Me enamoré de ti

XLIV

Por fin acaba el día caótico. Dejo mi escritorio en orden y entro en el ascensor. Es de noche y mi cuerpo aclama a gritos dormirme.

Mi trabajo no es que sea duro, solo que por el embarazo las cosas me resultan muy agotadoras, como si estuviera haciendo el doble de una de ellas.

Salgo del ascensor y me encuentro con Marcos esperándome en la entrada de la empresa. Meto mis manos dentro de los bolsillos de mi abrigo y camino hasta donde él.

-¿llevas mucho tiempo esperándome? -pregunto apenas llego.

-no florecilla, ¿nos vamos?

Asiento.

Cuando ya estamos dentro de su carro, puedo respirar, pensé que iba a toparme con Oliver otra vez y pasar ese momento incómodo.

Él conduce mientras me cuenta su día. Lo escucho atentamente pero mi mente no me deja conectar sus palabras para entenderlas debido a que se encuentra pensando en el incidente del baño.

Sus últimas palabras me dejan saber que probablemente ya no va a insistir en ¿en qué? ¿qué era lo que realmente quería Oliver conmigo? Por lo menos puedo estar tranquila de que no va a intentar seducirme de nuevo. Pero la tranquilidad no llega, de hecho no puedo sentirme bien si él me ignora, empiezo a frustrarme por eso.

-¿Kate? -vuelvo a la realidad. -¿Me estás escuchando?

-lo siento, es que estoy muy cansada, solo deseo dormir -le digo.

Él asiente comprendiendo y llegamos a mi casa.

Me despido con un beso casto en sus labios y me bajo del carro.

Camino y me adentro en el edificio, tomo el ascensor y marco mi piso, las puertas se abren y camino hasta la puerta.

Al abrirla todo está en silencio. Voy a la cocina y me encuentro con una nota. La agarro y leo.

"He salido un rato, no me esperes en casa. Te quiero, Bar."

Frunzo el ceño, Bárbara no es de salir en la noche, lo que me hace pensar que a lo mejor está saliendo con alguien.

Entro a mi habitación y me doy una corta ducha, cuando termino me visto con unos pantalones de pijama y una blusa de tirantes.

Me meto dentro de las cobijas y reviso mi celular.

¿No les pasa que se están muriendo de sueño, pero prefieren quedarse en el celular? Pues a mí sí.

Reviso el calendario y me doy cuenta que dentro de una semana toca otra vez el control.

Por mi mente pasa una idea tentadora y es la de revisarle el perfil de Instagram a Oliver. Sucumbo a mis deseos y lo hago, entro a su perfil y me pongo a curiosear. Hay muchas fotos de viajes y hasta tiene una vieja con Hanya, veo que no ha subido fotos desde hace 8 meses.

Me deleito con una de sus fotos, su torso está desnudo y está de perfil, el sol le cae sobre el rostro y me embobo con la combinación del sol con sus ojos azules. Muerdo mi labio y repaso sus hombros con la yema de mi dedo, como si de alguna forma pudiera sentirlo.

Resignada, apago la pantalla del móvil y lo dejo en la mesa de noche para luego cerrar mis ojos y descansar por fin.

|•••|

El despertador me hace abrir los ojos, gruño apagándolo. restriego mis ojos y me estiro, entro en el baño y hago mis necesidades, lavo mis dientes para luego ducharme.

Termino y me visto con falda negra por arriba de las rodillas, medias veladas negras unos botines bajos, camisa beige de botones y una chaqueta del mismo color de la falda. Dejo mi cabello secar al aire libre y aplico solo lo necesario de maquillaje para verme despierta.

Voy a la cocina y me preparo un desayuno rápido, que consiste en unas tostadas con huevo y un café con leche. Lavo los platos y salgo para irme a la empresa.

Ya en el autobus, me pongo a pensar en como mi vida ha cambiado en menos de un año, el engaño de mi ex, el embarazo, tener un enredo con Oliver y terminar con Marcos.

Salgo del vehículo, avanzo hacia la entrada y saludo a la recepcionista. Llego a mi puesto de trabajo y empiezo a trabajar.

Hago pausas para responder a los mensajes de Marcos.

Agarro unos documentos para sacarle copias, voy al primer piso y hago mi acometido.

Cuando tengo todas las copias de los documentos, me pongo de piedra. La elegancia junto a la delicadeza se mezclan en las finas curvas de la silueta de la mujer que camina hacia la recepción. La reconozco por la foto que ví de ella ayer, es Hanya, la ex de Oliver.

La observo, no hay que tener más dos dedos de frente para darse cuenta de lo hermosa que es.

Su cabello es rubio y su piel es blanca y tersa. Viste un vestido color negro que se ciñe a su figura, la cual está perfectamente cuidada.

Veo como intercambia varias palabras con la chica de la recepción, esta termina llevándose el teléfono al oído, y cuando termina de hablar le indica algo a ella.

Veo como entonces ella camina hacia donde estoy, bueno más bien hasta el ascensor.

-buenos días -dice al verme.

-buenos días.

Ella entra dentro del ascensor y yo ato cabos en mi mente, es obvio que vino a ver a Oliver.

Entro en el ascensor y vuelvo a mi sitio de trabajo. Organizo los documentos por orden alfabético y no se cómo hacer ahora, tengo que entregarle estos documentos a Oliver, pero no quiero ir y encontrarme con la verdad de mis pensamientos.

Por eso pienso en un plan rápido, y cuando veo pasar a Sandy, una de mis compañeras de trabajo decido llamarla.

-¡Sandy!

La chica mira a todos lados hasta encontrarse conmigo.

-oh dime Katerine.

-¿estás ocupada?

-no, ¿por qué?

Perfecto.

-¿puedes hacerme un favor?

-depende.

-es llevar estos documentos a la oficina del jefe.

-¿y por qué no los llevas tú? -pregunta confundida.

-porque... Necesito terminar unas cosas en la computadora.

-mm está bien, dámelos.

Rápido se los tiendo y ella se va por el ascensor.

Me siento en la silla y bufo, no puedo creer lo cobarde que me estoy volviendo.

La hora del almuerzo llega y le mando un mensaje a Bárbara. Ayer como lo decía su nota no llegó a la casa.



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En el texto hay: romanace

Editado: 03.08.2024

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