Metalord Revolution

CAPITULO 247 MALDICIÓN QUSATJIAT

 

 

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

 

En un abrir y cerrar de ojos, regresamos a ese salón subterráneo con un altar en el centro y una estatua gigante del dios de los Qusatjiat, Erha, no veíamos señal alguna del djinn, ni siquiera una de esas partículas oscuras flotantes. Antes había un enjambre de ellos y muy ruidosos, pero ahora no se veía ni uno solo en los alrededores, todo estaba bastante tranquilo.

 

—Oigan, ¿se encuentran bien? -Crok pregunto.

 

Cerca de mi se encontraban Riha y la Dalhani Malika, La Lupian observa a su alrededor con cautela como si aun buscase a ese djinn, pero la chica con el punto purpura en su frente, se veía con un estado decaído.

 

—¿Y el djinn? -Pregunte.

 

—Desapareció -El hombre amazona contesto —Hace unos segundos las tres estaban rodeados de una cantidad de esas pelotas oscuras voladores que zumbaban y luego… simplemente desaparecieron todas de golpe, como si alguien las hubiera pinchado y se hubieran reventado como un globo.

 

Una descripción un tanto extraña para explicar que fue del djinn, de modo que mientras en aquel plano ubicado dentro de mi fue vencido, eso repercutió aquí en la realidad con su desaparición total.

 

—¡Malika! -Exclamo Berat acercándose a la Dalhani.

 

El joven guerrero de la tribu Qusatjiat mira a su amiga, observa el conjunto de la miseria, tristeza y pesadumbre doblegando a la Dalhani, quien tenia la mirada en el suelo y con ganas de derrumbarse.

 

—¿Malika?, ¿qué sucede? -Berat le pregunto.

 

—No hay duda, lo has visto, ¿no es así?.

 

Arpue Asa Hablu le habla a Malika, sin peligro en las cercanías, el consejero de la duna no tenía preocupaciones en acercarse a la Dalhani.

 

—El pasado de los Qusatjiat -Pronuncio Arpue.

 

—¿El pasado de los Qusatjiat?, ¿de que esta hablando? -Berat con confusión pregunta.

 

—Usted… ¿usted lo sabía? -Malika voltea su mirada hacia el consejero.

 

La Dalhani y yo solo logramos “descubrir” ese pasado a través de ese Djinn quien afirma ser el propio Vizario, ¿pero como se supone que Arpue lo sabe?, ¿paso por lo mismo o quizás lo descubrió de otra manera?.

 

—¿Por qué?, ¿por qué lo oculto?.

 

—Si tal revelación hubiera salido de mi boca, ¿me habría creído?.

 

Malika estaba sin palabras, porque el consejero de la duna había dado en el clavo, la Dalhani era una persona que mostraba apreciar a su tribu, en su crianza quizás le hayan contado acerca de su gente, ¿pero qué versión había oído?. Mirando lo demacrado emocionalmente que se encontraba Malika ahora mismo, esta claro que nunca sabia sobre ese oscuro pasado de su gente, ¿toda la tribu Qusatjiat actual lo sabe o quizás esto fueron acontecimientos ocultos a sus presentes descendientes?.

 

—Malika, ¿de que esta hablando Arpue?, ¿a que se refiere con lo del “pasado de los Qusatjiat”? -Berat insistía en que le dieran explicaciones.

 

El que el propio Berat lo desconozca me da una buena idea de que quizás buena parte de los Qusatjiat de hoy en día, desconozcan sobre ello, si Malika creyó lo que vio y no lo ignoro pensando que era una mentira, es porque realmente vio a Vizario en ese djinn.

 

—Usted lo sabe, eso lo entiendo, pero lo que no entiendo, ¿es como lo descubrió? -Fue mi interrogante arrojada hacia Arpue.

 

Un ruido se oye de las escaleras que conducían a la salida, dos guerreros rebeldes bajan de ella sujetando a un tipo de túnica blanca, era el mismo que estaba acompañado por dos tipos vestidos de igual, pero armados con espadas. La intención de haberle dejado vivo era para capturarle, al parecer en medio de toda la conmoción este huyo, pero incluso si los guerreros rebeldes que nos acompañaban fueron asesinados en medio de la batalla contra el djinn permitiendo que se marchara, afuera en el exterior habría más haciendo guardia y eventualmente lo atraparon al verle.

 

—Al menos la fuente de información esta asegurado -El hombre amazona dijo con total razón.

 

—¿Quién será ese tipo? -Riha pregunto.

 

El rostro de aquel te túnica blanca estaba cubierto por el grosor de su vestimenta, pero se le arranco toda tela de la parte superior de esta para revelar su cara ante todos, se mostraba como un joven de quizás entre sus 20 y pico, cabello negro corto y de piel morena (etnia característica del reino), Arpue de inmediato lo miro fijamente y le reconoció.

 

—¡Es inaudito!, ¿¡usted está implicado en todo esto!? -Exclamo el consejero canoso.

 

—¿Sabe quien es este tipo? -Berat pregunta.

 

—“Jashekt Bazej”, ¡un consejero de la duna!, ¡y el más joven que logro entrar en toda la historia del reino! -Revela Arpue —Dicen que fue su espléndida sabiduría juvenil lo que le permitió ser parte del consejo para estar al lado de nuestro señor sultán.

 

—No me parece tan “sabio” en persona -Opine al respeto.

 

Me acerque al presunto asesor joven, este me miro con cierta frialdad, como también a Riha y Crokrengunn, reconoció que éramos ghrayb, que nuestra participación implico en que terminara en tal situación.

 

—Si, realmente no le veo lo “sabio” a este sujeto -Opine.

 

—Viniendo tales barbáricas declaraciones de un ghrayb, son criticas burdas y huecas, no necesito oír imitaciones de palabras de nuestra lengua interpretados con un artefacto mágico para entender y hablar el idioma de estas tierras, cuando hables con la fluidez natural de este reino quizás tome en cuenta tu tosca presencia -Declaro el tal Jashekt Bazej.

 

—Y para rematar, es todo un “encanto” con los extranjeros -Argumente de manera burlona.

 



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En el texto hay: reencarnaciones, armas de fuego, magia y aventura

Editado: 09.12.2023

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