Al día siguiente me levanto con un malestar en mi pecho, actué muy mal y ahora sufro las consecuencias. No sé en qué estaba pensando cuando decidí mantener una relación con Marcos, sabía desde un comienzo que lo único que iba a hacer era lastimarlo. Esto me hace pensar que soy parecida a Lucas.
Ordeno la colcha de la cama, ayer me pasé parte de la noche llorando. En el fondo pensaba que podíamos quedarnos como amigos, pero es obvio que Marcos no quiere saber nada de mí y es entendible.
Me dirijo al baño, hago mis necesidades y me preparo para el día. Mañana es navidad, estas fechas suelo pasarlas con mamá, ahora solo tengo a Bar. Me doy una ducha corta y luego me visto con ropa de andar en casa.
Es sábado, por lo tanto, no tengo trabajo.
El martes tengo la cita de control con mi pediatra, mi corazón late fuerte cuando caigo en cuenta de que voy a saber el sexo de mi bebé. El tiempo ha pasado rápido.
Con las emociones acumuladas en el pecho, salgo de mi habitación, me encuentro con mi amiga bebiendo una taza de café.
Ella al ver mi expresión sabe que algo no anda bien.
-¿estás bien?
Me siento junto a ella y decido contarle todo. Le cuento desde que llegamos al evento, la forma en como me sentí cuando ví a Oliver llegando junto a Hanya, luego como lo evité por toda la noche, cuando nos encerró en el baño y la propuesta indecente que me ofreció dentro de este. Ella me escucha atentamente sin interrumpirme mientras yo me desahogo. Avergonzada le confieso que me fuí con él y decidí dejar a Marcos en el evento. También, le cuento que las cosas se salieron de mis manos y que me dejé llevar por mis hormonas y terminé acostándome con mi jefe.
-es obvio que eso iba a pasar tarde o temprano -me dice y sonrío al saber que ella no va a juzgarme, por eso es mi mejor amiga.
-bueno a la mañana siguiente traté de huir, pero él no me dejó y terminó trayéndome a casa -hago una pausa para tomar aire -entonces cuando llegamos Marcos estaba frente a la puerta.
-puedo imaginarme el escándalo.
-fue calmado, fue difícil hacer que Oliver se fuera para que me dejara hablar con Marcos en privado. Cuando se fue, lo dejé pasar al apartamento y ahí traté de explicarle todo.
-¿y como reaccionó?
-muy mal. Me dijo que no pensó que fuera a cometer otra vez el mismo error y yo terminé diciéndole que nunca me olvidé de Oliver, que traté de olvidarlo con él pero fue inútil.
-wow, no se que decirte, nunca he estado en una situación así -abre los ojos dejando la taza vacía frente a la mesita de enfrente.
-el hecho es que lo lastimé Bar y me siento el peor ser humano del mundo.
-solo tienes que dejar que el tiempo pase, ya te disculpaste y es comprensible que Marcos no quiera saber más nada de ti. -asiento -ahora la pregunta es, ¿qué quieres tú?
-¿cómo así?
-¿qué quieres hacer? ¿vas a seguir negando lo que sientes por Oliver o vas a decírselo?
-no es eso, es complicado, ni siquiera sé si él quiere estar conmigo.
-¿por qué no? es con ver todas sus acciones para saber que te quiere.
-no lo sé, a veces pienso que solo me quiere para quitarse las ganas, me quedó claro cuando me dijo que me deseaba, ahora que ya obtuvo lo que quiso dudo que quiera algo serio conmigo -me levanto del mueble.
-deberías hablar con él y decirle tus términos -sugiere.
Asiento y me voy a la cocina, preparo algo sencillo para desayunar. Cuando ya está listo, me siento a comer.
Bárbara revisa su celular y después se levanta apresuradamente.
-me tengo que ir.
-¿hoy sábado?
-si, tengo cosas que hacer -se acerca a mi y planta un beso en mi cabeza -cuidate y hazte un favor, arregla las cosas con él.
No me deja contestar porque agarra sus cosas y sale por la puerta. Suspiro y termino de desayunar.
Lavo los platos y arreglo la sala, limpio mi habitación y coloco un poco de música para distraer la mente. Para cuando termino, estoy sudada y tengo que bañarme de nuevo. Me voy a cambiar cuando escucho que alguien toca la puerta.
Me coloco una bata de baño y dejo mi cabello húmedo caer sobre mis hombros y espalda.
Voy a la sala y abro la puerta. Me paralizo al ver a Oliver detrás de esta.
-¿llego en mal momento? -pregunta dándome un repaso descarado con sus ojos sin disimular.
Veo como sus ojos tratan de ver detrás de mi.
-no. ¿A qué viniste?
-necesitamos hablar.
No replico y lo hago pasar.
-espera aquí.
Me meto en mi habitación y me visto con unos pantalones de chandal y una sudadera, me coloco mis pantuflas y desenredo mi cabello. Después de aplicar mis cremas y perfume, salgo. Mi corazón no deja de recordarme lo mucho que me afecta su presencia, los nervios se acumulan en la boca de mi estómago. Llego a la sala y me siento en el sofá que está enfrente de donde está sentado él. Tal vez si mantengo las distancias, puede que aleje las tentaciones y piense correctamente.
Me quedo en silencio, Oliver es el primero que decide hablar.
-¿hablaste con él?
Sé que se refiere a Marcos así que asiento.
-si, yo le dije todo.
-¿y qué pasó?
-pues que más va a pasar, no quiere saber nada de mi y supongo que me quiere lo más lejos posible de él.
-¿cómo estás? -su pregunta me sorprende.
Llevo los ojos a mis manos y juego con ellas.
-mal, no sé merecía que le hiciera eso, me siento como una basura.
-¿te arrepientes de lo que pasó?
No sé que responder, decido callarme y hacer que no escuché su pregunta. Es obvio que no me arrepiento de nada, pero no quiero que lo sepa, me delataría por completo y su ego aumentaría aún más.
-te hice una pregunta -su voz es seria, alzo la mirada de mis manos.
-no.
Aparto la mirada, no quiero ver la cara de satisfacción que probablemente ahora tiene. Me levanto y voy a la cocina, prendo la cafetera y hago café, afuera el clima está frío. Me tenso cuando escucho sus pasos siguiéndome.