¡me gustas Alex! #1 Completa

Capítulo 12.

Tercera semana, tercer día, miércoles.

Mañana tensa, ida rápida a clases.

-Hola.

Alex saludandome en mi salón, yo sentada en asiento con los ojos bien abiertos y sin poder respirar.

-Hola - devolví el saludo lo más normal que podía.

Ver a Alex saludandome fue como ver una tienda que diga: "chocolate gratis", irias y lo comerías, pero el problema era que Alex es una persona y no es gratis.

¡Rayos!

Igualmente uno podía comer con la mirada, aunque Alex me estaba mirando y debía comportarme.

-Pensé que tendríamos una amistad - se sentó en la silla de adelante, quedando de perfil a mí, giró su cara a mí. - Pero no hemos hablado nada.

No actúes como estúpida, pensé.

-Sí.

No tan estúpida.

-¿Entonces?

¿Qué harían ustedes en esa situación? Yo les diría lo que hice o lo que podría haber hecho si no fuera porque llegó Clara, dejándome con la boca seca y miles de pensamientos en mi loca cabeza.

-Hola Vale.

Y bueno, ya saben, inserte cara de cansancio, ¿qué iba hacer? Tenía a dos personas preciosas frente a mí, una persona que me gustaba, y la otra persona una chica con la me besé en un baño y la dejé botada, nada fuera de lo normal ¿cierto?

Nel, mija, estaba en shock.

-Hola Clara - saludó Alex.

-Hola - hablé, creo que hablé.

-¿Qué haces aquí Alex? Hoy tenemos prueba de inglés.

-¡Verdad! - exclamó, se levantó de inmediato y me miró.

Sus ojos verdes me encantaban.

-¿Cuándo tienes la prueba de inglés? 

-Ayer.

¡No! si ese día andaba estúpida.

Soltó una risita, me fijé en Clara y esta me miraba como siempre lo hacía, analizando. Tragué saliva.

-Entonces deseame suerte, adiós Vale. - salió caminando rápido y despidiéndose con una mano, le respondí el gesto igual.

-Adiós Vale - Clara copió la voz de Alex, antes de soltar unas risitas. - Deberías disimular.

-¿Qué cosa?

-Que quieres que te de por todas partes.

-¡¿Qué?! - mi cara de horrorizada la hizo reír.

Esa chica no tenía un colador de palabras en su boca, solo las soltaba, y a una Valeria asustadiza más encima.

-Nos vemos - dijo dando vuelta su cuerpo mostrandome una linda imagen de su delgada espalda, sus largas piernas y su… ya saben, que prometo no miré más de dos segundos. Y yo pensando que los chicos son los únicos pervertidos.

Ahora iremos directo a ese momento en la fila de la cafetería donde todo comenzó, donde Almendra y yo estábamos esperando nuestro turno. 

-¿Qué pedirás hoy? - ese día que por una razón que al momento no sabía, estaba muy feliz.

-Creo que pediré la pizza.

-Tu favorita.

Asentí, se sentía extraño que alguien conociera algunas cosas tuyas y no fuera tu familia, por lo menos para mí, tal vez eso es normal entre amigos, pero ¡vamos! Valeria no tenía amigos.

-¿Y tú? - junté mis manos adelante y las apreté, el día estaba medio nublado y un aire demasiado fresco pasaba por todos lados.

-La hamburguesa.

-Jamburguesa.

Nos reímos, y seguimos hablando de lo que dos personas hambrientas hablan mientras esperan su comida, de comida.

-Ni hablar del otro chico, fue un desastre.

Escuché la voz de Clara a mis espaldas en el momento en que Almendra se fue a buscar una mesa, yo llevaría su pedido y frente a mí quedaba una persona, pero quedé estática al escuchar su voz, inserte voz en susurro, estaban detrás de mí, y no hablo solo de esa persona y Clara, escuchaba las voces de toda su manada, me sentí como un pobre ratoncito recién nacido frente a miles de gatos.

Me erguí en mi puesto, mi corazón que últimamente siempre estaba acelerado, lo estaba, de nuevo, y mordía mi labio.

-¿Por qué Alex ya no sale con nadie? - preguntó un chico haciendo que toda mi atención se fuera a ellos y agudizara mi oído.

-Se cansó de la boca de Clara - dice otro chico, todos rieron.

-¡Oye! - exclamó Clara con un tono de indignación.

-Dejen hablar a Alex - dijo alguien, porque ya no tenía ni idea de quién hablaba y había muchos chicos, las chicas solo reían.

Pero cuando alguien dijo eso, tal como en los dibujos animados, mi oreja se levantó, enderecé un poco mis hombros. 

-Estoy conociendo a alguien. - dijo, lean eso en cámara lenta, así fue como lo escuché y se repitió como película rayada, una y otra, otra, otra vez.

Estoy conociendo a alguien… 

Estoy conociendo a alguien… 

Estoy conociendo a alguien… 

Fue una puñalada al corazón, se sintió de la misma forma que cuando vi su boca puesta en la de Clara.

Un pequeño corazoncito roto de Valeria, por segunda vez.

Hice un pequeño puchero suspirando.

Bueno, ojalá sea una buena chica, pensé.

-No encontré nada - llegó casi gritando Almendra  sobresaltandome, puse una mano en mi corazón, rió por mi dramática actuación.

-¿En donde comemos ahora? - la miré pensando en alguna parte.

-Podríamos comer detrás de las canchas de fútbol, nunca hay alguien ahí.

-¡Sí! - exageró - Tienes razón, y tendremos buena vista - subió y bajó las cejas mirando picara, me reí.

-Mientras comes una gran hamburguesa ves a otra hamburguesa - bromee, nos reímos y ella soltó otro chiste, hasta que nos tocó, y yo toda estúpida olvidé por completo quienes estaban detrás de nosotras.

Así que fuimos con nuestra comida detrás de las canchas de fútbol, habían unos cuantos chicos jugando a la pelota, y nosotras comiendo.

-¡Esto está tan rico! - dijo Almendra soltando un gemido, yo hice lo mismo con mi pizza, era de queso y estaba realmente deliciosa, como la que me estoy comiendo ahora, inserte persona atragantándose con un pedazo de comida, así mismo.

-¡Oh! - miré a Almendra que miraba por detrás mío, sus ojos iban siguiendo algo, pensé que era un balón, pero cuando me di vuelta, quedé igual que ella.

Al instante me giré hacia Almendra que tenía una sonrisa divertida en su cara, me hizo sonreír.



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En el texto hay: amor, confucion, amor lgbt

Editado: 01.07.2020

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