Los espíritus bailaban en la noche, su pueblo natal lo esperaba...
Se sabe que el anciano que les contó todo el pasado de Merfil a los primeros pobladores murió de la peor forma. Lo encontraron tiempo después en un río. Estaba desnudo, y tenia varios cortes en su cuerpo, en el pecho llevaba una marca, un extraño circulo con un triangulo dentro de el, dentro del triangulo habían otras tres circunferencias que se unían.
En el cuello había una abertura, como una segunda boca, y parecía estar vacía. Sus testículos y su pene se lo habían arrancado, y ahora habían jirones de carne colgando con pequeños nervios y una maza rojiza coagulándose. Era atroz, los hombres que presenciaron tal hecho tomaron su cuerpo y lo llevaron a la aldea más cercana, mientras que las mujeres hablaban entre ellas sobre una supuesta bruja. Llamaron a un doctor, quien revisó su cuerpo y se percató de un detalle más, un hallazgo que helaría la sangre de las pocas personas que habitaban el pueblo.
El doctor Robert Larcos tuvo que abrir su vientre, puesto que al parecer el circulo de aquel extraño símbolo en realidad era una saturación de un corte que le hicieron más antes. Al abrir su vientre, este se encontraba lleno de pertenencias de personas desconocidas. Robert dio a conocer la noticia a Larry, el jefe de la aldea.
— Señor Larry, nos encontraron —dijo mientras Larry observaba cada objeto en sus manos.
— Debemos hallar al maldito —proclamó Larry con ira.
Robert regresó a su consultorio, mientras que Larry llamó a toda la aldea para una reunión, en la cual se contarían a las sesenta y siete personas que debían estar. Pasaron lista familia por familia, algunos hombres solteros al igual que mujeres se contaron aparte. Al finalizar faltaba un hombre, Thomas Flander.
— Señor —dijo Robert- falta Thomas, debemos buscarlo.
—Lo sé —respondió.
A continuación, preguntó en voz alta si alguien conocía a tal hombre. Todos se vieron, empezaron a murmurar, y luego, empezaron a levantar las manos. Larry cedió la palabra a cada persona que levantaba la mano.
Thomas era un extraño chico, casi siempre solitario y borracho. Quienes eran sus vecinos, afirmaban que en las noches gritaba desde su casa, y salía corriendo como un poseso. Las personas trataban de calmarlo, pero este suplicaba y lloraba que lo ayudaran, no podía escapar. « Por favor, matenme, el no me dejara en paz, me persiguirá en cada esquina del mundo, cada rincón, cada calle, me llamará para que lo haga nacer, y darle forma física en el mundo humano, por favor, háganlo antes de que me encuentre y me convierta en su títere» fue lo que dijo la última vez que salió de su casa, aquel día no llevaba nada de ropa, y temblaba de frío. Miraba a cada persona con unos ojos suplicantes y miedosos.
Pasaron cuatro días desde que se quedó en shock, sus vecinos lo ayudaban hasta que dijo que ya se encontraba bien, sin embargo aquellos capítulos se repitieron y con más fuerza, hasta que un día paró y no se supo más de Thomas.
Semanas pasaron, y no se veía la presencia del joven, y sus vecinos tomaron decidido ingresar a su casa. Se pusieron deacuerdo hacerlo un sábado por la tarde. Llegado el día, revisaron a los alrededores de la antigua construcción, intentaron abrir la puerta, pero esta se encontraba cerrada desde adentro. Así que ingresaron por las ventanas, ya que la puerta estaba hecha de un tipo de madera muy fuerte. Cinco varones subieron e ingresaron. Todo estaba oscuro, así que encendieron una velas y se guiaron con su resplandor, no obstante lo que vieron hizo paralizar a cada hombre que estaba allí. Un líquido oscuro se expandía por el salón. Miraron las paredes y .... habían un montón de imágenes a blanco y negro de cadáveres, ritos y extrañas personas encapuchadas, luego también habían imágenes de niños descuartizados, y varios dibujos hechos con una sustancia que parecía sangre. Uno de los hombre lanzó un alarido y forcejeó la puerta, abriéndola y saliendo despavorido. Los que se hallaban dentro se pasearon por toda la casa, como era solo de un piso, no fue difícil pasar por la cocina, donde había una gran masa carbonizada. Trataron de ver que era, mas no pudieron descifrar que había quemado Thomas, luego ingresaron a su cuarto. Las mujeres que estaban afuera entraron para curiosear, algunas lanzaban expresiones de asombro, y otras murmuraban. Los hombres que estaban en el cuarto de Thomas buscaron algo que pareciera extraño. No tardaron en hallar cosas muy inquietantes, en la pared frente a su cama, la cual estaba hecha con unas piezas de madera y lana de oveja, se hallaban varias imágenes religiosas, además de una gigantesca cruz que ocupaba gran parte de la pared, pero estas estaban manchadas con sangre y algo que emitía un hedor nauseabundo.
Llegaron a la conclusión que Thomas pertenecía a una secta, y que era un brujo. Dos días después, la gente se enteró que el anciano había sido hallado asesinado. Todo señalaba que Thomas era el culpable. Larry reunió a todos los hombres para hacer un grupo de búsqueda. Se dividieron en tres lugares, se internaron en el bosque e iniciaron la búsqueda.
«Simplemente repetiran la misma sucesión, el mismo círculo vicioso del nunca podrán salir, pagaran sus pecados enfrentando a sus propios miedos, y Larry lo sabe muy bien.»