Marinero que partes con el alma enferma de esta playa,
Muda y quieta,
Hacia ignotas y lejanas tierras.
Marinero que navegas sin rumbo
Mendigando consuelo,
Con el alma afligida
Por el mar tormentoso de la vida.
Cuando llegues al puerto anhelado
Y ancles tu barquilla,
Acuérdate del Lírida
Que te cantó sus versos en la playa.
Estaba enfermo también del mismo mal que padecen los hombres
En esta vida amarga,
Cuando el alma dice lo que el corazón calla.
También macho por el mar de la vida navegando sin rumbo,
Buscando cariño,
Mendigando consuelo para mi dolor profundo.