Capítulo 2

Capítulo 2

El pacto
 
Jarlath, el mago del reino, había decidido esa misma noche finiquitar sus planes con Aoife. Durante años planeó destituir a Cronan y tomar el poder. Para ello, necesitaba alguien que fuera sus ojos y oídos entre la familia real. Y qué mejor que el miembro más ruin, frío y calculador que la infame princesa, que además se había convertido en su amante.
  Pero ciertos planes llevan mucho tiempo. Planes en los que es necesario ir despacio y desplegar las estrategias para destruir a todos los rivales. Ya había ganado una batalla en el pasado y también esta vez estaba seguro de que volvería a triunfar.
 
Jarlath: (Tomando a Aoife entre sus brazos). Ha llegado el momento querida. (Acariciando su rostro). Pero deseo asegurarme de que hayas entendido todo. No podemos permitirnos fallar. Ya sabes la verdad y pretendo que me digas si estás dispuesta a actuar cuanto antes y hacer tu papel.
 
Aoife: (Sonriendo con la mirada fría que la caracterizaba) Sí querido, no te fallaré.
 
Sellando el pacto con un beso ausente de sentimientos, Jarlath despidió a Aoife  y ella se retiró en medio de la noche sigilosamente, sin darse cuenta que en la habitación había estado escondido Engel, la mano derecha de Jarlath.
 
Jarlath: Ya puedes salir mi fiel amigo.
 
Engel: (Saliendo de entre las sombras) Señor.  ¿Ya es hora?
 
Jarlath: Si mi querido Engel, Sirsha se está convirtiendo en un estorbo y el senil de Cronan siempre fue un estúpido para gobernar. Le dije en el pasado que la matara apenas quedó huérfana, pero el maldito quería tener todo, inclusive a ella. No hay más tiempo que perder. Sirsha debe morir inmediatamente. Es cuestión de tiempo para que sepa la verdad si no la liquidamos. Tráeme la esfera negra. Es tiempo de que salga de su descanso. Y ocúpate de mantener alejado a Declan. Es la sombra de la bastarda y lo necesitamos lejos. En dos noches todo tiene que haber terminado.
 
Antes de que Engel se retirara, Jarlath le dio una última orden:
 
- No quiero que Declan salga vivo tampoco de esto. Es muy fuerte y querido en el pueblo. Puede complicar nuestros planes. Es hora de que Eoghan, el ángel caído, capitán de la guardia de los infiernos, suba a hacernos un favor. Hace años hice un pacto con el demonio y aún puedo seguir haciéndolos a cambio de ciertos favores.

En todo el tiempo que duró la conversación, nadie notó que otra persona había estado escuchando debido a su paso casual por los pasillos del castillo.