Kazuo
-¡NO PUEDES ACEPTAR ESO!- Tadeo grita mientras sus venas parecen que le reventaran.
-Teniente, no es necesario gritar, no estamos sordos- sin mirarlo bebe una lata que no logro identificar -Pero General, él tiene razón, si hace caso será tu fin. Creo que no somos los únicos con la misma idea-
-Lo sé, pero...no tengo elección...él también debe entender que es una orden - sentado en una de las butacas de la oficina, las paredes llenas de marcas de garras y los libros tirados. Mientras Kurt no está, pero lo siento cerca, su enojo me golpea la mente dejando migrañas.
-Pero nunca haz acatado las instrucciones de él. No es un estratega, es un estúpido que solo planea pelear, separarlo a ustedes dos es ilógico. Son fuertes juntos, el equilibrio perfecto- Tadeo reclama dejándose caer en la otra butaca.
-Teniente, si fue el General Nash ambos sabemos para que los separaría. Buscaría que muera, que el Delirio pase a ser de él y así matar dos pájaros de un solo tiro- levanta ambas manos como una balanza -Venganza y victoria-
-Puede que tengas razón, pero son ordenes-
Era una mañana algo diferente, se había acabado la reunión de estrategia ante la fiesta de invierno que en unas semanas se dará. Lastimosamente el Presidente escogió a Nash, el cabeza de piedra. Su estrategia fue prácticamente él ser guardaespaldas del Presidente y los demás con ubicaciones exactas. El Capitán solo asentía mientras explicaba pero no se veía impresionado, eso no fue sorpresa, todo aquel que ya ha sido escogido para esto mínimo una vez lo sabe al izquierdo y derecho. Es la que siempre se ha hecho.
Pero algo que no esperaba fue la carta que dejaron encima de mi escritorio, "Orden Primordial" escrita con una forma muy particular, la conozco y no es de Nash.
Kurt en mi hombro lee conmigo la carta, en resumen dicta específicamente que mi puesto frente al pelotón norte se mantiene, pero que Kurt se mantendrá vigilando desde el aire toda el área.
El se ríe pensando que nunca me dejará, pero enseguida se da cuenta que es necesario seguir la orden. Al inicio es solo una discusión de palabras, un tira y afloja, no logro hacer que entienda, que estaré seguro con los demás. Solo quiere estar junto a mi lado, entiendo su preocupación, pero es una orden superior y no podemos hacer nada. Eso desencadeno la irá de Kurt, no pudo mantener su forma pequeña haciendo que la verdadera saliera, comienza a gruñir fuerte y vuela directo a la ventana rompiéndola.
-General, General....- la voz nerviosa de Quirina me trae de regreso, está pegada a la pared junto a Tadeo.
Solo giro para ver a Kurt, su cara completamente fruncida, los ojos inyectados de sangre y el veneno quemando la alfombra mientras muestra sus colmillos.
"¡NO ACEPTARE TAL ORDEN A LA LIGERA!" gruñe fuerte que todo mi interior tiembla, pero su mirada y tono cambian, es de tristeza "Pero tampoco te desobedeceré" acaricia su cabeza con la mía y no puedo evitar peinar su melena con mis dedos.
"Kurt, tómalo como una petición mía. Se que te afecta, pero ambos podemos con todo, aún separado estamos conectados" siento el ardor en el ojo izquierdo, es incómodo en un inicio pero rápidamente pasa. Nuestra unión, nuestro juramento.