Capitulo 2 Alanís
Presente.
ALANIS
-NIS- grito Amón haciendo que girase –ve a casa es tarde y tu padre debe estar preocupado- si solo supiera.
-termino con esto y voy- le contesto.
-Nis- se acerca a mi –lo que sea que te mantenga ocupada estará ahí mañana- me toma de los hombros, me gira alejándome de mi trabajo y me empuja para que comience a caminar hacia la puerta donde por casualidad mis cosas se encontraban a un lado.
-¿te llamo mi padre cierto?- le pregunto dándome vuelta para enfrentarlo
-buenas noches Nis- toma mis cosas y me las avienta para luego abrir la puerta y echarme a patadas del lugar literalmente.
Así era Amón, a pesar de esta a pasos de pisar los sesenta, mi jefe se mantenía. Bueno eso se debe a su genética, aunque seguía levantando suspiros por donde fuera y como no hacerlo siendo un castaño de ojos casi grises, ya que la mayoría del tiempo eran azules, con la piel tostada, medir casi un metro ochenta y tener dos piedras en vez de brazos cosa muchos logran en el gimnasio.
Me coloco la campera abotonándolo hasta arriba, y cruzo mi bandolera dejándola sobre mi cadera izquierda.
Mire el local antes de irme. El constructor, así se llama el lugar donde trabajo, haciendo honor a Amón ya que el significado de su nombre en hebreo es ese, el constructor. Luego de años de estar en este lugar sigo preguntándome a que se dedica. Tiene de todo. Desde juegos de mesa hasta portaaviones para construir, a veces me refiero al local como Magorium por que tiene de todo. Tiene un sector para la carpintería jardinería y demás cosa de reparación para el hogar. La pared, la más larga que recorre el establecimiento de punta a punta completamente hecha de estantes para libros, del cual estoy orgullosa de poder acomodar, podría pasarme horas haciéndolo y no me cansaría de eso, y tiene de todo desde libros en cualquier idioma que se pueda imaginar hasta enciclopedias, comics y libros de colección de primera o tercera edición, esta pared incluye música discos de todas las bandas que han hecho historia desde The Who hasta ACDC aunque también hay para los que les gusta la música clásica sin dejar de lado a las bandas del momento One Republic o Imagine Dragons, los no tal del momento como Coldplay pero se mantienen y algo de One Direccion debe de haber por ahí. Y por último y por nada una pequeña sala donde se puede comer un tentempié con algún café o té, si una pequeña cafetería, de la que tengo que decir amo atender.
Luego de años sigo preguntándole a Amón ¿Por qué el lugar se llama El Constructor? Siendo que no tiene nada que ver algo con albañearía o algo por el estilo el siempre responde con una misma frase "se llama así porque ayuda a construir momentos" todavía sigo buscándole una explicación a eso.
Pero Amón es un misterio.
Era mediados de Junio y un poco pasadas las nueve de la noche. horario algo preocupante ya que no andaba ni la mosca por las calles. Razón simple hacia mucho frio pero eso es buena para mí ya que me encanta caminar en días como este.
-NISSS-
- y mi momento de felicidad se me acaba de escapar de las manos- murmuro
-no es para tanto- dice alcanzándome y colocando su mano en mi hombro.
-Joel- me aparto de el –cuando va a ser el dia que podre caminar tranquila sin tener tu custodia encima-
-¿has ahorrado lo suficiente como para mudarte del continente y cambiar de identidad?- pregunta con una ceja levantada. -¿o para mudarte, cambiarte de identidad y hacerte una cirugía estética para que nadie te reconozca?-
-por el amor al cielo tengo VEINTIDOS se cuidarme sola- hice hincapié en el numero de mi edad.
-oye explícaselo a tu padre- levanta las manos en forma de rendirse –aparte yo extraño ver a mi mejor amiga-
-ya claro- ruedo los ojos y comienzo a caminar –nos vimos esta mañana-
-Hey espérame- dio pasos agigantados hasta llegar a mi –tengo chismes- sonríe y mueve las cejas de arriba hacia abajo. –es sobre alguien que conocemos-
-¿Oscar salió del closet?- pregunto haciendo que se detenga
-¿COMO LO SUPISTE?- dice muy algo.
-soy mujer y a veces nos damos cuentan- sigo mi camino a lo que también lo hace a mi lado.
-¿Cómo puede ser que sepas esas cosas?-
-fácil soy humana y el mundo lobuno es un poco machista estamos en el siglo veintiuno las cosas está comenzando a cambiar-
Si ahí estaba la diferencia entre Joel y yo, éramos distintos. El era un hombre lobo y yo una simple humana criada por un hombre lobo. Si la historia de película.
Soy adoptada, mi padre, Joaquín me encontró en la puerta de mi abuela Esther que Dios, como ella decía, la tenga en la gloria. Hace unos cuantos años nos dejo a la edad de noventa y ocho años. Ella me crio combinado las costumbres de ambos mundos. Era cristiana evangélica católica romana, si un dia Dios bajaba la visitaba y le pedía que salte en dos patas ella lo hacía, aunque como conocía el mundo donde mi padre habitaba ella de seguro invitaría a la diosa a tomar el té una tarde si esta visitaba nuestra casa. Así de creyente era.
Los dos me han criado con mucho amor pero ahora mi padre me asusta. Ha llevado el sobreproteger a un nuevo nivel. Comenzó cuando cumplí diecinueve o un poco antes cada vez que miraba sobre mi hombro había alguien, mi padre, o Joel o algún que otro de la manada, muy pocas veces había encontrado a Amón quien con una sonrisa de disculpa se alejaba mas de mi hasta el punto de no verlo pero sabiendo que ahí estaba. ¿Me sentía querida? si pero hubo una vez en la que explote y ni el cuadro con la foto familiar algo peculiar en la repisa de la sala donde mi padre tenía sus reuniones ultra secretas con relación a la manada se salvo. Ese dia hice dormir a Joel, Amón y a mi padre en el patio, en la intemperie una noche de invierno con solamente una frazada cada uno.
Si tuviese mas maldad en el cuerpo los hubiera encadenado a un poste en el patio y hacerlos comer en un plato para mascotas pero no lo soy además de que cuando llego a ser menos dos grados bajo cero me sentí algo culpable asique los busque y los hice entrar a la casa salvo que durmieron en la cocina con el aire acondicionado en calor.
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Editado: 30.06.2020