Leah
Los chicos comienzan a entrar al aula y sé que el descanso ha terminado. Regreso a mi lugar, sintiendo la mirada de Christopher sobre mí, mis piernas tiemblan un poco, pero puedo mantener mi rostro sin mostrar alguna expresión. El profesor Dante entra y todo queda en silencio.
-Como podrán haberse dado cuenta, he publicado las listas de parejas que participarán juntos en el proyecto de final de semestre, no habrá cambios o modificaciones, he seleccionado todo de acuerdo a mi opinión sobre aquellos que harían un buen dueto. El proyecto final consistirá en que presenten una canción, ustedes son libres de seleccionar el tema, pues la canción debe ser de su autoría. Semanalmente estaré revisando su avance, comenzando el viernes de la siguiente semana. Si bien, puede parecer que es algo bastante sencillo de realizar, quiero que se comprometan totalmente a poner su corazón en la canción y al momento de presentarla, deben mostrar perfectamente las emociones que pusieron en ella. Tendremos clases más teóricas de lunes a jueves y aprenderán lo necesario para que entreguen un buen proyecto. No quiero que solamente escriban una canción y la presenten, deben tener una buena química con su compañero. Si llegan a tener algún conflicto, lo dejarán a un lado y mostrarán el profesionalismo que deben de tener- el resto de la clase habla sobre como calificará y el plan de estudios para el primer semestre.
Cuando la clase termina, Christopher se acerca a mí. Le sonríe a algunos compañeros que iban saliendo del aula y cuando detiene sus pasos frente a mí, acomodo mis lentes y evito mirarlo a los ojos, sintiendo el calor posarse sobre mis orejas.
-¿Dónde te gustaría que nos reuniéramos?- cuestiona y sus ojos se encuentran con los míos.
-Si no te importa, me gustaría que fuera en mi casa- respondo.
-¿Puedes darme tu número de teléfono?- cuestiona y asiento. Después de decir los números, camino hacia la salida del aula, los lunes eran los días en que las clases terminaban más temprano, noto que Christopher iba caminando a mi lado y mi respiración se acelera un poco.
Lo observo de reojo y noto que estaba intentando hablar, en una de las reuniones a las que asistí con mis padres, alguien me dijo que no era fácil hablar conmigo porque yo no mostraba interés en sus palabras, sin embargo, siempre ponía atención a lo que las personas a mi alrededor decían. Tal vez no era muy buena hablando, pero sabía escuchar.
-Creo que sería mejor si tú escribieras la letra de la canción, yo puedo componer la melodía- asiento a sus palabras. ¿Te parece bien si nos vemos hoy?- cuestiona y aclaro mi garganta.
-Te mandaré la dirección en un momento- desde la puerta de entrada observo a Stephanie parada al lado del auto.
Noto que hay una sonrisa en su rostro al verme al lado de Christopher y mis orejas vuelven a sonrojarse. Me despido con un asentimiento y camino hacia mi hermana, mis pasos son tranquilos y no me presiono para llegar a ella.
-Me alegra que hayas hecho un amigo- dice con una sonrisa.
-Él y yo…
-Lo sé, es tu primer día. Pero me haría muy feliz si te esforzaras por hablar con alguien, incluso si no es él- asiento a sus palabras y entramos al auto.
-Revisé tu horario y lo comparé con el mío, si bien los lunes coincidieron, los martes, miércoles y jueves, no. Saldré una hora antes que tú, ¿quieres que te espere o el chófer te recoge después?- cuestiona.
-Está bien si vas a casa primero- respondo y sonríe asintiendo.
-Debería aceptar que mi pequeña hermana ha crecido- mis labios se levantan, mostrando una pequeña sonrisa.
El camino a casa es tranquilo, recibo el mensaje de Christopher y le mando mi dirección. Bajamos del auto cuando estaciona frente a la casa y caminamos hasta la puerta. Entramos, nos quitamos nuestros zapatos y luego de colocarnos las pantuflas, caminamos a nuestra respectiva habitación.
Subo las escaleras, camino por los pasillos hasta detenerme frente a la puerta de madera, la abro y entro. Dejo mi mochila en un perchero y me siento en la cama. Cierro mis ojos y todos los sucesos que ocurrieron el día de hoy pasan por mi mente. No podía creer que Christopher sería mi compañero de clase, parecía un sueño hecho realidad, pero al mismo tiempo, ese sueño podría convertirse en una pesadilla, especialmente, si mi otra identidad era descubierta. Escucho mi teléfono sonar, anunciando un nuevo mensaje y lo tomo, era Christopher.
Estaré allí a las 5:00, ¿tienes una guitarra o llevo la mía?
Eran las 3:00 así que aún tenía un par de horas para que llegara el momento de verlo. Salgo de mi habitación y camino hacia el comedor. Mi hermana llega al mismo tiempo y me sonríe amablemente. Nos sentamos una al lado de la otra y pronto nos sirven la comida. Mis padres no estaban, no era una sorpresa. Papá pasaba mucho de su tiempo en la empresa y mamá en el estudio. Comemos en silencio y cuando termino de comer el último bocado. Mi teléfono suena.
-¿Leah?- escucho la voz de Paulina.
-Sí- respondo.
-El director del vídeo musical tiene una emergencia en el extranjero, la grabación se ha adelantado a hoy. Paso a recogerte en 10 minutos- la llamada finaliza tan rápido como comenzó.