CAPÍTULO 24: NOCTURNAL Y MARINERO

Vestida de cibelina,

Bajo la luz de la luna,

Pasó por el parque en una

Noche de opio y morfina.

Rompió el silencio su fina

Y dulce voz importuna,

Como el sonido de alguna

Flauta melódica y fina.

Un artista insustancial,

Lanzó un bostezo de hastío

Y la miró indiferente.

Y bajo el paisaje autumnal

Entró en el parque sombrío

Y se perdió entre la gente.

MARINERO

Marinero que partes con el alma enferma de esta playa,

Muda y quieta,

Hacia ignotas y lejanas tierras.

Marinero que navegas sin rumbo

Mendigando consuelo,

Con el alma afligida

Por el mar tormentoso de la vida.

Cuando llegues al puerto anhelado

Y ancles tu barquilla,

Acuérdate del Lírida

Que te cantó sus versos en la playa.

Estaba enfermo también del mismo mal que padecen los hombres

En esta vida amarga,

Cuando el alma dice lo que el corazón calla.

También macho por el mar de la vida navegando sin rumbo,

Buscando cariño,

Mendigando consuelo para mi dolor profundo.