INICIO DE LAS VACACIONES

El timbre suena por última vez indicando que las vacaciones habían comenzado, quedaba una semana para navidad y gracias a que un idiota hizo que los laboratorios quedaran inundados, los directivos habían decidido suspender todas las actividades académicas hasta que las áreas dañadas fueran reparadas. No podía estar más feliz, el martes nunca se sintió tan bien como hoy, saltando salgo del salón para encontrarme con mis amigos.

Estoy por mitad de camino cuando veo a Tanner y Cristina, ellos llevan una sonrisa en su cara al igual que todos los estudiantes que caminan por los pasillos del instituto, algunos me saludan cuando pasan, saludo de vuelta antes de alcanzar a mis amigos.

- ¿puedes creer que esta cabeza consiguió que deshabilitaran la mitad de la planta de laboratorios? – Cristina señala a Tanner antes de abrazarme.

- No pensé que haría tal reacción- Tanner me da una sonrisa de oreja a oreja- se suponía que solo sería una pequeña explosión.

- ¿tú fuiste el idiota? – el asiente, le golpeo el brazo mientras me rio- debí suponerlo

- Solo quería salir rápido, no ocasionar que todos los laboratorios quedaran inundados

-Si…dile eso a alguien que no te conozca.

Los tres nos miramos y empezamos a reír, acompañamos a Tanner a su casillero antes de ir al mío para recoger nuestras cosas, una vez listo caminamos al estadio, bueno el director había suspendido toda actividad, pero eso no le afectaba al equipo de futbol, la entrenadora Miller era muy estricta y teniendo en cuenta que el campeonato seria después de Navidad nos quería listas para ganar.

Cristina y yo nos habíamos conocido después de que yo regresara de mis “vacaciones”, ella había tomado mi lugar en el equipo de futbol, lo que hizo que mi yo de once años resentida con la vida se enojara y la odiara. No la quería en el equipo y mucho menos en mi lugar, peleamos mucho durante los entrenamientos y mitad de la temporada, hasta que simplemente empezamos a llevarnos bien, yo seguía siendo suplente por haber faltado a los primeros partidos lo que hacía que Alexia estuviera en el campo como capitana suplente, y se burlara de mi todo el día, Cristina fue la única que no me miro con ojos de lastima al enterarse de mis “vacaciones” como lo hacía Alexia que siempre aprovechaba para recordarme la traición de Jordan, Cristina siempre estuvo ahí para que diera lo mejor aunque yo no quisiera su ayuda, de apoco nos empezamos hablar más, hablar sobre estrategias y cosas del equipo, luego un buen día apareció Tanner sentado en las gradas del estadio viendo nuestro entrenamiento, las dos estábamos practicando tiros y en un descuido el balón bolo a las gradas estrellándose de lleno en la cara de Tanner.

Puedo decir que ese accidente me consiguió a mis mejores amigos. Desde el día que los tres fuimos a enfermería supimos que estaríamos juntos por muchos años, eran las personas que estuvieron para mí en los momentos más difíciles, al igual que yo con ellos. No había poder humano que nos separara, exceptuando los horarios de clase.

Después de un tiempo nos empezaron a conocer como los 3x1, pagas por uno y llevas a los tres, íbamos siempre a todos lados, donde estaba uno, estaban los demás. Nunca nos consideramos “conocidos” en el instituto, pero era verdad que pertenecer al equipo de futbol y ser amigo del presidente estudiantil nos daba algo de reconocimiento.

Ahora los tres estábamos a punto de terminar nuestro antepenúltimo año antes de ir a la universidad, era algo de lo que hablábamos siempre, los tres habíamos coincidido ir a la misma universidad, por eso nos esforzábamos en tener buenas calificaciones y mantener nuestro expediente los más limpio que se pueda, claramente esto era un gran problema para nosotros.

-¿ellos saben que fuiste tú? - pregunto mientras saco el uniforme de la maleta.

-Deben asumirlo, fue el único que salió con una mancha en el mandil- se encoge de hombros antes de recostarse en las gradas.

-Aun no logro entender, ¿Cómo es que hiciste que explotara todo? – uno de mis pupos rueda por la grada y me tengo que levantar para ir por el, mientras tanto veo como Cristina y Tanner se ríen- ¡Oh, no! Tú lo ayudaste- señalo a mi amiga.

-Él no sabía dónde poner la maldita cosa- señala a Tanner quien ríe en silencio- me lo dio yo solo lo lance por el lavabo y luego la maldita cosa exploto…-

-Intente sacarlo, pero esa cosa volvió a explotar y ensucio mi bello mandil, Tanner me mira mientras hace un puchero con su boca- en un momento estábamos sobre tierra firme y al siguiente todo el laboratorio empezó a inundarse.

-Parecíamos el puto “Titanic”- Cristina extiende la mano para alcanzar la de Tanner- “Veté, yo tomaré el siguiente”- dice una de las líneas de la famosa película, intenta soltar la mano de Tanner, pero el, la sujeta con fuerza

-No, no sin ti- golpeo a ambos antes de cerrar mi mochila.

-Juro que no los dejare ver de nuevo esa película

-La amas

-Si, las primeras tres veces, la numero ochenta ya resulta aburrida- ambos parecen ofendidos de mis palabras.

-Retira lo dicho

-No, ahora camina que Miller nos está mirando como si quisiera ahorcarnos- digo saltando las gradas para correr a los vestuarios y cambiarme- cuida nuestras cosas Jack- el levanta el dedo del medio antes de tomar su móvil.