Melodía de Verano

Capítulo 37

Llego a casa de Aiden en breve. Me abre la puerta y le sonrío sin intención.

—Elise ¿qué pasa? 

Sin entender por qué, me lanzo a sus brazos y me suelto a llorar. Aiden me abraza y siento su mano acariciar reconfortante mi cabello. En un instante ya me siento más tranquila. 

—¿Puedo preguntar qué pasa? —me dice mientras entramos a su casa.

—Matteo ha vuelto, nos hemos visto esta tarde. Me ha contado todo lo que ha ocurrido. Ha sido terrible. Me ha invitado a salir después, pero le he rechazado. Le dije que sólo lo veía como un amigo y me ha pedido que me marchara. Nunca había tenido amigos de verdad, y es muy triste perderlo. 

—Solamente está dolido. Piensa que por lo que haya pasado en Italia no se siente bien, y decidió confesar sus sentimientos justo en ese estado, sabiendo que existía una posibilidad de que lo rechazaras. No creo que deje de hablarte para siempre, sólo necesita tiempo. Pero ya no llores, me rompes el corazón. —dice con una pequeña sonrisa llena de ternura mientras me pasa el pulgar suavemente por la mejilla para secar una lágrima. 

—Gracias, me siento mejor. — le digo mientras termino de tranquilizarme. —¿Podemos comer pizza? —Aiden suelta una risita y me abraza de pronto. 

—Por supuesto, Elise.

 

♫♫♫

 

—¿Segura que quieres que lo hagamos ahora? Porque si aún te sientes mal, podemos dejarlo para después. 

—No, ya estoy bien. Además, quiero saber qué has pensado. 

El inglés se sienta en la banqueta del piano y sus dedos se desplazan sobre las medias tocando una dulce y breve secuencia, que se repite después de que toca un único sonido grave. Luego de dos repeticiones acaricia con soltura la misma secuencia, pero añadiendo un poco de notas medias más cercanas a agudas, suavizando el tono de la canción. Se detiene y me mira expectante. 

—¿Y bien? 

Me siento a su lado, frente a las teclas agudas. 

—Tócalo de nuevo. 

Aiden repite la melodía, y cuando toca las notas graves, añado notas agudas para contrastar, lo que hace que la canción suene aún mejor. 

—¡Suena genial! 

—Bien, toca todo desde el inicio. 

La canción se desenvuelve en un mar de emociones que pese a que contrastan entre ellas, se desenvuelven con la soltura de la marea. No hay notas forzadas, es una sinfonía maravillosa que llega al corazón, y aunque claramente aún no está terminada, lo que hemos logrado es sumamente espectacular. 

Miro a Aiden mientras toca, y me es imposible no sentir como el corazón se me acelera cada vez que lo hago. Los simples detalles de los que no es consciente, la cara de suma concentración que hace cuando sus dedos se desplazan con pasión sobre el piano. Como arruga su nariz cuando piensa. La forma en la que sus bellos ojos almendrados se iluminan cuando está alegre. La manera en la que aparenta ser serio, pero por dentro tiene el corazón más dulce que he conocido.

Y esa sonrisa...

«Realmente ya no hay forma de evitarlo. Sí siento algo por él.» 



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En el texto hay: musica, romance, amor de verano

Editado: 22.03.2020

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