Mermaid

4- Azul y Morado

— Demonios, demonios, demonios — repetí varias veces en voz alta levantándome de la cama buscando mis llaves de la casa y poder salir de esta.

— ¿Qué pasa? — me preguntó Sara sin levantarse de la cama.

— Se me olvido Rayven, estábamos en el desfile cuando llegaron Jayson y Bryan — les dije recargada en el marco de la puerta de mi habitación — le dije que volvería pero no se cuanto tiempo estuve inconsciente.

— ¿Y por qué no la llamas? — me sugirió Sara.

— Tienes razón — saqué mi télefono y marque su numero en la marcación rápida, numero 2 "Rae".

Uno... 
Dos... 
Tres...

— *¿Bueno?* —  escuche desde el otro lado de la línea.

— Rayven, ¿dónde estas?

— *Sigo en el desfile, todavía no empieza, no tiene ni una media hora que te fuiste*

— ¿Quieres que vaya para allá?.

— *Si, me siento muy sola*.

— Está bien vamos para haya.

— *¿Vamos? ¿cómo que vam...?* — fue lo ultimo que escuche de ella antes de cortar la llamada.

— Chicas — les dije a Sara y Amelia con ellas aún en la cama — ¿Quieren ir al desfile?

Ellas asintieron, salimos de mi cuarto y bajamos las escaleras rápidamente. Llamé varias veces a mi madre pero ella nunca respondió, probablemente aún no llegaba del trabajo. Abrí la puerta principal y el cielo nublado de España se mostraba ante nosotras. Estando apunto de bajar los tres escalones que había para llegar hasta el camino de piedras en la entrada.

— Espera... — habló Sara deteniéndonos justo en el portal — Hay que usar magia.

— ¿No nos meteremos en problemas? — Sara y Amelia se dieron una mirada cómplice, y regresaron su mirada a mi para negar rápidamente — Pues está bien.

Sara hizo unas señas y movimientos con sus manos mientras murmuraba. Y de repente estábamos en el desfile junto a la banca donde había salido yo.

Busque a Rayven con la mirada y la encontré, con su celular en mano y un algodón de azúcar en la otra.

— ¡Rayven! —- le grité y le empecé a hacer señas para que me viera, cuando me vio, las 3 nos subimos porque todavía había lugar. ¿Tan poco tiempo me había ido?

— ¿Quienes son ellas? — me susurró dándoles una sonrisa a las chicas.

— Larga historia — contesté igual dándoles una pequeña sonrisa a Amelia y Sara.

— Por cierto — me gritó en el oído e hizo que un pitido se escuchara en este — ¿a donde fuiste? No tiene ni 15 minutos que desapareciste.

¿Solo quince minutos? Bueno, estuve inconsciente un rato y por eso sentí que fue mas tiempo. Tal vez, solo tal vez. Al pasar por esa dimensión las horas transcurren de manera diferente y eso hacia que fue menos el tiempo. O solo si fueron 15 minutos y yo estoy liando mucho mi cerebro.

Pasamos lo que restaba de la tarde juntas, hasta que Amelia y Sara se tuvieron que ir. Tuve que convencer a Rayven de que no era necesario llevar a Sara y Amelia a casa. No quería que supiera que había un mundo mágico allá afuera. Sara y Rayven se llevaron muy bien, tienen así el mismo temperamento pero su actitud es muy diferentes. Amelia estuvo haciendo bromas blancas toda la noche, que hacían reír hasta al pequeño niño rubio que estaba sentado junto a Amelia.

Ya cuando íbamos camino a casa cuando Rayven comenzó su platica quejosa:

— Tendrás que compensármelo bien y bonito — me dijo Rayven mientras se alejaba despacio.

— Eso será difícil - traté de fingir un poco de duda en mi — ¿mañana a las tres en la playa, cerca de la cabaña de los Rolling?

— Odio que me conozcas tan bien — me dio un beso en la mejilla y se fue a su casa.

Rayven caminó en dirección a su casa dejándome en el inicio del camino de piedra que conectaba con la entrada de mi casa. Caminé hasta la puerta y la empujé dándome la entrada a mi casa. Subí las escaleras rápidamente para cambiarme de ropa y ponerme una pijama e irme a dormir.

* * *

Salí de la cama y me metí a bañar, tenia mucho tiempo antes de las tres. Total, el lugar donde quedamos estaba relativamente cerca de mi casa. Mire el reloj.

 2:30Pm.


Mierda ¿Cuanto dormí?. Me prepare rápido con mi traje de baño color Azúl, que cubría completamente mi estomago y pecho. Estaba dividido en dos partes, la primera era una blusa color azul y la parte de abajo era un short corto. Sobre el traje de baño me puse una blusa ligera manga hasta el codo de rayas blancas y beige, me coloqué un short de mezclilla que me llegaba a la mitad del muslo y salí corriendo lo mas rápido posible.

Llegue a la playa la cual estaba a 20 minutos de mi casa o 10 corriendo. Cuando llegue ella estaba ahí. Me acerque lentamente hacia ella y de di un susto pequeño. Se encontraba mirando el mar, tan calmada, tan pacifica. Me recordaba a mi madre en esas fotos de su juventud. Me acerqué lentamente a ella y sin hacer ningún ruido o levantar arena.



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En el texto hay: lucha de poderes, amor, magia

Editado: 16.02.2018

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