Como un suspiro, se veía el 1 de septiembre. Mery inspiró y se adentró entre la gente con sus padres al lado hasta llegar donde los Black los esperaban. Tras los formales saludos, los adultos empezaron a hablar sobre la pureza de sangre, los muggles...
-Merynna, Walbuga, Dorea y Lucretia; id escogiendo compartimento antes de que se llenen de sangres sucias. -dijo la matriarca Black. Irma Black. Con un asentimiento de cabeza, las chicas se fueron al tren. Los demás adolescentes Black, parecían haber desaparecido. Ya dentro, las chicas dejaron los baúles y se pusieron a charlar.
Cinco minutos después de que el tren empezara su trayecto, la puerta del compartimento se abrió revelando a un chico de piel pálida, cabello negro y ojos castaños.
-Orión, fuera. Esto ya está lleno. -le espetó Walburga. Las demás asintieron de acuerdo.
-Tan solo vengo a saludar. Dorea, Lucretia, Merynna, Walburga, un gusto volver a veros. Mery, espero que quedes en Slytherin. Adiós. -y con eso, la puerta se volvió a cerrar. Walburga bufó, molesta.
-Wal, se nota demasiado que te gusta. Y tú a él. -la picó Dorea con una sonrisa de inocencia.
-¡No digas tonterías Dorea! No me gusta. ¡Ni en mis sueños! -las chicas la miraron con picardía. Walburga se sentó de nuevo en el sillón.
-Es demasiado obvio, no? Y si, Dorea, me gusta. ¿Algún problema?
-No. Solo que Abraxas me debe veinte galeones.
-¡Dorea! -exclamó indignada Walburga. La mencionada compuso su mejor sonrisa de inocencia. Segundos después, el compartimento estallaba en risas.
Finalmente, tras unas horas, llegaban a Hogwarts. Sus amigas le desearon suerte antes de entrar en el comedor. Un profesor, el cual se presentó como Horace Slughorn, la llevó a dentro. Donde ya todos los de primero habían completado su Selección. Cuando el director Armando Dippet se dio cuenta de su presencia, hizo un acotamiento de cabeza para después susurrarle algo al subdirector , Albus Dumbledore, algo. Él, asintió.
-¡Merynna Blouer de cuarto año! -ella, aparentando tranquilidad, algo que no sentía en absoluto, caminó hacia el sombrero. En el camino, oyó susurros sobre ella. Mas entre los mas mayores. "Una Blouer" "Una de las 28 familias sagradas" "Sangre pura" "Hija de Leonard Blouer y Karissa Blouer"
Finalmente, llegó al final y subió las escalera para sentarse en el taburete de madera. El profesor le puso el sombrero en la cabeza.
"¿Pero que tenemos aquí, eh?
Talento, orgullo, arrogancia, intelecto, frialdad e ingenio
en una sola cabeza... interesante.
Con que Slytherin, eh?"
Apenas rozó su cabeza, el sombrero gritó.
-¡Slytherin! -la chica sonrió y se quitó el objeto de la cabeza. Los aplausos empezaron a sonar. Bajó las escaleras para dirigirse hacia la mesa de las serpientes y se sentó al lado de Walburga. Había quedado en Slytherin, tal y como todos esperaban.
Editado: 14.06.2021