—Ambos están muertos —repite nuevamente y yo niego lentamente.
—No es cierto, mamá dice que James está estable —mi voz suena insegura y siento ganas de llorar.
—Te están mintiendo, ¿no lo ves? ambos murieron, murieron por tu culpa.
—¡Es mentira! —grito y veo como una pequeña sonrisa sale de sus labios, pero la oculta inmediatamente.
—¿Cómo puedes ser tan egoísta? ¿Cómo puedes seguir viva cuando fuiste la que causo todo esto? —sigo negando con la cabeza, pero ella sigue hablando —Sus padres están destrozados, les arrebataste a sus dos hijos ¿estás bien con eso? ¿Puedes vivir sabiendo lo que hiciste?
Veo como coloca un frasco de patillas en mis manos, cubriéndolas enseguida con la manta. Aún estoy acostada en esta maldita cama y no sé dónde están mis padres.
La observo mientras se da la vuelta y cuando está en la puerta se detiene y vuelve la mirada hacia mí —Sé un poco más considerada y lárgate con ellos.
El recuerdo se va igual de rápido que como llego, fue ella, ella tuvo la culpa de todo, por su culpa mis padres me alejaron de James, por su culpa estuve perdida todos estos años.
—Lake —digo en voz baja pero mi madre reconoce el nombre apenas sale de mis labios y empieza a asentir.
—Si, si, fue la última persona que te visito ese día, la chica de los Murphy, así se llama.
Le narro con cada detalle lo que acabo de recordar y su expresión cambia con cada palabra que sale de mi boca.
Está enojada, y no es para menos.
La gente del pueblo dejo de confiar en Lake el día que empujo a Mel al lago, y luego negó todo, no sé cómo tuvo las agallas para hacerlo cuando todos la habíamos visto, empezó a tener problemas con su madre y se fue del pueblo, no sé en qué momento volvió, pero volvió para arruinarme la vida, y lo logro, lo hizo por unos años, pero ya no más, gracias a Dios pude recordar, y estoy bien.
—Nunca confié en esa chica, no sé cómo pudo salir ese tipo de persona de unos padres tan maravillosos. —dice mi madre mientras niega con la cabeza.
—Y yo nunca pensé que su odio por Mel la haría caer tan bajo. —mi madre baja la cabeza hacia su regazo y se queda en silencio un segundo.
—Cariño, todo lo que hicimos, lo hicimos porque te amábamos, nos preocupaba mucho que volvieras a tener ese comportamiento, un momento estabas echándote la culpa y al otro estabas diciendo que Mel había pasado la noche contigo en la habitación, te dijimos muchas veces que te lo estabas imaginando y que no podía ser, pero no entendías, luego, nos dio terror que intentaras nuevamente atentar contra tu...
—No lo digas mamá... lo sé, lo comprendo —tomo sus manos entre las mías y no aparto la mirada de su rostro.
—Lo siento mucho mi cielo, lo lamento de verdad —niego con la cabeza. —nuestra intención nunca fue verte sufrir ni ocultarte las cosas, solo queríamos protegerte, yo quería que fueras feliz, solo eso.
—Está bien mamá, no tienes que seguir explicándome... Lo entiendo.
Escucho los pasos de mi padre subiendo las escaleras y nos colocamos en pie, salimos a su encuentro y cuando lo veo le brindo una pequeña sonrisa, mamá le hace un gesto que no logro identificar y él me abraza y me da un beso en la frente.
—¿Sabes que te amo verdad? —asiento contra su pecho y él me abraza aún más fuerte.
Mamá sonríe mientras nos observa y no puedo decir que esté de acuerdo con sus decisiones, pero si lo comprendo y los entiendo, no sé si yo hubiera hecho lo mismo en su lugar, creo que no, pero nunca se sabe cuándo no eres tú el que está pasando por algo así, nunca se sabe cuándo no eres tú el que lo está viviendo.
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11 de mayo del 2021
—Estoy cansada —digo y mi voz suena entrecortada.
—¿No caminas mucho cierto? —dice Daniel mientras lo llevo de la mano y James camina detrás de nosotros.
—Dani... no la molestes —él hace un bufido y apresura el paso en cuanto divisa el lago del otro lado de la colina.
Observo a James de reojo mientras camina, no aparta su mirada de Dani y la forma en que lo mira... juro que es lo más hermoso que he visto en mi vida, Mel estaría orgullosa de él.
—¿Puedo bañarme ya? —Dani se ha dado la vuelta y está mirando a James suplicante.
—Acabamos de llegar, no puedes —él hace un puchero y no puedo evitar sonreír.
—Mer... ¿me lo prestas? —dice señalando el libro que llevo en mi mano derecha.
Lo extiendo hacia él, lo toma y sale corriendo hacia uno de los árboles que están cerca del lago, se acomoda en una rama caída y abre el libro.
—Cuando hace eso me recuerda a su madre... tan amante a la lectura y tan llena de vida —James dice eso en un susurro y yo siento como se aprieta mi pecho.
Esta mañana mis padres fueron al cementerio a visitar Mel, aun no habían vuelto cuando salimos de casa. Yo aun no estoy lista para eso, no me siento preparada para ver a Mel allí, a veces me hago a la idea de que es mentira, y muchas veces cometo el error de decírselo a James, a él no le gusta que lo haga, y a mis padres les preocupa mi estabilidad mental, pero estoy bien, claro que lo estoy, es solo que aún es difícil de sobrellevar, no puedo asimilar todo de un día para otro, no es fácil, ellos tuvieron años para hacerlo, yo no.