1979 era el año en el que mi vida comenzó a destrozarse en pequeños pedazos. Soy Bryan Kendall , un hombre de treinta y tres años.
Mis padres se divorciaron y a partir de aquel entonces, he vivido toda mi vida en un instituto.
Más bien, tenía doce años en ese momento.
Mi vida actual es totalmente diferente a la de aquel entonces, conocí a la mujer de mi vida, y a una señora ya mayor, que me ayudó en todo momento.
Era apenas un niño cuando mis padres me mandaron a un lugar , que quizás podría pensar que sería mi futuro hogar, pero no fue así. Hubo todo tipo de situaciones, descubrimientos , desapariciones, pero primero es lo primero.
Lorenzo era un chico que había estado allí desde los siete años, sin él no podría haber llevado acabo la investigación del primer suceso que se llevó una vida hacia el viento, como un simple suspiro.
En el año 1979 fue donde tuve mi primer momento de conocer quien en un futuro, podría hasta llegar a ser un familiar lejano, bueno, quizás no tan lejano.
Brikston era mi maestra de literatura, quien me ha ayudado con este asunto, en realidad este relato cobra sentido en el instante en que el instituto me abrió sus puertas.
Roberto fue alguna vez mi padre, claro alguna vez, hoy en día se poco y nada sobre su existencia, de hecho la última vez que lo vi fue apenas cuando el misterio empezó a revelarse.
Solo sé que hace un tiempo se casó con otra mujer, pero tampoco supe mucho de ella.
En fin, el primer día en el instituto fue todo un giro que tuvo mi vida por completo, recuerdo que apenas podía ser sociable y que no era muy común que tenga muchos amigos, de hecho era el chico más callado.
Cómo les contaba hace un rato, Lorenzo fue un sujeto muy importante en mi vida, y que muy probablemente sea muy difícil hacerlo desaparecer de mi camino.
Era quien hizo encontrarme a quien soy en realidad , ayudó a que encajara y especialmente colaboró con que hoy pueda tener un hogar en cual pertenecer y sentirme a gusto.
Julieta Castro fue alguna vez , una joven con la cual tenía como virtud la sencillez del encanto, siempre simpática y positiva . Ella fue con la que alguna vez soñé tener una relación más cercana.
Es quien hoy es parte de la historia , se convirtió en una de las desaparecidas del siglo. Todo ocurrió un 27 de octubre de 1980
justo un año después de mi reciente llegada.
Nunca dejo rastro ni siquiera una carta con la cual pudiera descifrar donde se la lograría ubicar, todo fue un misterio y hasta el día de hoy se desconoce dónde podría estar.
Me acuerdo que fue aquel día en el medio de la noche, estábamos todos cenando, cuando Julieta decidió irse , supuestamente iría al baño pero nunca regresó.
Se fue como si nada, al rato nos vinieron a buscar para irnos a descansar, cuando de repente las luces se apagaron , y cuando se volvieron aprender, empezaron a sonar las alarmas.
Todos asustados , con cara de preocupados pero aún así nadie ayudó a colaborar para ver qué había sucedido.
Me acuerdo que empecé a correr por los pasillos , todo desesperado por encontrar a mi amiga. Llamé a varios de mis amigos pero nadie contestó , llore y llore desesperadamente hasta obtener una respuesta. Pero no fue así , fui cuarto por cuarto hasta encontrarla. Pensé que podría estar loco , ya que sentía escuchar mi corazón latir , más acelerado de lo normal.
Y al mismo tiempo escuchaba una voz muy tormentosa , además también comenzaba a indagar a través de los cuadros que tenía en su habitación. Una sombra de una niña me parecía ver. De hecho pensé que fue así , corrí lo más lejos pero no encontré nada.
Dos minutos más tarde , mi celular empezaba a sonar. Colgué , pero no duró mucho. Un segundo después me volvió a llamar , estaba asombrado y shockeado pero no había duda de que alguien estaba desesperado pidiendo ayuda.
Esta investigación no fue muy larga. Una hora después , mientras todos mis compañeros estaban acorralados esperando a llegar algún resultado , me fui a dormir.
Escuchaba como una sirena de policía , se nos acercaba. Me dirijí para ver quien era y qué es lo que necesitaba.
Cuando baje a ver que estaba sucediendo , encontré su cuerpo en el suelo. Con un pequeño rasguño en el tobillo derecho. Y una diminuta gota de sangre en su cabello. Aún estaba con vida , le ofrecí mi ayuda , pero el se fue corriendo directo hacia su auto y se marchó.
Al intentar subir por la ascensor , me di cuenta que no funcionaba. Entonces , empecé a subir las escaleras. Mientras tanto , la profesora Brikston les estaba leyendo un cuento para que los jóvenes se vayan a dormir.
Pero algo llamó la atención. Un grito de una niña que no estaba en la habitación. Llamé para pedir auxilio pero nadie me la daba. Salí del instituto , y pude notar una sombra detrás de los arbustos. Me acerque pero no había algo que me llamara la atención.
Por última vez , entre y volví a subir las escaleras. Allí comencé a correr en todos los pasillos.
No había nada, los nervios me ponían los pelos de punta , lo único que llegue a ver aquel día , fue que un muchacho del cual desconocía el nombre , que estaba cerca de la ventana viendo sigilosamente para que nadie se le acercara.
Le consulte que estaba haciendo, cuando se apagó devuelta las luces, el se fue corriendo. Me di cuenta cuando al prender vi sus huellas de sus zapatillas en el suelo.
Quizás pensé alguna vez que era una pesadilla pero lamentablemente era la dolorosa realidad del cual no podría despertar.
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Editado: 05.03.2021