¿me darías un último beso?

11. Hermandad

 

“Los hermanos no necesitan palabras, tienen su propio lenguaje de sonrisas, guiños expresiones, que pueden socavar cualquier cuento que les estés contando.”

 

23 de Marzo del 2006

 

La pequeña rubia podía ver por su ventana la gran tormenta que comenzaba a caer, claramente no era algo que le estuviera agradando ya que le tenía cierto miedo a las tormentas. Tomó su pequeño conejito blanco y bajó de su cama caminando despacio hacia la puerta de su cuarto, el sonido de un gran trueno hizo que abrazara más fuerte a Max, ese era el nombre del pequeño muñeco que se encontraba en sus brazos.

 

Las risas que provenían del cuarto de su hermano eran bastantes fuertes, claro que no más fuerte que los ruidos que provocaba la tormenta, sabía que su hermano mayor se encontraba con sus amigos ya que los había visto ingresar a su hogar más temprano.

 

Al abrir la puerta e ingresar todos los ojos se encontraban sobre ella, pero sin prestarle atención se paró al lado de la cama de Viktor.

 

—Mocosa, venga vete para tu cuarto que aquí no puedes estar — Paulo rápidamente se colocó de pie colocándose detrás de la pequeña.

 

—Kimberly ¿Qué haces aquí?

 

—Es que quiero dormir contigo ¿Puedo quedarme?

 

—No, no puedes quedarte enana. Venga vete para tu cuarto, venga vamos— Paulo tomó de los hombros a Kimberly haciendo que comenzara a caminar hacia la puerta.

 

Un fuerte manoton por parte de Viktor llamo mas la aencion tanto de los hombres como mujeres que se encontraban alli— Como le vuelvas a poner la mano encima a mi hermana, te la arranco idiota.

 

El pelinegro se devolvió a su cama y todos miraban entre sorprendidos y enternecidos la escena que acaba de ocurrir. Vik llevó a su hermana a su cama e hizo que se metiera en esta junto con él. Sabía el terror que este tipo de fenómenos naturales podían causar en la pequeña.

 

Actualidad.

 

Después de mis cansadoras clases salí fuera de la universidad buscando mi auto, aunque un pequeño revuelo femenino llamó mi atención no era normal ver este tipo de situaciones por lo que me acerqué viendo al causante de dicho alboroto. Viktor Ivanok, me acerqué despacio viendo un grupo de jóvenes acosar a mi hermano. Al percatarse de mi presencia simplemente les sonrió alejándose de ellas para darme un fuerte abrazo.

 

—Kimby, hasta que sales pensé que iba a tener que pedir a alguien que te buscara, estoy segura que cualquiera de ellas mataría para hacerlo.

 

—Bobo, ya suéltame me despeinas y arrugas mi ropa .— Hice una mueca haciendo que Viktor me soltara mientras reía.

 

—Ven vamos, tenemos que hablar. Dame las llaves de tu auto.

 

—Si, iba a preguntar por tu raro mensaje de la mañana ¿En que has venido?

 

—Me trajeron, yo conduciré soy muy joven y hermoso para morir. — Me guiño un ojo antes de extender su mano hacia mi. Rodé mis ojos sacando las llaves de mi auto colocando estas en la palma de su mano. —Buena niña. 

 

Caminamos hasta mi coche y subí del lado del copiloto colocando el cinturón de seguridad, baje el espejo para observarme y acomodar mi cabello. — Entonces… ¿De qué querías hablar?

 

—Hablaremos cuando lleguemos al restaurante ¿Cómo estuvo tu día?

 

—Bien, algo cansador tube examen. Me fue bien.

 

—Me siento orgulloso de ti.

 

El camino realmente fue corto, ya que Viktor se estacionó en un restaurante. Me quite el cinturón para ir hacia la entrada, Vik dió su nombre para confirmar la reserva. Caminamos hasta la mesa que nos correspondía y tomamos asiento.

 

—Viktor, realmente me causa curiosidad el saber que deseas. Tú no eres de enviarme ese tipo de mensajes solo porque si.— Realmente no era buena esperando, era impaciente demasiado ha decir verdad. Lo mire con ojos de cachorrito e hice un puchero.

 

—Ay, no puedo con esa carita. Esta bien te diré, te ví saliendo de un departamento con el vampiro y realmente quería saber cómo van las cosas o que está sucediendo ¿Que sientes por él Kim?

 

Su pregunta realmente me había tomado por sorpresa, también me apenaba que me hubiese visto saliendo del departamento de Dennis ya que yo no era de hacer ese tipo de cosas. —Yo… Vik me siento muy apenada que me vieras saliendo de casa de Dennis…

 

—Kim, no me molesta ni pienso nada malo de ti, se la clase de persona que eres y jamás me decepcionaria de ti. Solo me preocupa que te hagan daño, ni que tú le hagas daño parece bien chico.

 

—Gracias. Sobre el resto de tus preguntas no sé que siento por él, tampoco sé que siente por mí o bueno dijo que le gustaba pero no sé. Todo esto es muy nuevo para mi, me siento nerviosa cuando estoy con él, me sonrojo por sus halagos y no sé, me gusta pasar tiempo a su lado, pienso en él algunas veces cuando está lejos.

 

—Kim, te gusta por todo lo que me dices el te gusta realmente y me alegra escuchar eso. Es la primera vez que te sucede y es lindo pero con más razón me gustaría conocerlo, saber qué intención tiene contigo.

 

Antes de poder decir algo un camarero se acercó dejando la carta y solo se alejó unos cuantos pasos con la espera de que ambos ordenaranos. Vik se había pedido pasta y de mi parte un filete mignon con papas asadas.

 

—Vik, no sucede nada aún como para que te lo presente, prefiero esperar un tiempo más y saber que puede suceder entre ambos tal vez no lleguemos a nada y haremos un gran lío por nada, papá ya sabe de mi amistad con él y se enojó bastante, solo deseo esperar.

 

—Entiendo, espero ser el primero en saber qué sucede. — Me guiño un ojo antes de sacar su móvil y comenzar a responder mensajes o eso creía por la sonrisa tan boba que tenía.




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