—¡No sé qué tienes en la cabeza además de pajaritos! Warren y sus
padres son gente influyente aquí en Londres y amigos de toda la vida y..., y
no me parece bien que él no venga. Además, piensa: ¡tu hermana pequeña
se va a casar antes que tú!
Aquel comentario consiguió que Ana soltara una carcajada y, sin
importarle el gesto de su madre, replicó:
—Mamá, que sólo tengo dos años más que Nana. ¡Veintitrés!
Cualquiera que te oiga va a pensar que...
—Exacto. Pensarán que eres una joven amargada y una futura
solterona. Y asúmelo, tú nunca has tenido la facilidad de Lucy Marie para
comunicarte con los demás, y...
—Sí, mamá, lo sé. Ella es la hija guapa y yo la fea. Lo sé..., lo sé...
—Tú no eres fea —protestó Lucy, intercediendo por su hermana.
—Pero ¡qué tonterías estás diciendo, mujer! —gritó Frank al escuchar
a su esposa—. ¿Quién ha osado decir que mi Ana es fea? Simplemente, son
dos jovencitas diferentes. Nada más.
—Papá, no te preocupes —dijo Ana riendo, pero su madre no se dio
por vencida.
—Yo no he dicho ni diré nunca que Ana Elizabeth sea fea. No lo es.
Pero mírala. ¿Crees que alguien se fijaría en ella?
Frank desvió la mirada hacia sus hijas y sonrió. Lucy era todo color,
feminidad, sedosos rizos claros, glamour y pestañeos, y Anna era vaqueros,
pelo corto y oscuro, y gafas retro. Dos estilos muy diferentes de mujer.
Ana, divertida con los gestos de sus padres, fue a decir algo, pero su
madre se le adelantó:
—¿Cómo se te ocurre romper con Warren justo ahora? Es un
excelente partido. Su padre es un miembro activo de la Cámara de los
Lores y...
—Mamá, que eso a mí ni me va ni me viene. ¿Cuándo te vas a dar
cuenta de que yo no doy la prioridad que tú das a ciertas cosas? —se quejó.
—Warren es rico —continuó su madre, sin embargo—, de una buena
familia, apuesto, te quiere tal y como eres, y tiene sus propias empresas.
¿Qué más puedes pedir?
—Otras cosas, mamá. Otras cosas —murmuró, desencantada.
Su padre la miró con mimo. Percibir tristeza en los ojos de su hija lo
estaba matando. ¿Qué le ocurría?
—No sé por qué has roto con él. Repito que Warren es un excelente