Mensajes.

23 (Madison Pov)

—Que tenga un buen día.

Le entregue la bolsa de plástico al cliente para después guardar el dinero en la caja registradora. Había conseguido un empleo de medio tiempo en una tienda de discos y películas, necesitaba dinero para devolverle el favor a Ethan, aunque el se negó, el dijo que; el vestido, día completo en el spa, par de tacones, y una maquilladora personal, era parte de un regalo.

Mis nervios estuvieron presentes desde el momento en que abrí los ojos, mañana sería el gran baile del día del amor y la amistad, había creado casi un monólogo para cuando esté frente a frente con Dylan, no quería que mi lengua se trabara y estuviera diciendo millones de estupideces.

—Chica nueva, te toca limpiar el área de tocadiscos —Janette, mi compañera de trabajo, me entregó una escoba, tuve que aguantar mis palabras y hacerle caso—. No se te olvide volver a acomodar los discos por orden alfabético.

Mi trabajo era el de cajera, pero con el alto rango de Janette, soy como su marioneta, manejándome a su manera solo por ser la hija del dueño de la tienda, oportunidad que ella aprovechaba para hacerme la vida un infierno.

Deseaba con tantas ganas que mi hora de trabajo terminara para después ir al Spa y que aplacaran todo el estrés que llevaba acumulado sobre mis hombros, sería toda una maravilla.

—Disculpe —Una voz masculina se escuchó tras mi espalda. Una voz muy conocida para mi canal auditivo—. ¿En donde están los discos de OneRepublic?

Me di la vuelta para encontrarme con la mirada color miel de Dylan, todo parecía que el destino siempre nos quiere juntar, hace un días lo encontramos Ethan y yo afuera de la cafetería, lo saludamos y después se subió a su auto, no con muy buena cara.

—No sabía que trabajabas aquí, Madison.

—Llevo algunos días —Sonreí, deje los utensilios a un lado y caminé hacia el área donde decía Bandas, el me siguió—. ¿Buscas algún Álbum en especial?

—Pues, ¿Qué álbumes están?

—Están desde Dreaming Out Loud hasta el mas reciente que es
Oh My My.

Janette miraba todo desde la caja registradora, hizo un intento por acercarse, la tienda estaba vacía a excepción de nosotros.

—Quiero todos, es un regalo para una chica.

Una pizca de celos brinco dentro de mi, el tal vez volvió con Shannon y le quiera regalar esos discos como una reconciliación. ¿Acaso está loco? Mordí mi lengua para no decir una idiotez frente a el, no dije nada y solamente lo que hice es meter los discos en una bolsa de plástico, actuare como si todo estuviera bien.

—Espero que le gusten, puedes pagar ahí —apunté hacia donde estaba Janette, le entregue la bolsa y tomé mis utensilios—. Adiós, Dylan.

No esperé a que el respondiera, fui hacia donde estaba el almacén y cerré con seguro, me deslice por la puerta hasta tocar el frío suelo. Tal vez era una mala idea ir mañana.

(...)

Emprendí mi caminata hacia el lujoso Spa, quedaba a unas pocas cuadras de la tienda de discos, conecté mis auriculares y puse en modo aleatorio, deteniéndose justo en el álbum Native, OneRepublic.

13 de febrero del 2017.

Dylan:
¿Estás ocupada?

4:35 p.m

Michelle:
No, ¿Por que?
4:37 p.m

Dylan:
Juguemos a las 10 preguntas.
4:39 p.m

Michelle:
Inicia.
4:39 p.m

Dylan:
¿Musica favorita?
4:40 p.m

Michelle:
Pop Rock.

¿Color favorito ?
4:45 p.m

Dylan:
Púrpura.

¿Nombre completo?
4:46 p.m

Michelle:
¡Oye! No se vale.

Ya no quiero jugar.
4:50 p.m

Guardé mi teléfono en mi bolsa, la recepcionista me llamó, me guio por todo el Spa, explicándome todo lo que incluía el paquete que Ethan había comprado para mi, me sorprendí ya que todo lo que había pagado era muy caro, creo que tendré que esforzarme mas para devolverle el favor.

—Colócate la bata, después te acuestas, te harán un masaje de aproximadamente 20 minutos, después proseguimos a la siguiente actividad, se tratara de unas mascarillas para dejarte la piel suave ¿Haz utilizado alguna? —Negué, todo esto era nuevo para mi—. Bien, entonces es un buen comienzo, tu novio quiso que te dejáramos como una chica nueva, diferente, irreconocible.

—Solo para aclarar, el no es mi novio.

—¿Enserio? Pues parecen.

Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue tirarme en el sofá, estaba tan relajada de mis músculos, mi piel extremadamente suave, me sentía una chica nueva. Estaré eternamente agradecida con Ethan por esto.

—¿Quién eres y en donde esta mi hija?

Reí—. Mamá, estoy tan relajada que —suspire y pase mis manos por mi cara—. No se que decir.



#32039 en Otros
#10292 en Relatos cortos
#12747 en Joven Adulto

En el texto hay: romances, romancedrama, romanceadolescente

Editado: 30.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.