Melissa

Búsqueda

Han pasado casi 16 años desde aquel día, 16 años desde que me rescató.

Me he obsesionado con ella, con su origen, con su identidad.

Elegí la carrera de periodista solo para poder investigar a fondo mi pasado y el suyo. Necesitaba saber todo acerca de ella: el porqué de su llegada y posterior desaparición.

Leí sobre ciertas leyendas urbanas de algunos pueblos que hablaban acerca de una joven que aparecía cuando las personas eran atormentadas y perseguidas por los demonios. Algunos narradores de dichas leyendas escribieron sobre ella. Decían que su poder no se parecía en nada a su aspecto. A simple vista, se veía tranquila y sonriente, pero era más temible que cualquier demonio.

Fui a un pueblo alejado donde se rumoraba que la joven había salvado a una niña de estas entidades malignas hace mucho tiempo.

Entrevisté a una anciana de 90 años que aseguraba que sus padres la habían dado en sacrificio cuando tenía 10 años. Pero cuando iba a ser arrastrada por el mal, apareció la joven que era capaz de matar a los mismos espíritus infernales.

Ella se hacía llamar Melissa...

**¿Qué era exactamente?... ¡No! Mejor dicho, ¿qué eres?...**

Tuve que esperar mucho tiempo para descubrir que la historia que me habías contado no era 100% exacta.

Comencé desde el principio, seguí cada pista, no descansé hasta que descubrí la verdad.

Lo que hiciste no fue al azar, lo tenías todo controlado.

Mis padres eran adictos al juego, ambos. Las deudas los estaban consumiendo, al igual que las amenazas de los prestamistas. Su casa ya tenía nuevos dueños y sus hijos también.

La gente con la que trataron no era cualquiera. Formaban parte de una organización secreta, más bien diría una secta muy poderosa e influyente.

Como la deuda era casi impagable, me entregaron a ellos, pactando así con los demonios, y fui llevado a aquel instituto religioso.

Las cosas comenzaron a andar mal en mi familia. Mi hermana Ana se deprimió mucho y comenzó a consumir estupefacientes hasta que fue internada en el hospital psiquiátrico de la ciudad, donde posteriormente se quitó la vida, o eso dijeron. Mis padres se echaban la culpa el uno al otro por lo sucedido.

María, quien era la mejor amiga de mi hermana, enloqueció al descubrir que sus padres formaban parte de aquella secta diabólica, responsables de la muerte de Ana. Y no solo ellos, sino también la directora Isabel y la maestra Sandra, quienes influyeron a mis padres para entregarme en forma de pago.

María no soportó tal injusticia, así que decidió tomar venganza por su propia cuenta. Aunque creo que estaba poseída.

Los compañeros de ambas estaban muy preocupados, así que insistieron a la directora en ir a ver qué sucedía con María. Esta accedió y, junto a Sandra, fueron a su casa, donde se encontraron con el terrible escenario.

Cómplices y más cómplices, corruptos que vendieron su alma a los demonios por poder.

Cuando me enteré de esto, estaba anonadado. Nunca imaginé que algo así fuera posible. Pero mis dudas se aclararon cuando fui al hospital y, al fin, pude cerrar el círculo.

Por suerte, me encontré con una de las enfermeras más antiguas del lugar y encargada de cuidar a mi querida hermana, y me contó que ella era tratada especialmente como si estuviera loca, aunque así no lo fuera; esas eran las órdenes.

La enfermera tenía la orden de medicarla y sedarla, pero una noche pudo escuchar a Ana hacer una plegaria que nunca pudo olvidar. Esta decía:

“Si hay alguien en el cielo o en cualquier lugar, que pueda oírme, por favor salva a mi hermano Joan del mal…” y al otro día murió asfixiada.

Ese mismo fin de semana hubo una tormenta y un rayo cayó del cielo sobre la escuela, que se pudo escuchar desde lejos.

Estoy seguro de que su plegaria fue escuchada y comenzaste a castigar a los pecadores.

Primero fuiste a casa de María, que se encontraba atestada de demonios, luego visitaste a la directora y a su hermana, y les diste de su propia medicina. Te dirigiste al hospital para ver el lugar donde Ana había fallecido y descubriste la participación de varios empleados, incluido el encargado de la institución, a quienes también hiciste pagar su pecado.

Al salir, fuiste a ver los cuerpos de mis padres y hermana, porque estabas buscándome. Por último, revisaste mi casa y te encontraste con miembros de la secta en pleno ritual con demonios y los destruiste a todos. No dudaste ni tuviste misericordia; los castigaste.

Me has protegido desde entonces, acatando la petición de mi hermana. Incluso me hiciste el desayuno que ella solía prepararme.

Luego de aquel día, tu trabajo no finalizó allí...

En los periódicos salió una noticia que decía que los directores de un instituto religioso, así como otras 15 personas, fueron descuartizados en sus casas.

Las investigaciones indicaron que todos ellos estaban vinculados a una secta satánica y eran responsables de la desaparición de una veintena de niños y adolescentes huérfanos. Se cree que los usaban para rituales y el tráfico de órganos. Uno de sus puntos principales para estos hechos aberrantes estaba en una casa que figuraba como hogar de acogida, y donde en una explosión se encontró a un niño de nombre Joan con vida. Pero en el sótano hallaron los cuerpos de los últimos desaparecidos, de nombre Pedro, Christian, Juliana y Susan, junto a restos de otros niños que faltaban por identificar.

Ella me salvó del mal y aquí estoy contando mi historia.

Mi nombre es Joan y quiero advertirte que el mal existe y los demonios también. No hagas pacto con ellos, porque no tendrás salvación.

Ya sea demonio o sirviente, lo único que le espera es la destrucción.

Ella ronda las calles, no es un espíritu ambulante ni tampoco un humano, pero camina entre ambos mundos. Su nombre es... ¡Melissa!

Yo la sigo buscando...

Y tú... ¿le temes a los demonios?



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En el texto hay: demonios, miedo terror y suspenso

Editado: 17.12.2020

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