Capítulo Cuarenta y Uno.

—¡Thara! Por favor baja el puñal.

—¡No!

Entonces de un momento a otro la sangre mancho mi vestido y deje caer la maleta que sostenía. El tiempo se detuvo por un segundo.

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—¿Piensa salir?

—Si, tengo cosas por atender, despeja mi tarde—Entonces el hombre con cabello de color ceniza se dispuso a montarse en su caballo.

El día estaba siendo agradable pero nubes que venían del Sur avisaban que habría una ventisca más tarde. Albert al ver como el joven Thiago se alejaba de las tierras del rey, se preocupó demasiado ¿Cómo no hacerlo? Fue como su padre, al igual que Harvey y Martina eran importante, no sabría como les iría en el futuro a esos tres. Sólo le quedaba pedir a Dios que no salgan lastimados de lo que hacían cada uno con sus vidas.

Mientras Thiago disfrutaba de cómo el viento daba contra su cara mientras su caballo iba más rápido. Hoy tenía una reunión con sus amigos, afueras de la ciudad, su grupo era como una organización de investigación, descubrían crímenes u otras redes, pero había una serie de asesinatos que no les daba pistas de la persona responsable, casi todas las personas muertas involucradas eran de cancilleres, condes o barones, todas ellas involucradas de una forma u otra con la corona rusa.Estos crímenes eran mes por mes un día desde hace siete meses en Rusia. Para Thiago era demasiado raro que desde Rusia había llegado a Alemania, o eso indicaba las pocas pistas que habían encontrado. Eso gracias a Detlef, el hombre que Thiago atrapó en París que iba tras Jasmine, por eso él se involucró con su hermano y Jas, aunque Harvey aún tenía algo contra él. Pero ahora ya no había amenazas o ataques contra Lilian, eso era extraño, el criminal siempre acababa un trabajo, pero ahora había desaparecido de la nada, dejando todo incompleto. Thiago tenía una corazonada de que estaba ocurriendo algo. Su deber era mantener a Jasmine a salvo, pero ahora el encuentro con sus amigos se iba a tratar si debía ya dejar a Jas fuera de la mira o tratarla un poco más.

Entonces después de una hora de recorrido, el caballo de Thiago se acercó a una casa, era medio abandonada, pero era secreto, a otros kilómetros también vivían familias pobres, el camino no era tan recorrido. Eso ayudaba a que fuera discreto su lugar de encuentro y planificación. Thiago se bajo del semental y lo guio para amarrar su cuerda en una cerca de madera, lo dejo mientras comía hierva y él se dirigió adentro. Ahí se encontró a su amigo Frank en la entrada.

—Pero miren quién se aparece ¿Qué cuentas hermano?—Se dieron medio abrazo, pero Thiago estaba  rígido.—¿Qué, aún no me perdonas lo de los padres de la chica?

—Sabías que no era necesario que ella los viera, podíamos tratarlos entre nosotros—Le recordó, pero lo dejo pasar.—Está bien ¿Dónde están los demás?

—Ya sabes, en la sala no tan lujosa como tu castillo—Bromeó mientras se dirigía con él adentro.

Frank siempre hacia burla de eso, Thiago ya estaba acostumbrado y le recordaba la razón de su principio en esto. El motivo desde diez años en esto era ayudar a las personas, haciendo justicia con manos propias hacía canallas que dañaban a niños o mujeres y ellos siendo pobres o sin derecho los hacia pagar a los opresores por ellos, siendo príncipe vio muchas injusticias de cómo varios riquillos no pagaban el hacer daño sólo por su título o el dinero que daban a las autoridad. Eran injustos y entonces conoció a Frank. Ahí empezó a trabajar en esto. Por lo menos el tener dinero por parte de él ayudaba a muchos y no lo gastaba en barbaridades como otros.

En la sala estaban sus demás amigos, unos buenos físicamente para pelear con puños o armas, también siendo espías, otros eran el cerebro que armaban el plan perfecto para ser impredecibles. Y él, era bueno en todo, sólo que también  le agregaba una ventaja su conocimiento en medicina para ayudar para cuando se lastimaban. Un equipo perfecto.

En el centro de la sala estaba una mesa con un mapa, con hilos que indicaban las conecciones de los crímenes o donde tenían las última pistas. Todos lo estaban rodeando y dando opiniones o ideas entre ellos alrededor de esta.

—¿Qué tienen por plan?—Thiago se acercó con determinación poniendo ambas manos en el mapa.

—Estamos hablando de la chica, dicen que ya no tiene nada que ver después de que ahora no hay sucesos ocurriendo en su vida, pero otros dicen que tenemos que ser precavidos con ella, que tal vez el atacante quisiera que nos descuidemos—Le informó Nick.

—Pero ¿Qué más podemos hacer? Estar atento a esta chica nos quitará tiempo y tal vez sea una distracción planeada mientras que el otro este tomando ventaja—Dio su inconformismo Marco.

De pronto todos empezaron a discutir para defender su opinión, divididos en dos grupos. Pero Thiago dio un golpe en la mesa demasiado fuerte para llamar la atención.

—¡Oigan!—Él era el más respetado, así que todos se callaron.—Respeto cada opinión, así que vamos a dividirnos entre dos, la mitad del grupo estará atento a otras pistas que puedan surgir, un grupo de cinco vigilarán a Jasmine ¿De acuerdo?

Todos asintieron ante su plan. Otros más felices que los demás, pero era un avance. Tampoco con el caso de Jas, podían descuidar otros problemas, eso generaría más discordia.

—Y Thiago ¿Qué pasa con los padres de Lilian? ¿Ellos sabrán algo?—Le pregunto otro hombre en el grupo.

Thiago contestó sin titubeos:—Ellos no saben nada, parece que los únicos involucrados hasta ahora es el jefe de verdugos en París, sólo que el hombre dio su último aliento mientras lo interrogaba y no soltó información alguna, el otro sujeto ya lo conocen como Detlef...

—No lo sé, siento que nos estas ocultado algo—Lo interrumpió el mismo hombre, eso molesto a Thiago.

—De hecho si, parece que no lo tome demasiado en cuenta el hecho que no sólo es un simple caso, mi familia y mi hermano corren peligro—Contestó Thiago aumentando el volumen de su voz en cada palabra.