Medio Corazón

Capítulo 7

Días después de ese intenso y vergonzoso encuentro en la lavandería, no había visto a Ken o quizás él se escondía de mí. La que no dejaba de mirarme con desaprobación era mi vecina Gloria la cual me lanzaba sus ojos juiciosos cada que se cruzaba conmigo. Como si ella no hubiese sido joven.

Regrese más tarde de lo habitual a mi departamento me encontraba en cierre de mes en el despacho, todos mis clientes me exigían terminar sus trabajos a tiempo, eran cerca de las 8 de la noche. El estacionamiento del edificio lucia tétrico por la oscuridad y las luces parpadeantes del mismo, le informaría a Nora sobre esto. Entré en mi departamento, cansada y con un fuerte dolor de cabeza, me quite los tacones y camine descalza escaleras arriba para darme un baño. pero una sensación de pánico y asco me golpeo. Los últimos escalones tenían gotas diminutas de sangre o quizás pintura carmesí. Pero conforme me acerque al cuarto el olor era más fuerte, con duda me arme de valor y entre en la habitación. Me quede helada al ver en el espejo de mi tocador un mensaje tuve la esperanza de que fuese lapiz labial rojo, no, era sangre. "No sere más amable, aléjate de él."—A. ¿Qué diablos significaba eso? Mi piel se erizo alertándome, di la espalda al mensaje y observé mi habitación. El estómago me dio un vuelco, mi cama tenía un charco de sangre, por el olor metálico y a descomposición sabía que no era falsa. Mi cuerpo entro en pánico total, tome un paraguas como arma, revise el armario y corrí al baño, pero se encontraban despejados. No deseaba bajar y averiguar si el culpable continuaba dentro de mi casa, pero debía hacerlo o podría terminar herida.

Mi corazón estaba acelerado, junto a unas inmensas ganar de vomitar, con manos temblorosas fotografié el mensaje y la sangre de mi cama.

Baje las escaleras con lentitud, al llegar al lobby me deslicé a la cocina, tome un cuchillo y observe a detalle. Estaba sola, el alivio se coló en mi sistema, pero permanecía un sabor amargo y el miedo por las constantes amenazas durante estas últimas semanas. Corrí fuera de mi departamento, aun sin dar crédito a la situación tan surreal que estaba viviendo. Mi cuerpo choco contra otra persona me aparte alarmada, pero me alivie cuando note que era Andrew. Este me miro desconcertado intentando comprender porque me encontraba tan alterada.

—Rebeca ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?

Dijo rodeando mi cuerpo con sus manos. Me di cuenta de que estaba temblando mientras lagrimas corrían por mi rostro. ¿estuve llorando todo este tiempo? Sin palabras negué con la cabeza y señalé en dirección a mi departamento. Sin deseos de regresar al lugar.

—Alguien está amenazándome. Mi voz salió a tirones y temblorosa, me aleje de él dándole acceso a mi casa para mostrarle todo, me aferre a su mano en señal de que no deseaba estar sola.

—Entraron a mi habitación. Le indique señalando las escaleras. Aun sin soltar mi mano entro en la habitación. Sus ojos que siempre me miraban con diversión perdieron el humor. Se quedo inmóvil al ver el rastro de sangre sobre mi cama. Entro por completo en la habitación.

— hay un mensaje. Dije señalando mi tocador, este giro su cuerpo y leyendo cada palabra.

Su rostro palideció. –¿Es la primera vez que sucede?

—No… Dije con la voz rota.

—¿Cuándo inicio?  ¿qué tipo de amenazas has recibido?

Lo mire confundida por su cuestionamiento.

—Poco más de un mes, comenzó con notas que dejaba sobre mi coche con insultos y cartas en el buzón, pero hace una semana dejo una caja con un mensaje y fotografías mías afuera de mi departamento. Pero jamás pensé que se convertiría en algo tan peligroso hasta ahora...

Dije llorando con fuerza por el miedo que sentía.

—¿Por qué no has informado a la policía?

—No sentía que fuera necesario…

—¿estas loca? ¿Por qué no me avisaste sobre esto?

—Mi vida privada no es asunto tuyo.

Dije molesta por el tono que estaba tomando la situación, ya me encontraba lo suficientemente nerviosa como para lidiar con sus reclamaciones absurdas. ¿Por qué reaccionaba de esa manera? ¿Se encontraba preocupado o molesto conmigo? No lograba descifrar la emoción detrás de sus palabras. El suspiró, cansado por mi respuesta a la defensiva.

—Rebeca entiende que si alguien te ha estado amenazando tu vida puede correr peligro. Vamos a recepción, quizás se captó algo en la cámara de seguridad.

Aun molesta con su actitud, pero comprendiendo el peso de la situación lo seguí. Aun tomada de su mano.

Nora nos miró picara insinuando cosas sucias, pero borro su sonrisa rápidamente al notar nuestros rostros serios.

—Necesitamos ver la cámara de seguridad del piso de Rebeca, por favor, Nora. Expreso Andrew con demanda.

—Claro… ¿sucedió algo? Cuestiono ella tecleando con rapidez en el monitor.

—En el horario de 5 a 7 por favor. Ambos entramos a su espacio personal y vimos la secuencia de imágenes pasar hasta que el cuerpo delgado de una mujer apareció en escena. Nora detuvo el clip y pregunto —¿Esa no es la chica del otro día?

Un escalofrío erizo mi piel.

—Es ella. Dijo Andrew sujetándome con fuerza por los hombros. Él se alejó molesto y comenzó a realizar llamadas. Nora me miraba con preocupación aun confundida por la situación.

—¿Quién se supone que es ella?

Pregunte cuando dejo el teléfono.

—La policía viene en camino, creo saber quién te está acosando. Escupió la declaración con amargura.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Recuerdas la historia sobre mi exnovia. Asentí con lentitud, entendiendo poco a poco sus palabras.

—Creo que ella nos vio juntos esa noche en que nos conocimos, pensé que estaba en el pasado.

—¿Qué? No puedo creerlo por una vez que me atrevo a…dejarme llevar y termino con una psicópata detrás de mí. musite con incredulidad.

—Lo siento mucho Rebeca. Creí que me había librado de ella. Negue aun perturbada por la declaración.




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