Adriana
— ¿Si sabes que va a pasar mañana verdad? — preguntó Sofi en media lección de cómo usar el poder de la telekinesis.
—No, ¿qué va a pasar? — contesté sin quitar la concentración de aquella taza que posaba en el centro de la habitación cerca del techo.
—Mañana hay luna llena — mi concentración se fue por un tubo cuando escuché eso — tu primera luna llena de hecho.
—En Harnerstay mis poderes no funcionan por la luna llena ¿es igual aquí también?
—No — contestó rápidamente — esta luna llena es distinta. En Harnerstay solo no funcionan tus poderes, pero aquí es diferente.
— ¿Qué tan diferente?
— ¿Alguna vez has escuchado lo que le pasa a los hombres lobo en la luna llena? — Asentí lentamente — bueno algo así pero sin el pelo y la baba.
— Sofía ¿puedes ser más específica?
-—Tus poderes se descontrolan, pierdes la memoria en lapsos, eres verdaderamente sincera, y si tocas el agua tu cola no desaparece hasta que la luna se esconde. Y lo más importante — Se quedó callada después de haber hablado tan rápido.
— ¿Qué? — pregunté algo acelerada.
—Te vuelves loca y empiezas a hacer locuras — arrugué el ceño — eres más parecida a una niña pequeña que acaba de saber que tiene poderes mágicos y esas cosas ¿sabes?
—Como una niña pequeña — repetí sus palabras — esto es tan extraño. Hace acordarme de programas de mi infancia.
* * *
— ¿Entendieron el plan? — preguntó por cuarta vez Sofi.
Amelia alzó la mano.
—Amelia es la cuarta vez que lo explica — contestó Luna después de hacer un sonido de desesperación.
—Solo levante la mano para que supieran que si entendí — se defendió mientras bajaba su delicada mano lentamente y con un poco de miedo.
—A ver — habló Sara — explícalo — Ordenó la morena.
Amelia tomó una gran bocanada de aire — Sara y Dylan nos quedaremos en la planta de abajo cuidando las puertas de enfrente y atrás. Sara hará un campo de fuerza para cuidar de algo que pueda salir mal. Luna y yo se quedaran con Adriana en la habitación, mientras Sofi se queda en el pasillo. Cerraremos la llave principal para que Adriana no toque el agua y sellaremos las ventanas y las puertas para que no entre luz de luna.
—Bien chicas vamos que solo tenemos tres horas para preparar todo — Sofi dio una palmada y caminó escaleras arriba para salir del sótano.
La llave principal del agua se cerró para que no hubiese agua en la casa. Me encerraron en la habitación junto con Luna y Amelia poco faltaba para que me encerraran en el armario.
—Me encantaría ver la luna — la voz de Luna sonó en la habitación rompiendo el silencio que había en esta.
Me reí y ella me miro extrañada.
— ¿Qué causa tanta gracia? — preguntó con ligera molestia.
—Que Luna quiere ver la luna — parecía que Amelia leía mi mente, ya que había dicho justo lo que tenía pensado antes que yo.
Luna llevó su mano a la cara en señal del que no podía creer que enserio ella hubiese dicho eso — Igual de tontas — Me reí.
—Creo que es más seguro duerman, hay menos probabilidad que cierta persona se vuelva loca — La cabeza de Sofi se asomó por una ligera rendija entre la puerta. Todas asentimos y comenzamos a acomodarnos en la cama como niñas obedientes.
—Es buena idea — secundó Luna — así no me acusarán de asesinato cuando mate a estas dos.
* * *
Poco a poco fui despertando, al abrir los ojos divisé que la habitación se veía tan clara que era casi seguro que ya había amanecido. Me levanté de la cama tratando de no despertar a ninguna de las dos rubias que dormían a mis costados. Caminé a la ventana y corrí la cortina negra que cubría esta con totalidad. La noche todavía era presente en aquel lugar, la luz de la luna era tan intensa que me hizo pensar que ya era de día. Me equivoqué, vaya que lo hice. La luz de la luna atravesó mis ojos con ferocidad, caí al suelo. Sabía que ya no tenía poder de mi cuerpo, ahora, todo estaba en manos de la luna.
Dylan
Me había quedado dormido en la guardia, lo acepto. Pero llevaba días sin poder dormir a gusto ya que cada vez que cerraba los ojos me acordaba de mi pequeña visita a Harnerstay a la fuerza. Me quedé dormido ya que por alguna razón lograba sentirme seguro en aquel lugar con aquella criaturas con poderes tan cerca, y lo mejor de mi lado. Pero mi sueño fue estrepitosamente interrumpido por los gritos de Luna y los golpes de lo que parecía ser las escaleras siendo golpeadas por los pies de alguien al bajar.
—Lo arruinó, lo arruinó — se escuchaba desde la parte frontal de la casa.
Editado: 16.02.2018