Un reloj, un tiempo definido, un momento exacto. La vida son eso pequeños lapsos de tiempo, unidos por una larga cadena. Pero ¿qué pasaría si te dijeran que te quedan 30 minutos de vida? No te cohíbas, ahora solo soy yo jugando con tu reloj, acortándolo a mi placer para ver qué tan lejos llegas. Pero ten en cuenta que no siempre va a ser así
Si desgloso tu tiempo, encuentro respuestas fáciles en tus acciones. Los primeros 10 no son más que un incesante período de lamentaciones que no tienen ni pies ni cabeza. Un llanto muchas veces cegador, y la larga ronda de los "por qué", miles de preguntas que no van a responderte tú ni nadie.
Los próximos 5 minutos son los de la verdadera locura, la desesperación porque tu reloj camina y ahí te vuelves loco intentando buscar por donde comenzar a hacer lo que durante todo el tiempo anterior no hiciste. Y que ahora nuevamente te preguntas ¿por qué? Más de las preguntas absurdas que nadie va a resolver, pero corre, que tu minutero sigue, yo aquí puedo escuchar el tic tac que ahora constituye tu cuenta regresiva.
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Te quedan 15 y sigues con ventaja, pero no va a durar mucho, desvías tu atención a la más mínima idea que pasa por tu mente desesperada. Descontamos 10, esos están a tu disposición, y las opciones más comunes son o tomar hasta el cansancio, o cometer una locura, ir a ese lugar especial que marcó tu vida, o quizá acortar más aún el tiempo que te he dado. No sé, ya eso depende de la persona.
Y en los últimos 5 minutos ¿Qué haces en ese tiempo?
Ahí está el que va y le grita "te amo" a la persona que está a su lado, otros le dan ese abrazo que nunca dieron a su familia y le dicen "aún estoy contigo". Está también aquel soba a sus hijos y los mantiene cerca de su pecho para que aún puedan sentir el calor de un último abrazo. En fin, ese es el momento de la despedida, y posiblemente más importante que tuviste en los 30 minutos que te he dado. Solo no entiendo una cosa: ¿Por qué esperar a esos 30 minutos? Desperdiciamos la mayoría del tiempo que nos dan, aunque sea el último, porque sinceramente ¿Qué hizo que valiese la pena en los primeros 25 minutos?
Dejó para su último respiro lo que de verdad tenía algún valor o significado para sí. Eso sucede más frecuente de lo que nos podemos imaginar, damos prioridad a cosas que sinceramente no la tienen y dejamos de lado a lo que, según nuestro subconsciente "siempre va a estar ahí".
Pero el problema que no es así, eso también se va. Ahora ¿Qué pasaría si tú tomara tiempo, si tomara tu vida y la resumiera solo en 30 minutos? ¿También estarías sujeto a los mismos modelos de: lamentación, rebeldía y por último agradecimiento? Piensa ¿qué harías tú en tus últimos 30 minutos?