Metamorfosis de una mente cansada (poemario)

Aislamiento

Me siento como un mudo con lengua;

con dislexia emocional, no literal.

Siendo incapaz de pronunciar palabras;

recluido en un reducido espacio mental.

Soy consciente de que el aislamiento es malo.

Los vicios también, y todos los probamos.

No sé gestionar la tristeza o la decepción,

por ende, me quedaré sola en un rincón.

Con fluctuaciones anímicas como olas;

nadando por la tristeza, la molestia y la felicidad.

Sin entender la cinta que reproduce mi cabeza,

en polos opuestos de lo emocional.

Los lapsus de molestia siempre pasan cuenta.

Cuando el monstruo duerme, la cabeza reacciona.

Y el remordimiento de la acción es peor,

cuando lastimas a personas que en verdad te importan.

He detectado los síntomas y decido la reclusión.

Mejor agotar el veneno en un espacio controlado.

Pero el aislamiento al final te fractura;

cuerpo y mente se vuelven un malsano caos.

Y el aturdimiento posterior resulta agobiante,

porque el rezago se extiende demasiado.

Antes la oscuridad duraba días o semanas;

ahora la nieve se derrite después de varios meses.

No entiendo cómo resolverlo.

Necesito ayuda.

Pero sigo atrapada en la prisión más letal;

un encierro abrumador sin un poco de paz mental.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.