Sábado había llegado más rápido de lo que el espero, se sentía mucho mejor, ese día hasta logro sentarse sin un fuerte dolor pasando por sus huesos, con un poco de cuidado fue hasta el baño, ahí estaba el lugar era chico, no demasiado solo lo justo, lavo su cara con suficiente jabón y miro su rostro, los moretones apenas se veían y su labio estaba ya mejor, no había más que una pequeña cicatriz como evidencia de lo que había pasado días atrás.
Hizo del baño, se sintió lleno de felicidad al poder estar haciendo ese tipo de cosas sin la necesidad de ayuda, aunque sabía que extrañaría las atenciones del mayor, hizo una mueca.
Después de haberse lavado bien las manos y salió del baño, fue hasta las cortinas abriéndolas, sintió el aire fresco en su rostro, cerró los ojos y sonrió. Abrió los ojos y admiro la escena, la luz de la luna era fuerte, esta estaba en su mayor esplendor, la luna llena siempre le había gustado, el cielo estaba estrellado, miles de luces adornándolo de una manera tan pacífica, sus ojos se perdieron observando la hermosura de la noche, los alrededores estaban oscuros, a lo lejos vio en la calle una lámpara prendida, se veía tan pacifico todo, paz que le envolvía el corazón de una manera tan hermosa.
Se alejó dejando la ventana abierta porque simplemente se sentía tan bien pudiendo ver afuera, el cielo era lo que más le gustaba, siempre le traía paz y seguridad, tomo su celular de uno de los cajones del mueble que se encontraba al costado de la cama, el aparato se encendió con el brillo exageradamente alto, hizo una mueca y lo bajo, checo la barra de notificaciones encontrándose con unos mensajes de Louis, sonrió. Aunque no llevaban mucho de conocerse y el realmente no se veía jamás teniendo una relación ¿amistosa? Con alguien, ahí estaba ese chico de personalidad interactiva y curiosa que se había estado preocupando por él, todos los días le había enviado mensajes, preguntado por el y otras cosas además de contarle de cosas de él porque bueno, él tomaba confianza muy rápidamente al parecer.
Niall aún no se creía capaz de ser amigos a la extensión de la palabra, se sentía inseguro y además todavía había muchas cosas que no se creía capaz de decir, porque todo se volvería más real, y simplemente pensar que todo solo fue un mal sueño era la mejor opción por el momento.
Abrió el chat con el chico, los mensajes normales pro lo que salían más caros que los que se mandaban por una muy famosa aplicación, pero su teléfono apenas y lograba funcionar con llamadas y mensajes ya que lo compro defectuoso. Sonrió por inercia al ver el primer mensaje.
«Gatito, ¿sabes me di cuenta de que eres como un gatito? De esos bonitos de pelaje blanco y hermosos ojos azules, quiero un gatito así, por eso serás mi gatito. Un gatito muy bonito.»
«Gatito hable con tu tutor, tiene una voz muy intensa ¡Casi me meo del miedo!»
«En fin… me dio la dirección para ir a verte, a eso de las once estoy ahí ¡te voy a dar muchos mimos!»
«Descansa y sueña muy bonito»
Sonrió y negó
Con un poco de lentitud ya que bueno, el no usaba mucho el aparato y aún era difícil escribir los mensajes tan rápido como veía que los demás lo hacían, hizo un puchero.
«No soy un gatito, pero solo porque me harás compañía te dejare decirme así, porque no seré tu mascota de consuelo»
«Te espero, y Harry es realmente muy bueno, no le tengas miedo»
Dejo el aparato en la parte superior del mueble, suspiro cuando vio que el sol estaba por asomarse, jamás había visto un amanecer a conciencia, sin pensarlo mucho salió del cuarto, el lugar parecía otro a cuando él había llegado, salió al patio, el pasto estaba húmedo y sin importarle se acostó viendo el hermoso cielo, como se empezaba a ver de un hermoso color morado con rosa, nunca había visto algo tan hermoso, le hubiese gustado tanto tomar una foto.
Harry despertó, ese día no iba a ir a la empresa, iba a su casa a ordenar acoplar una habitación para Niall además iría a ver a su amigo Liam para pasar un día.
Se aseo y fue a la habitación del menor, le gustaba verlo dormir ya que se veía tan calmado, pero lo que encontró le preocupo, la ventana abierta y el lugar vacío.
Camino hasta la ventana y suspiro de alivio al poder ver el cuerpo del menor en suelo, sus ojos en el cielo; Niall era hermoso.