EN PROBLEMAS

- Es guapo – digo mientras hundo la cuchara dentro del tarro de nutella y Cristina me mira antes de golpear la pantalla.

- te recuerdo que tienes novio – me recuerda como si no lo supiera.

Ruedo los ojos y llevo la cuchara a mi boca saboreando el delicioso sabor a chocolate.

-te recuerdo que también tengo ojos – ella arquea una ceja en mi dirección y esos ojos me transmiten la burla – no es como si fuera a olvidar que estoy saliendo con Alan.

Ella se ríe.

- bueno, míralo y no te enamores – me advierte.

- no tenía planeado hacerlo – añado defendiéndome.

Aparto la nutella cuando el silencio se promulga y esa situación me incomoda haciendo que le preste atención a Cristina, tiene el ceño fruncido y no sé si fue por mi respuesta o por algo más.

- te juro que no me voy a enamorar de él – intentó calmarla – mirar no significa que voy a tocar – ella entonces me mira y sonríe.

- todos dijimos eso alguna vez.

Ruedo los ojos.

- cuando te llame lo menos que quería era hablar de lo que paso ayer – le dije con diversión antes de volver a tomar la nutella y llevarme una cuchara a la boca.

- te lanzaste encima de él – me recuerda los acontecimientos.

- pensé que se iba a robar a los niños.

Mi plan cuando llame fue preguntarle por Tanner quien estaba ignorando mis llamadas y mensajes, lo que hacía que me sintiera nerviosa y muy preocupada.

- no fue por lo que te llame – intento ir al tema principal, pero Cristina parecía dispuesta a no cambiar de tema – tú sabes algo – la acusó y ella se encoje de hombros.

- yo no sé nada.

Quiero golpearla.

- sé que lo sabes – ella sonríe y vuelve a negar – solo dime – suplico, pero mis intentos de seguir insistiendo son interrumpidos por un alboroto fuera de la casa.

- ¿Qué sucede? – inquiere Cristina sin apartar la vista de mí.

Quise ignorar el alboroto porque quería saber lo que le pasaba a mi mejor amigo, pero cada vez el ruido empeoraba.

- espera un momento, voy a ver qué demonios sucede – digo levantándome de la cama y me asomo a la ventana que es donde el ruido es peor.

- ¿Dakota? – habla Cristina – si es un ladrón no salgas y llama a la policía.

No la miro, pero ruedo los ojos.

Como si fuera posible que un ladrón entrara a esta casa sin que los guardias se dieran cuenta.

Aparto la cortina de la ventana y veo dos sombras en medio del patio. Me escondo detrás de la pared rogando porque no me hayan visto, pues posiblemente mi teoría de que ningún ladrón pudiera entrar estaba en tela de juicio.

Mi primer instinto fue correr a la habitación de Jordan y advertir sobre un posible robo, pero recordé que habían salido y como si se les hubiera hecho costumbre fui elegida para hacerme cargo de la casa y del cuidado de Ethan, ya que su gran hermano mayor no daba ni señales de vida desde ayer por la mañana.

- Creo que alguien quiere entrar a la gran casa – murmuro bajito.

- Dile a alguien – me dice como si fuera obvio lo que tenía que hacer y aunque lo era me quede quieta en mi escondite.

Esperé y volví a asomarme por la ventana.

Entonces me di cuenta que no eran ladrones, por lo menos no la persona que parecía a punto de desfallecer en medio del patio.

- no lo puedo creer – hable impactada por la imagen que estaba viendo.

- estaría agradecida si me dices o me muestras lo que pasa – Cristina habla frustrada.

- Aksel está ebrio en el patio y alguien está intentando mantenerlo en pie – explico y pongo la cámara trasera para que ella pueda verlo – en fin, no es mi problema.

- Dakota – Cristina intenta hablar, pero la interrumpo.

- ni siquiera pudo decir donde estaba – hable un tanto enojada - ¿por qué debería preocuparme? Ya vi que está bien – ella levanta una ceja – bueno…no está sobrio, pero tampoco está muerto.

Cristina esta por discutir, pero el ruido del patio no me permite escuchar bien. Vuelvo a la ventana y veo a Aksel tirado en el piso balbuceando en voz alta, miro para ver si la persona con la que estaba junto a él está por algún lugar, pero parece como si hubiera desaparecido. Me burlo, porque quien sea es un idiota.

- puedes creer que lo acaban de dejar abandonado en el… - no puedo terminar de hablar porque un golpe en la ventana hace que contenga el aliento y pegue un grito ahogado.

El golpe esta vez se hace más fuerte y tengo que agarrar mi pecho para que mi corazón no se salga de su sitio.

- deberías llamar a la policía, dijiste que solo estaban Ethan y tú en la casa.

- voy a colgar – murmuro con la voz temblando – necesito buscar un lugar donde escondernos.

Cuando algo vuelve a golpear mi ventana me armo de valor y me asomó, aunque sé que es estúpido lo hago solo para asegurarme que el idiota de mi hermanastro no esté muerto. Apenas me asomo mi pulso se relaja, pero la furia me llena en todo su esplendor.