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-Pose, pose, reverencia. Barbilla alzada, manos enlazadas en la cintura, espalda erguida. -iba diciendo una señora de unos cincuenta mientras se paseaba por el lugar. -Rodillas flexionadas, cabeza agachada, manos en la falda. -seguía. La chica de unos catorce, hacia todo le que decía la mujer sin rechistar. Eran finales de agosto y la mujer estaba repasando todo lo que debía hacer para ser digna de su estatus. -Levántate de inmediato cuando acabas de hacer la referencia. Una Blouer jamás se inclina ante nadie. -unos toques en la puerta de madera, la detuvo. Segundos después, un hombre de bastante edad, entró y le susurró una cuantas palabras a la mujer para después irse. La señora, volvió su cabeza hacia Merynna.

-Tu padre te busca. Pide que te reúnas con él lo mas rápido posible. -Mery asintió. Con un asentimiento de cabeza, se despidió.

Caminó por los amplios pasillos hasta llegar al despacho de su padre. Pero antes, se tomó el tiempo para admirar la vegetación y paisaje que le ofrecía Francia. Tras unos minutos, tocó la puerta y entró. En la mesa, se encontraba su padre mirando los papeles que tenía delante. Cuando se percató de su presencia, bajó los papeles y con un gesto de la mano, le indicó que se sentara. Tras hacerlo en la silla, su padre se apresuró a responder sus preguntas que se leían perfectamente en los ojos.

-Este año no iras a Beauxbatons. Nos vamos a Londres, Inglaterra. Asistirás a Hogwarts. -ella asintió lentamente. Ir a Londres le brindaba una oportunidad de oro para volver a ver a su hermano. Vio como su padre la despachaba con un movimiento de mano. Con una pequeña reverencia, se retiró para ir a su habitación.

Cuando entro, vio a su búho, Freyja, en la cornisa de la ventana. La abrió y vio que en su pata portaba una carta. Tras darle de comer y beber, abrió la carta. La pulcra letra de su amiga fue lo que primero que vio.

Querida Merynna,

Me acabo de enterar que vendrás a Londres. Esto me emociona de sobremanera. No puedo esperar para verte. Supongo que ya debes saber en que casa quedarás pues es la que nuestros padres desean. Escríbeme cuando recibas esto. Y manda recuerdos a tus padres.

Con mucho cariño,

Walburga Black.

La chica sonriente la carta de su mejor, y única, amiga. Rápidamente, cogió un pergamino junto una pluma y un tinte. Con su elegante letra, le respondió.

Querida Walburga,

He recibido perfectamente tu carta. Y si, iré a Hogwarts y estoy emocionada por ello. Yo tampoco aguanto las ganas de verte y abrazarte. Espero sinceramente quedar en tu casa. Aunque estoy segura que lo haré. Llego la semana que viene. Puede que nos veamos antes del comienzo de escuela. Recuerdos a tus padres y primos.

Con el mismo cariño,

Merynna Blouer.

Tras dejar que la carta se secase y dársela a Freyja, la cual alzó el vuelo de inmediato, empezó a hacer su baúl mientras tatareaba una canción. Una hora después, lo tenía ya todo listo. Salió tranquilamente de su habitación para ir a la biblioteca para coger un libro y matar el tiempo. Al abrir aquellas puertas de madera, el olor a libro y páginas impregnaron sus fosas nasales. Fue de estante en estante buscando un libro en concreto. Media hora después, por fin lo encontró. "Historia de Hogwarts"

Abrió el libro y se dispuso a leer. Pasaron las horas sin que se diese cuenta. Cuando por fin levantó la vista, el reloj de la pared marcaba las siete.

La semana se le pasó volando y, ya era 28 de agosto. En tres días empezaba la escuela.