"A veces los actos de amor no implican grandes cosas, a veces podemos hacer cosas pequeñas con gran amor"
Los días sin Dennis estaban siendo difíciles pero debía admitir que el hablar por vídeo llamada estaba haciendo todo más ameno, no era igual pero peor era no saber nada de él.
— Señorita Kimberly, la señora Marta se encuentra abajo esperándola.
Tomé el móvil y bajé las escaleras viendo a la señora Marta. Era una mujer muy bien vestida, elegante, y a diferencia de varias mujeres no andaba repartiendo chismes pese a que en su trabajo en bienes raíces sabía bastante de todo el mundo, mi madre solía decir que se debía a su origen pobre.
— Kimberly, cada vez que te veo estás más hermosa. Ya eres toda una mujer, es un placer encargarme de esta nueva etapa de tu vida.
— Muchas gracias, usted siempre se ha encargado de las bienes raíces de mi familia y no considere a más nadie que a usted para comprar mi propia casa.
— Un honor, he traído los papeles. El cliente aceptó la propuesta y tengo los papeles solo debes firmarlos si estás segura. Una vez que todo esté firmado en una semana te entrego las llaves de la casa, cómo te comenté la casa está desocupada solo son papeles.
— Me parece bien, no tengo apuro— Le dediqué una sonrisa mientras la hacía pasar hacia la sala donde ambas nos sentamos mientras ella sacaba una carpeta con muchos papeles. — No tengo prisa. Haré un viaje en unas semanas, puedo mudarme al regresar, tenía pensado contratar una empresa para que acomoden y decoren.
— Percató, aquí están los papeles tu abogada ya los reviso, espero ya te informará de esos — Extendió la carpeta color azul frente a mi junto a un bolígrafo.
— Si, ya me informó que todo está en orden. — Tomé la birome y abrí la carpeta dándole una ojeada a la información checando todo. Al ver que todo estaba en orden comencé a firmar al final de cada una de las hojas. Odiaba hacer este tipo de cosas en el trabajo, me resultaba igual de tedioso. — Bien, aquí está. Cualquier cosa tienes mi número para comunicarme.
— Si, cualquier cosa estaremos en contacto. — Ambas nos colocamos de pie y la acompañe hacia la puerta, luego de que ella se fuera tome la carpeta y subí a mi cuarto donde la guarde en un cajón con papeles importantes.
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El vestido verde que había comprado por internet había llegado el día de hoy lo cual me caía perfecto ya que era la fiesta de caridad de cada año. No había hablado con Dennis desde ayer a la noche por lo que no sabía si vendría y realmente no quería ser intensa o molesta con él.
En la noche comencé a prepararme para la gala para estar lista, el vestido se ajustaba perfecto a mi cuerpo, realmente era una belleza. Me coloque unos aretes colgantes, junto al collar que Dennis me había obsequiado para mi cumpleaños.
El sonido de la puerta me hizo girar viendo a una de las personas que trabajan en casa. — Señorita Kimberly hay alguien que la busca. Está abajo dice que es una emergencia y se requiere su presencia. — Asentí con la cabeza para terminar de arreglarme antes de bajar hacia la sala.
Cuando mis pies tocaron el último de los escalones de la escalera todo mi cuerpo se quedó allí congelado mientras lo miraba parado frente a mi con un traje azul marino y un ramo de flores que aún no podía descifrar que tipo de flores eran.
— ¿Alguien pidió un carruaje para la princesa?
— ¡Dennis! — Corrí hasta dónde estaba él abrazándolo con fuerza, realmente lo había extrañado y que estuviera aquí me hacía sentir como en un sueño. — ¿Qué haces aquí? Pensé que aún seguías de viaje
— Bueno, recordé que tenías el evento y pedí permiso para venir aún que sino quieres que te acompañe me largo — Se alejó de mí un poco sin dejar de mirarme antes de besar mis labios suavemente.
— No, me encanta que estés aquí… conmigo sin duda ahora sí tengo una noche completa. — Dios sus labios, había extrañado el sabor de sus labios, a este punto me estaba volviendo adicta a ellos. — Me encanta cómo vas vestido.
— A mí me encantas tú, pero eso ya lo sabes — Con uno de sus dedos dió un pequeño toque en la punta de mi nariz haciendo que sonría. — Tu vas preciosa, toda una princesa aunque lo que más me gusta es ese collar que tienes puesto.
— Es una de las pocas cosas más valiosas que tengo, aparte de ti.— Podía ver el asombro en su mirada, debía admitir que también estaba asombrada ¿De cuando eres tan dulce? Vas a morir de diabetes si sigues así. Debía dejar a mi conciencia a un lado ya que estaba irritado.
— Bien vamos, y tranquila no traje mi motocicleta si vamos a ir en auto para la seguridad de la princesa, no queremos que se arruine ese peinado a menos que lo hiciera en mi cama. —
— ¿Desde cuándo tienes un auto tu? — Negué con un notable sonrojo mientras tomaba mi bolso y lo seguía hasta la puerta.
— Lo compre, he estado ahorrando hacia un tiempo para eso, por comodidad pero como tengo mi motocicleta nunca hizo falta hasta que te conocí. Aunque ahora que lo pienso tú tienes una colección de autos de lujos y bueno mi auto es normal de mortales, si quieres podemos ir en ese no quiero que estés incómoda y …
— Dennis. — Lo corte mirándolo a los ojos deteniendome en seco. — ¿Compraste un auto porque no me gusta tu motocicleta?
— Eh… sí — Podía ver su cara de apenado, giró su vista hacia el auto y luego hacia mi. — Pero como te digo no es la gran cosa, sería mejor que llegarás en uno de tus hermosos autos.
— Es perfecto, todo contigo es perfecto. — Me acerqué a darle un castro beso antes de tomar su mano y obligarlo a mover sus pies.