Mentiras, una y más mentiras....

Te necesito...

ALESSANDRO.

Después de aquellas palabras, no pude contactarla más. Han pasado semanas desde aquella llamada.

Semanas en las que no se en donde jodidos la escondió el niño ese. Recuerdo ese día en cada maldito minuto, en el cómo mis mejores hombres no llegaron a tiempo para impedir esto.

Como llegaron a mi jodida casa, hechos mierda.

Y me revelaron que ese niño fue el que me arrebato a Sarah de mis brazos.

Estaba aterrado por segunda vez en mi jodida vida, hace horas que se fueron y no tenía ninguna maldita noticia. Odiaba el hecho de que me impidieran el ir con ellos. El no poder hacer nada para salvar al amor de mi vida. Odiaba esta horrible sensación de impotencia, por no poder hacer nada para ayudar.

Me sentía atado de manos, no sabía qué demonios hacer para no ahogarme en esas sensaciones.

Demonios, ella y mi nana estaban desprotegidas. Pero todo tenía que salir de acuerdo al plan. El estúpido plan que habían creado Carlo, junto con Harry.

Cuando por fin me entere de quien es la rata, las va a pagar con creses.

Colérico estaba dando vueltas por la sala de mi mansión cuando escucho como llegan las camionetas de mis hombres. Inmediatamente salgo para asegurarme de que ellas estén a salvo, desgraciadamente me llevo una mala noticia.

El amor de mi vida, junto con mi nana estaban desparecidas.

Sabe en qué maldito lugar.

Junto con el maniático aquel.

Y tal vez estaban sufriendo.

Todo por culpa de un capricho.

Todo por culpa de nuestros padres.

Además de que mis hombres están hechos mierda, joder como demonios logro hacer eso el hijo de puta. No jodidos lo sé.

Lo único que sabía es que lo haría pagar, con creces todo lo que estaba haciendo el imbécil ese.

Inmediatamente preso de la ira y desesperación empecé a lanzar golpes a cualquier cosa que se me atravesara en el camino, quería desahogarme con algo, quitarme la presión que sentía en el pecho, pero por más que lo intentaba no lo lograba.

Esa noche me prometí que la iba a encontrar, aunque fuese lo último que hiciera y destruiría al niñato ese.

-.-.-.-

Días después y gracias a las habilidades de mis hombres logramos encontrar una ubicación, en la cual posiblemente se encuentren ellas. Eso me alentó demasiado ya que estaba más cerca de ellas, tal vez sea una trampa, pero no me podía dar el lujo de desperdiciar más tiempo en el cual ellas podrían estar en peligro.

Esa madrugada estando un poco más calmado en mi despacho junto con mis mejores empezamos a planear un buen plan para acabar con esto más rápido y, poder tener a mi nana y a mi mujer de nuevo conmigo.

Mientras ellos se ponían de acuerdo de la primera parte del plan, decidí acercarme al ventanal que estaba detrás de mí, junto con un vaso de whisky en la mano y mirando a la luna llena que había esa noche susurre - te necesito pequeña-.

NARRADOR EXTERNO.

Estaba en mis mejores putos días de toda mi vida, el amor de mi vida estaba aquí, viviendo conmigo en nuestro hogar, aunque también estaba esa señora que solo causaba problemas, pero logre hacerle ver que era mejor que se quedara calladita ya que le podía ir mal a su querida familia.

Para mi desgracia aun no podía mostrarle mi cara a mi pequeña Sarah, así que solo hablábamos cuando le vendaba los ojos, era un completo martirio, pero era necesario ya que no quería que sufriera otro de sus “ataques”, así que iba lo más lento que podía solo contándole cosas que habíamos hecho juntos, etc.

Aunque al principio Sarah estaba renuente a nuestra relación, pero logre convencerla, para mi suerte logre que recordara el momento en que nos conocimos (claramente ella aun no recordaba mi cara, pero aun así logre que recordara algunas cosas acerca de ese día) y todas las veces que pasamos juntos una linda tarde. Claramente sin mencionar a terceros, que trataban de meterse entre nosotros.

Después de eso empezó a estar más cooperativa en lo que respecta, recordarme más y de nuestra relación. Eso fue maravilloso, los momentos que pasamos juntos después de eso fueron magníficos, ignorando el hecho de que ella no me podía ver aún.

Realmente me sentía de maravilla, todo estaba saliendo como se había planeado anteriormente. Aunque a decir verdad aun tenia ciertos cabos sueltos los cuales tenía que eliminar para poder estar en paz con mi mujer.

Empezando por aquellos pendejos que andan detrás de mi mujer.

Y empezaría eliminando al supuesto rey, el sería el primero en caer junto con su reino. Lo haría suplicar misericordia. Eso estaba prometido.

ALEXANDER

No podía creer que lo que mis ojos veían. Sarah, ella estaba un poco más delgada de lo normal. Pero eso no era lo que no podía creer, es que ella estaba con ese tipo de nuevo y eso no era nada bueno, todo lo que podía suceder mal ha estado saliendo mal. Tenía que mencionárselo aquel idiota, aunque después de haberlo golpeado un poco ya que como pudo permitir que ella este con él de nuevo, con ese tipo. 




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