La televisión muestran las noticias, los informes la confirman. Hay cada vez más gente desaparecida, más asesinatos en contra y pro de la guerra, los Delirios pasan el muro burlándose de nosotros. Esta guerra aún se encuentra en un punto casi muerto esperando que el otro haga el siguiente movimiento, no importa que hagamos, no podemos detener esta plaga.
En la pantalla de la computadora se muestra el vídeo una y otra vez, trato de analizar sin parar el día de la invasión a la Biblioteca, busco entre todas las grabaciones alguna pista de como ingresaron pero es inútil. Solo logramos ver como arrebatan la vida a cientos de personas inocentes que corren por sus vidas, demuestran su valor y el sacrificio que dieron.
Cruzo las manos debajo de mi barbilla viendo el momento justo que te atraviesan con esa espada y el grito de él revienta las bocinas. Silas...¿Porque nos abandonaste ahora? Se que querías protegerlo, pero has dejado a cientos desprotegidos, contigo aquí seria todo diferente. Apago el monitor sabiendo que no conseguiré nada con eso.
Aún recuerdo la primera vez que nos conocimos, sabía tus habilidades y méritos que fuiste ganando hasta llegar a ser General. Fuiste el encargado de la vigilancia en la fiesta del invierno, escogiste estar con tus hombres evitando cualquier ingreso y dejando varios soldados dentro, una seguridad sin fallas. Esperaba hablar contigo en la fiesta pero no fue posible, solo pudimos hablar al día siguiente para el reporte.
-Déjelo pasar- digo al asistente por el teléfono con una copa de vino.
Las puertas se abren y su imponente figura entra a la gran oficina que de repente parecía ser pequeña con él dentro.
-¡Buenos días Presidente!- se detiene a pasos frente al escritorio y hace su saludo militar clásico -Con su permiso empezaré con los reportes del día de ayer en la seguridad dentro del edificio Residencial- su voz gruesa y severa no la esperaba para nada.
-Adelante, General- dejo la copa y le doy la espalda mirando a toda la ciudad.
-Recibido, durante toda la noche...- empieza a decir un montón de detalles, un reporte altamente detallado, cada soldado, cada movimiento. Tanta saturación hace que pierda la linea -...con eso hemos terminando arrestando a trece seres-
-¿Usted realizo el reporte? General- lo miro por el reflejo del cristal.
-No, mi Presidente, fue un trabajo del equipo- se golpea el pecho con orgullo.
-Parece muy confiado General Silas, pero uno de los motivos que solicite ser el General que organizara la seguridad de la fiesta, el papel en este sistema es ser el guardaespaldas del Presidente- me acerco al escritorio y agarro los papeles que ha dejado encima -No me interesa nada de esto, y usted no ha seguido el método de seguridad-
-Con su respeto, el sistema implantado es una mierda- sin titubear sus palabras salen como dagas -El General debe estar siempre frente a la batalla para coordinar rápidamente cualquier situación, si usted quiere un lame culos junto a usted no soy la persona indicada- Esos ojos se rasgan como si fueran de gato, juzga con solo la mirada.
-General...- me siento -No me agradan las criticas que dice, si se sale del papel que tiene le ira muy mal- saco una carpeta de las gavetas -Si es necesario tomare cartas en el asunto- saco la foto de un niño de cabellera blanca -¿Qué dice?-
Se queda en silencio buen rato con la mirada perdida. Da unos pasos hasta agarrar la foto, apenas la levanta y una nube negra empieza a cubrir la foto mientras se va quemando lentamente.
-Si se le ocurre tocarle solo un pelo a mi niño juro que lo pagará caro la persona que lo haya hecho- golpea la mesa clavando las garras afiladas en la madera -Lo juró por todo y no importa si es usted quién haya mandado esa orden-
Todo se queda en silencio, las partículas del papel quemado flotan en el aire entre ambos. Nos miramos sin mover ningún solo músculo. Es la primera vez que alguien me dirije la palabra de tal manera y tan seguro de sí mismo, tiene su lealtad firme en algo.
-Jajajaja- me río muy alto -Me agrada General Silas, uno de los pocos que dice las cosas como son. Hace mucho tiempo que alguien capacitado hace las cosas como son, creo que será interesante ver cómo transcurre todo-
-Con su permiso Presidente, me retiro- no hace ningún saludo, nada, es tan fácil de leer.
-General Silas, no le prometo nada, pero por el momento no tengo plan alguno contra su familia-
-Aún si lo dice lo tendré en cuenta- cierra la puerta con fuerza.
Fue hace tanto tiempo que dijo eso y casi lo cumple, ahora cuánto más te necesitamos nos haces más falta.
A lo lejos logro ver una figura singular, parece un cuervo pero entre más de acerca se distingue la figura del General Desalmado, el único General que son dos en realidad.