Melodías

10. Una marea muy pesada ♬

Una marea muy pesada

 

Easton

 

Desde ya hace algunos días, mi humor no era precisamente excelente. A decir verdad, solo había pasado de mal humor los últimos días, y cuando estaba de mal humor eso tenía como significado; no comer bien, no tener apetito, no poder componer, cero concentraciones, estrés absoluto y muchas noches sin conciliar el sueño. Una de las razones por las que mi humor era de la mierda era cuando mi madre no estaba conmigo en las reuniones o en el estudio.

Mi madre se había convertido en uno de los pilares más importantes de mi vida, era la persona que estaba a mi lado ya sea que la situación fuera buena o mala o se me saliera de las manos, ella siempre decía que había una solución para todo y era por eso que la hacia una de las personas más indispensables en mi día a día. No era simplemente porque fuera un niño de mami o papi, era porque me sentía con paz cuando ella estaba conmigo.

A veces me sentía muy inmaduro o por muy debajo de la gente cuando se tratase de tomar algunas decisiones en mi vida. Darse cuenta que tienes casi veinticinco años y tienes que estar pidiendo permiso hasta por la camisa que quieres comprar, solía ser demasiado estresante y muy estúpido algunas veces.

Era un golpe muy bajo que a mí la vida me había dado.

Mi madre era persona que ayudaba a que mi voto y voz fueran importantes en las diferentes decisiones que se tomaban día a día. Ya que estaba cansado de escuchar muchas excusas absurdas que se me anteponían mientras sucedían cosas importantes.

No debes comprar cualquier cosa, porque no puedes andar vistiendo con cualquier cosa.

Compra esa que es de marca y asegúrate de darle una opinión en redes sociales para que te contacten y poder hacer negocios.

No se trata que fea este o no te guste, es estar a la moda.

Sin contar que la frase No eres agradecido no faltaba cuando mostraba desagrado por las decisiones que se me imponían.

Era por eso que cuando mama se iba a casa. Me sentía muy frustrado.

Quería tomar mis propias decisiones, saber deliberar que no me gustaba o que si me gustaba. O por lo menos decir los porques de mis decisiones, para que observaran que también podía dar opiniones coherentes no absurdas como ellos decían.

Quería llegar a mi lugar de trabajo y poder estar tranquilo porque sabia que un buen día me esperaría, quería ir al estudio como antes iba y poder sentirme que estaba en mi lugar seguro, quería escribir como solía hacerlo antes, cuando componía canciones cuando estaba en el parque tomando un helado o cuando estaba en la cama de casa tomándome una cerveza.

Antes las letras de mis canciones fluían como agua en cascada, ahora cuando Tobías me da una fecha para entregarle una canción nueva, siento que el mundo se me viene encima, o que me quedo sin oxigeno a la mitad del camino.

Quería volver a esos tiempos en donde solo zubia covers a youtube y ganaba dinero debido a las vistas que mi voz ocasionaba a los espectadores, quería volver a esa habitación en ese barrio en específico de los ángeles en donde solía quedarme horas y horas con esa guitarra vieja que papa me había regalado en un cumpleaños.

Quería, quería quería… tantas cosas, pero lo que más deseaba en estos momentos…

Era volver a ser yo.

Porque sentía que con el tiempo había perdido mi esencia.

No sabia donde estaba el hogar del que todos solían hablar, ese lugar donde iban cuando estaban tristes o solo talvez querían pasar un buen momento luego de haber tenido un día duro de trabajo.

Podría volver a casa con mama, pero lastimosamente ese ya no se sentía como un hogar, o por lo menos no como el mío.

 No como un día lo fue.

Sabía perfectamente que ella tenia una vida a parte de la mía, por más que dijera que yo era su centro de atención, sabía que no podía aprovecharme de algo tan vago, que no podía retenerla conmigo todo el tiempo, solo por la excusa que con ella me sentía segura. Ella notaba que mi humor cambiaba una vez ella no estaba, por eso solía disculparse muchas veces cuando tenia que irse.

Ella tenía que entender cosas en su casa, casa que por más que me repitiera muchas veces que seguía siendo mi hogar.

Ya no lo era.

Me encontraba aun en el hotel de los ángeles. Lastimosamente aun no podía ir a casa de mi madre porque según Tobías habría muchas personas en la residencial y no quería tener que lidiar con paparazzi molestos una vez que supieran que estaba en casa.

Tobías siempre decía que tenia que cuidar mis acciones para que las demás personas no salieran afectadas. Suele decirme todo el tiempo que solo actuó por actuar, que no pienso en el daño, las repercusiones o las consecuencias que cualquiera de mis actos puede tener. Todas esas frases y regaños era una de las cosas en las que solía pensar horas y horas cuando llegaba la hora de dormir y ganándome como castigo no poder conciliar el sueño.

¿Por qué siempre Tobías tenia algo que decirme que me hiciera pasar noches en vela?




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