Capítulo 10

“Respira o la matas, Respira o la matas”

Esa frase la repetía una y otra vez nuestra querida Olivia.

Era sábado 5, por la tarde y había decidido ir a la 5 Av. A buscar su vestido de novia en alguna de las boutiques. Había quedado con Amanda y con Kira para acompañarla pero jamás espero que su suegra apareciera con alguna invitada especial.

—En definitiva, ese vestido no es para ti. El blanco marfil no es para tu tipo de piel y se nota la falta de calidad en la hechura.

—Ese te hace ver gorda.

— ¿Hello? El corte princesa es tan de la temporada pasada que me da asco solo de verlo.

— ¿Acaso no hay algo con más pedrería?

 Y los cometarios seguían y seguían hasta el punto en que Olivia estaba pensando en saltar del balcón de la tienda.

Isis. La querida y problemática prima de su novio se encontraba en la ciudad. Y ahora estaba en sus pruebas de vestido.

Sinceramente, no podía creer como esa chica le estaba amargando el día. ¿Qué le importaba a ella si escogía un vestido sencillo o uno extravagante? Era ¡SU BODA! Si lo deseaba podría ir desnuda y nadie tendría por qué objetar nada.

Se bajó de la tarima donde se encontraba para ver el vestido, y se encaminó a la parte de los vestidores para probarse el siguiente. Ya llevaba 10 vestidos y a cada uno. Isis les había encontrado algo negativo.

La dependienta cerró la puerta y le extendió el próximo vestido. Estaba a punto de subir la cremallera cuando alguien tocó la puerta.

—Soy Amanda. ¿Puedo pasar?

Olivia asintió y la dependienta salió dejando entrar a Amanda.

—Por favor. Dime qué un tiburón ha caído del cielo y aplastado a  esa arpía— siseo entre dientes.

—Créeme, desearía poder decirlo— Lamento Amanda— ¿Cómo estás? Sé que este día no está resultando como esperabas.

—Cuando Kira me pregunto si podría traer una acompañante pensé que era una de las señoras con las que toma el té. Jamás me espera que fuera Isis. Tú sabes lo pesada y grosera que fue conmigo el fin de semana que nos conocimos.

—Lo sé. Pero esto es exactamente lo que ella quiere. Molestarte y le estas dando el gusto. No te dejes ganar por esa serpiente venenosa. Es tú vestido así que te importe una  mierda lo que ella diga y escoge el vestido que tú quieres.

—Lo intento. Pero sus comentarios maliciosos siempre estarán ahí…

—Ignóralos. Mírate en el espejo e imagínate caminando hacia Nick con el vestido que tú quieres. Ese día solo importaran ustedes. Isis puede seguir con su verborrea tanto como quiera pero no dejes que te afecte.

Esos consejos se escuchaban tan simples pero sabía lo difícil que sería seguirlos.

—Además. La próxima semana nos acompañarán Paige y Hanna y será más divertido. Este solo es tu primera prueba, no la definitiva.

—Lo sé. Pero me conoces Amanda. Me cuesta guardarme lo que pienso y esa tipa pone mi auto control en duda.

—Bienvenida a la familia — dijo Amanda con una sonrisa. Se acercó a ella y la tomo de los hombros —  Olivia. No todo podía ser perfecto. Todas las familias tienen sus cosas buenas y cosas malas. Pero solo porque no soportes a la prima loca de Nick vas a dar un paso atrás con el compromiso.

Sabía que ella tenía razón. Jamás anularía su compromiso por algo tan tonto como un pariente problemático. Pero eso no evitaba que deseara golpear la cara de la estirada prima de su prometido.

—Así que vamos a salir de aquí y vas a verte en los espejos y a decidir si te gusta o no el vestido sin importar lo que diga  la loca esa.

Olivia rio ante el comentario. Se giró dándole la espalda para que esta subiera la cremallera. Era un vestido de raso con escote de corazón acentuado en la cintura. Salió del vestidor con los ánimos renovados. Era su decisión así que no importaba lo que llegara a decir Isis.

Se subió a la tarima para verse en el espejo y de inmediato supo que…ese no era su vestido. No le gustaba la tela y sus senos parecían querer salir del deforme escote.

—Me encanta. – aseguro Isis dando pequeñas palmadas.

Amanda cerró fuertemente los ojos para evitar rodarlos. Esa chica nunca le había agradado y siempre la evita si en dado caso coincidían en algún evento.

—No lo sé querida. Siento que no es el indicado— dijo Kira inclinando su cabeza como si eso le diera otra perspectiva del vestido.

— ¿Tu qué piensas Olivia?— Pregunto a Amanda.

—En definitiva… este no es mi vestido…

— ¡¿Que?! Pero…si es perfecto para ti— se alarmo Isis— Disimula tu trasero y da una imagen de… clase.

Olivia se tuvo que morder la lengua para evitar soltarle veinte insultos, dos improperios y cuatro palabrotas.

—Gracias por tu opinión pero a mí no me gusta.

—Entonces no hay más que decir— apremio Amanda— es tu decisión Olivia. Vamos a que te pruebes el siguiente.