Lo siento... Perdóneme, señor... es mi culpa ─Hablo, aun temblando.
─ Bien. ¡Deberías haber sabido eso desde el principio! ─Riendo le dio otro golpe al barril.
Al final, lo termino rompiendo, el líquido se dispersó por el suelo. El camarero no lo entendía, había hecho lo que él quería.
─ ¡Espera! ¡Me disculpé...!
─ ¡Considera esto como un regalo para ti! ¡Una lección objetiva sobre cómo tratar a un caballero! Le sugiero que no me siga. Pero no lo hará, ¿No? Está ocupado. ─Arqueo una ceja, sabía muy bien que no lo haría. ─ ¡Adiós! Hágame algo mejor la próxima vez. ─Le miro con una sonrisa de advertencia─ Si no, probará algo más amargo que su ginebra barata...