Mentiras Peligrosas

#25 El bosque

Me pareció extraño que Ben quisiera acompañarme al trabajo. Nadie me había acompañado al trabajo desde que tenía diecisiete años.

Subimos al auto de Ben, era un Ford Mustang 2010, daba que envidiar, al menos para mí que nunca había tenido uno en mi vida, vaya apenas y podía manejar. Tenía una pintura azul con acabado metálico brilloso, y una franja color negro que iba del centro del cofre hasta la cajuela. Durante el camino discutimos cosas triviales, cómo me iba en la escuela, si había algo en el trabajo que no me gustara, si había estado durmiendo bien, si había visto el tráiler de una película llamada May never comes.

—No. —Le respondí. —No soy muy fan de las películas de terror.

—¿Por qué, acaso eres un gallina? —Preguntó con una sonrisa sin apartar la vista del camino. —Yo he jugado a la Ouija. Debo decir que esperaba más, creo que la televisión y el internet nos venden falsos estereotipos. Es como aquellos videos de posesiones, o los videos de duendes. —Hablaba con tanta seguridad del tema que me daba escalofríos.

—No lo sé, nunca los he visto. —No mentía, creciendo fui un chico asustadizo, por lo que me mantenía alejado de aquellas cosas que me causaban terror o desconfianza.

Me pasó su teléfono celular. —La contraseña es 1205. —Su sonrisa se puso un poco seria, sus ojos, los cuales estaban ocultos por sus gafas de sol se mostraban inseguros, era un tema importante, aunque no sabía que es lo que yo tenía que ver con él. —He estado investigando una mutación de una especie de mosquito que he visto merodear por el campus, y en varias partes de Glassdrop. —Mira las imágenes de mi galería en el fólder Secuencia 25.

A veces olvidaba que Ben era un investigador de la universidad, fuera de que se muestra como una persona divertida y confiable, Ben, fue un alumno de excelencia según lo que Millie me había contado. Como es extraño el mundo. —Está bien. Le daré un vistazo. —Desbloqueé su celular con el patrón con el código que me dio, el teléfono se desbloqueó con la aplicación de música abierta, había estado escuchando un audio llamado SEC00056.wav, pasé de él y me dirigí a la aplicación galería de fotos, había muchos folders, muchos de ellos repletos de memes y otros repletos de fotos de laboratorio, probablemente de sus clases. Di con el Fólder Secuencia 25, el cual estaba sepultado entre una gran cantidad de folders. Lo abrí y en él había fotos de mosquitos con un zoom impresionante.

—Mira las fotos. —Repitió.

Había fotos de una calidad profesional, la mayoría de ellas eran sobre una planta que crecía en la zona pantanosa de Glassdrop, también la había visto en el bosque que colinda con la casa. Mayormente eran fotos de plantas, una que otra era de pequeños animales silvestres. Finalmente di con la imagen del mosquito. Para mi lucia como un mosquito común un corriente, pero yo no era zootecnista, era tan solo un chico de nuevo ingreso.

—En las siguientes fotos podrás apreciar una imagen con zoom. Hay rastros en lo que podríamos decir que es su panza que no concuerdan con la de los mosquitos de la zona, y eso que ves cerca del aguijón aun no sé qué es, pero soy optimista y creo que se puede tratar de una mutación genética desconocida, o incluso una nueva especie. Estoy tratando de convencer a uno de mis profesores que me ayude, tiene un conocido en la universidad que tiene un sistema de visión por computadora revolucionario que permite rastrear especies de insectos, y quería ver si nos podría echar la mano.

Para mi seguía siendo la imagen de un mosquito común y corriente. —Supongo que sí. Que bien, por un segundo pensé que me ibas a enseñar una foto de una posesión. —Entreabrió la boca.

—Si quieres ver te puedo enseñar, están en la carpeta que se llama terror. —Me apresuré a apagar la pantalla del teléfono y devolvérselo.

—No, gracias, estoy bien.

—Bueno, si quieres hablamos de otra cosa, “gallina”. —Dijo murmurando eso último. —¿Entonces tú y Daniela?

Tomé nuevamente su teléfono y dije. —¿Dónde dices que estaban tus imágenes de poseídos? —Rio a carcajadas y me echó una mirada. —Pues no lo sé, se ve agradable, es bonita.

Interrumpió. —¡Bonita! Ray, Dani esta buenísima, si fuera mi tipo yo ya le hubiera dado desde hace mucho.

Me sentí molesto por su comentario, ¿por qué me molestaba? Permanecí en silencio por un segundo, nunca había visto a Ben con una chica, sabía que no era gay, por lo que debería tener un tipo de chica. —Ahora que lo dices, ¿Cuál es tu tipo de chica?

Me volteó a ver, extendió su mano derecha y comenzó a listar cosas. —Tiene que ser una chica inteligente, tiene que ser divertida, las chicas que dicen que no han hecho nada en todo el día son aburridas y no merecen mi tiempo, le tiene que gustar la ciencia y los animales, debe ser alta y le debo de gustar yo. —Volvió la mano al volante.  —Son las cinco cosas que busco en una chica.

—Si has estado con una chica, ¿verdad? —Pregunté. Ben se mostró un poco molesto por ello. —Permíteme reformular. —¿Si sabes lo que es una chica?, ¿verdad? —Apartó una mano del volante y me golpeó el hombro. —Ehh, perra.

—A mí me hablas con respeto que yo te voy a ayudar a conquistar a Dani bebé. —Nuevamente me molestaba la forma en la que lo decía. —Un consejo, trata de no lucir como un idiota cada vez que ves como baja las escaleras a la hora del desayuno, comenzamos a creer que eres retrasado y no sabes disimular. —Sentí vergüenza, no había pensado en ello. —Se ve que le gustas, ¿cómo lo sé?, no lo sé la verdad, pero puedo sentir que hay algo entre los dos. Ustedes son como mis dos cachorritos que quiero que crezcan sanos y fuertes, para que terminen juntos y dominen al mundo con sus genes de delgadez extrema.



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En el texto hay: vampiros, horror

Editado: 30.11.2023

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