Capítulo 33

 
Capítulo 33
 
Explicaciones y advertencias
 
Con Sirsha calmada Aodhan explicó:
Aodhan: Sirsha... ¿Te sientes como para ir en busca de Priscob?
Sirsha: (mirando el agua) Sí.
Aodhan: Lamento por lo que pasaste, pero tu miedo se iba a despejar cuando supieras la causa.
Sirsha: Podrías haberme dicho lo que ocurrió cuando nací.
Aodhan: No hubiera servido de nada. Si no lo veías no lo ibas a poder superar.
Sirsha: (fastidiosa) Bueno ya lo vi. Son muchos metros.
Aodhan: Si respiran hondo y nadan medianamente rápido llegarán al vacío que da
lugar a la entrada del mundo subterráneo.
Sirsha: ¿Y si es tan fácil por qué no vinieron otras personas para adquirir espadas y adueñarse del mundo?
Aodhan: ¿Y quién te dijo que no hubo más personas? Muchos llegaron hacia Priscob, pero ninguno salió para contarlo.
Sirsha: (observando a Aodhan con los ojos abiertos) ¿Se ahogaron?
Aodhan: ¡Oh, no! Quedaron atrapados allí abajo.
Sirsha: (hablando hacia el aire) Malditos sean todos los que nos metieron en esta situación.
Aodhan: No hay más tiempo que perder. Escuchen con atención. Hay cosas que deben saber. Cuando estén abajo sean precavidos. Los duendes odian las amenazas, los gritos y los golpes.
Sirsha: Eso va para ti Declan.
Aodhan: Eso va para los dos. (A Sirsha) Para ti especialmente cuando te empieces a desesperar porque estás en un mundo bajo el agua. No sean violentos. Tienen que ganarse la confianza de Priscob para que fabrique la espada.
Declan: ¿Y qué desea a cambio?
Sirsha: (con cierta experiencia de las respuestas de Aodhan) No pierdas el tiempo Declan. Te dirá que debemos averiguarlo nosotros.
Aodhan se echó a reír.
Aodhan: Sirsha está en lo cierto. Ustedes deben averiguar qué deben darle a cambio. Si hace la espada y los deja salir.
Aodhan: (a Declan) No lleves tu espada. Lo enfurecerá. (a Sirsha, entregándole una bolsita que contenía algo que le pidió que no vea hasta que llegaran a destino) Si las cosas se complican dale a Priscob esto. Ahora respiren hondo, sumérjanse y los espero aquí.