Capítulo 5: verdades que duelen.
Anastasia
Mis piernas comienzan a temblar y caigo al piso, la cabeza me duele, veo todo borroso. Mi cuerpo se siente débil, sin fuerzas, sin nada. Todo mi cuerpo duele, arde.
¿Qué me está pasando?
—Te afecta que diga la verdad ¿no? —Sigo escuchando la voz del hombre, en el piso me encojo de dolor, me tapo los oídos con mis manos y empiezan a salir lágrimas de mis ojos, el dolor que recorre todo mi cuerpo es terrible, es como si me clavaran muchas agujas por todo el cuerpo. Abro un poco los ojos y noto a Blaz que trata de zafarse del agarre de dos hombres que lo tienen desde los brazos, noto la desesperación en su rostro cuando nota que no puede venir hacia mi.
—No — susurro apenas audible.
—Querías saber la verdad, pues aquí te lo estoy diciendo — levanta los brazos y sonríe hostil —tu madre te iba a asesinar pero David llegó al rescate — noto que se acerca hacia mi y trato de arrastrarme por el piso para alejarme de él pero es inútil, me agarra del cabello echando mi cabeza hacia atrás, se agacha hasta estar a mi altura y me susurra al oído — ¿quién dijo que David fuera tu padre? para reírme un rato — me quedo helada apenas dice eso.
—Te recomiendo que te alejes de ella— la voz de Alexei me hace suspirar. El hombre deja mi cabello y se endereza, levanta la mirada y sonríe irónicamente, tiene la mirada detrás de mi, por lo cual, Alexei debe estar en el umbral de la puerta.
—Alexei Kozlov, el miembro más respetado y temido de la familia — da un paso para atrás y hace una seña a los hombres que tienen agarrado a Blaz, inmediatamente queda libre y corre hacia mi.
—¿Qué sucedió? —Su tono preocupado no pasa por alto, pone sus manos a cada lado de mi cara y le sonrío para que se tranquilice.
—Se fue el dolor, estoy bien — miento. El dolor sigue ahí latente pero reúno todo mi esfuerzo para que nadie lo note.
—Pero, ¿cómo sucedió eso? —Inquiere.
—Solo sé que apenas empezó a hablar sobre ... ella, me empezó a doler todo el cuerpo, mis piernas se debilitaron, la cabeza me dolía, los oídos me ardían. No tengo idea de lo que sucedió.
—¿Cómo entraste? —Pregunta Alexei, de reojo veo que el hombre se toca las manos repetidas veces. Está nervioso.
Con ayuda de Blaz me paro del suelo y juntos nos dirigimos al sofá que está más cerca, al sentarnos puedo ver que Alex está apoyado del umbral con una expresión de indiferencia. ¿Cómo puede lucir tan calmado en un momento como este?
—No lo quiero repetir otra vez — la gélida voz de Alex resuena por toda la habitación.
—Soy más inteligente de lo que crees, Alexei.
—Lo dudo — con paso lento se dirige al hombre y este por inercia da un paso atrás, no aparta la mirada de Alex que lo mira como un lobo cazando a su presa, y sabe perfectamente quién es la presa — vete de mi antes hogar que mate a todos tus hombres.
—Algún día, las cosas cambiaran — es lo último que dice antes de irse de la habitación. Todos nos quedamos en silencio por un rato, solo se escuchan algunos suspiros por parte de Esmeralda. A los minutos las luces se prenden, parpadeo varias veces para que mis ojos se adapten otra vez a la luz.
—Quiero irme — digo.
—Yo te llevo — se ofrece Alexei y asiento, giro para ver a Esmeralda ya Nikolás, ella me dedica una sonrisa y Nikolás se me acerca hasta quedar al frente mío.
—Ten cuidado — asiento y me volteo para darle un abrazo a Blaz que lo corresponde. No digo nada cuando me voy de la habitación siguiendo a Alexei que no ha dicho nada.
Salimos de la mansión, veo los bellos arbustos mientras bajo las escaleras hasta llegar al auto en donde vinimos Alexei y yo, sonrío melancólica cuando veo que el sol está de un color anaranjado dándole un toque mágico al jardín que rodea la mansión. Nos subimos al auto sin decir nada, prende el auto y avanzamos, después de unos minutos me armo de valor para romper el silencio.
—¿Quién era ese hombre ?.
—Iván Di Angelo —respondió — uno de los jefes.
—¿Te refieres a que es un líder?
—Sí, hay cinco líderes en total.
—Pero, ¿de qué son líderes? —Pregunto viéndolo mientras tiene la mirada fija en la carretera, el ceño arrugado y tiene los hombros tensos.
—Ana, no sé si sea bueno decirte — dice susurrante.
—Entiendo si no me dados, pero necesito saberlo, quiero saberlo — exijo.
—Los cinco líderes del consejo son dueños de grandes empresas. Por ejemplo, la de tu padre es la empresa que se encarga de la tecnología, la empresa Tisan es la más reconocida con respecto a teléfonos, computadoras. Por año obtiene $ 2.213 mil millones de dólares.
—¿Y cuál es la empresa de Iván?
—Marfil en general, se encarga de comercio minorista, venden y distribuyen por todo el mundo. Marfil en total tiene 645.000 empleados y tiene más de $ 162 mil millones de dólares en activos.
—Es grande la compañía — digo asombrada — entonces, déjame ver si entendí, los líderes son como los jefes de cinco importantes empresas.
—Exactamente, aunque cada uno de ellos no solo tiene una empresa — lo miro confusa, me mira de reojo y sonríe — verás ... Todo eso que nos dicen de pequeños en las escuelas, que estudiar, tener un título y vivir de ello te hará rico, es mentira. Una persona común, estudia en la universidad y vive de su trabajo, pero si por alguna razón esa persona deja de trabajar porque se enfermó, porque no consigue trabajo u otra razón, esa persona está en la ruina. Un millonario promedio tiene diversos negocios y empresas, por lo cual, tiene muchos negocios en los que producen dinero.
—¿Tu familia cuántos negocios tiene? —Inquiero.
—Tenemos dos. El primero del cual todos conocen: FEX, se encarga de la producción de petroleo, gas natural y otros productos petroquímicos. FEX es la empresa más importante y rica en todo el mundo, el valor de la empresa alcanza los 1,9 trillones de dólares.