Memorias De Un Hidalgo [en EdiciÓn]

CAPÍTULO 18. NUPCIAL Y AMO A LAS ROJAS VÍRGENES.

(Barranquilla, mayo de 1928)

 

Temblando de rubor la amada llega

Al tálamo en que Venus ha dejado,

Un inconsútil velo embalsamado

Ante el que siente la emoción que ciega.

 

Desnuda toda es la Afrodita griega;

El más pagano sueño realizado:

Tócala amor, y el cuerpo inmaculado

A las delicias del amor se entrega.

 

Sobre el nevado lecho se perfila

Como una leve ondulación de ola

Su cuerpo magistral de porte heleno.

Paso el suplicio del amor tranquila

Y sonreía extasiada la amapola

Que entreabre su corola sobre el seno.

 

AMO LAS ROSAS VÍRGENES

(Plato, 1928)

 

Amo las rosas vírgenes de tus seños triunfales

Amo el mar de tu negra cabellera,

Amo todas tus formas de esculturas divinales

Y tu boca y tu nariz y tu cuello y tu cadera.

 

Amo tus ojos diáfanos de miradas tan puras

Y más tus manos desnudas perfumadas y sabias

Superlativo y síntesis de la eterna blancura

Que embalsaman heridas con perfumes de Arabia.

 

Amo tu cantarina voz de acento voluptuoso

Y más tu barba ebúrnea que me insita a los besos

Amo el ritmo de tu andar, amo tu cuerpo suntuoso

Y todo el fresco aroma que de tus carnes exhalas,

A veces pienso en horas de íntimos embelesos

Que siempre que te miro nacen en mi alma alas.



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En el texto hay: humor, risas, alegria

Editado: 01.03.2023

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